Generando cambio

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LA ANTIPOLÍTICA ATENTA CONTRA LA CONSTRUCCIÓN DE LA PATRIA PDF Imprimir Correo
Escrito por Jorge Rachid   
Miércoles, 03 de Marzo de 2021 12:57

altEn el mundo, desde hace décadas, la irrupción del neoliberalismo ha determinado un retroceso en la presencia de las ideas políticas, ante la propuesta del avance de los contenidos superficiales y frívolos, de los propulsores de   un diseño estratégico que les permite el posicionamiento de mecanismos de poder, de sujeción político-económico-sociales, pretendiendo determinar, como en los años 90, el Fin de las Ideologías.
Ese camino que lleva más de 30 años de presión mediática y extorsión económica, en busca de construir sentido en el conjunto del pueblo, es complementado con la necesaria construcción de un nuevo tiempo político, sin memoria, ni identidad nacional. Es el camino de la colonización moderna, en una globalización salvaje, montada desde Fondos de Inversión, que derrotaron el capitalismo productivo por el financiero y ampliando los límites del Mercado como ordenador del todo político, avasallando soberanías nacionales, apoyados en una fortaleza mediática hegemónica, asociada o comprada.
San Martín hacía política en cada paso de su gesta emancipadora, oponiéndose a participar en las luchas intestinas que pretendía imponerle el Rivadavia, socio colonizado británico, evitando luchar contra López y Ramírez, caudillos federales de la Patria Grande.
Artigas al propiciar la Independencia nacional de la Liga de los Pueblos Libres, en 1815 en Concepción del Uruguay, está dando un mensaje político al mundo de entonces, demostrando que sólo el pueblo es arquitecto de su destino al afirmar cuando inaugura el Congreso: “mi poder proviene de ustedes y cesa ante vuestra presencia”
Bolívar al convocar el Congreso Anfictiónico en 1820, con la idea de fundar los Estados Unidos de Sudamérica, denominados por el mismo la Gran Colombia, está proponiendo un camino político de Liberación Nacional de la Patria Grande. Eso produce la reacción de EEUU que asociado con Canadá irrumpen en su convocatoria, impidiendo su concreción, que lleva al Libertador, al momento de su muerte a exclamar: “he arado en el mar”.
En el devenir de la historia, los pueblos construyen los nuevos paradigmas a través de luchas y sacrificios, esos caminos que sólo se abren desde la política, con fuerte ideología, que no es otra cosa, que el conjunto de ideas que dominan las aspiraciones de los pueblos que las llevan adelante.
Sin embargo la ideología como tal, se ha transformado en un término denigrado en los últimos años, a partir de una acción combinada por la anti política, que diluye el contenido de memoria, identidad y Patria, como ya describimos al principio.
Los mecanismos por los cuales se implanta desde el neoliberalismo esta mecánica son sutiles, por lo cual los pueblos los van naturalizando. Se trata de herramientas poderosas de penetración: de desplazamiento de la política, que intenta ser reemplazada por invocaciones del pragmatismo de vuelo corto, sin marcos estratégicos, ni herramientas soberanas en las decisiones, mucho menos con apego a las necesidades e intereses del pueblo, con una comunicación plagada de contenidos frívolos y de entretenimiento, con capacidad de disipar el pensamiento crítico, el compromiso social y la solidaridad, que es reemplazada por el individualismo egoísta y el Estado mínimo al servicio de intereses privados, en el consciente colectivo.
Estas acciones son culturalmente dominantes en nuestro país desde hace 45 años, lo que determina conductas sociales y políticas, cada vez más acotadas a la percepción individual del momento, antes que ser destinos colectivos plasmados al largo tiempo. La foto reemplaza la película, el éxito hoy determina el “ser alguien”, antes que un mañana posible, siempre lejano, en apariencia inalcanzable. Los sueños colectivos se rompen ante la cristalización del consumo impuesto por el Mercado, como nuevo ordenador social.
Ya no es el Estado el que ampara las políticas públicas, es el ordenador sin cara y sin imagen, es sólo la dinámica impuesta por las supuestas leyes del Mercado, que todo lo explican y determinan.
Es un dios invisible que rige nuestras vidas, en las cuales la política, ese conjunto de ideas de construcción de una sociedad más justa, queda enterrada y sólo molesta a los fines prácticos del día a día.
Esa percepción instalada permite escalar hacia las frases repetidas: los políticos son todos iguales, todos llegan para robar, sólo vienen para las elecciones, la corrupción los iguala y muchas frases más, salidas de las usinas de la anti política, es decir de los dueños del poder que afianzan,  avanzando en la dilución de la identidad nacional.
Por eso su necesidad de ataques a los movimientos nacionales y populares, no sólo en nuestro país sino en el mundo. Son corrientes financiadas y direccionadas, para el avasallamiento de las soberanías nacionales, que sólo encuentran formas de resistencia, recurriendo a sus identidades más primitivas, en donde esa, fragmentación sea étnica o religiosa.
También favorece a quienes pretenden un manejo del poder hegemónico, determinado por instrumentos macro económicos, que llevan a la Humanidad, a su holocausto a partir del calentamiento global, ante la consolidación un capitalismo voraz, extractivista y arrasador, inhumano y atroz, que está hiriendo de muerte a la madre naturaleza.
Desde ahí surge la necesidad que el movimiento nacional y popular, plantee los marcos estratégicos de su lucha, para romper la inmovilidad que significa dar permanentemente respuestas tácticas o de gestión coyuntural, sin plasmarlas en ideas fuerza, que se constituyan en los ejes utópicos de las luchas por la Liberación Nacional.
Cargar las mochilas del pueblo, de un destino común, en una Comunidad Organizada, reconstruye una memoria disipada por el enemigo, que generación en generación se hace más débil, por el tiempo de permanencia de la cultura dominante, colonizadora del sentido, además afianzada por una historia tergiversada mitrista, que sólo apuntala la Patria entregada, maniatada por aquellos factores de poder, que derrocaron y combatieron desde siempre, los procesos de emancipación y soberanía, en cualquier etapa de la vida nacional.
No es entonces grieta, es Patria o colonia desde el fondo de nuestra memoria: fueron los criollos federales degollados, los obreros reprimidos, los pueblos originarios sometidos y masacrados, los caudillos combatidos y denigrados, los anarquistas, socialistas, comunistas, irigoyenistas, peronistas, todos en un mismo objetivo de lucha, de la oligarquía y sus socios externos, por impedir su acceso al poder, su posibilidades de afectar los privilegios consagrados del coloniaje.
Sucede hasta hoy, cuando el pueblo determina por elecciones la vuelta de un gobierno popular, comienzan a actuar los mecanismos golpistas y destituyentes, como en el resto de América Latina, porque sólo entregan la llave de la puerta de entrada cuando pierden, pero se reservan todo el poder económico, financiero, mediático, judicial y estructural de un estado al servicio de sus intereses.
Cuando se quiere mover un solo ladrillo de ese edificio, aparece la anti política como elemento aglutinador de la derecha faccista, que juega sus cartas a favor de los intereses concentrados, cuestión por momentos acompañada por un pueblo desorientado, por la falta de un destino estratégico planteado con claridad.
Así fue como lo hizo afianzando en su momento el peronismo, con respuestas claras de un camino de construcción de Patria, como destino de la Casa Común, salvando una Matria en peligro corto plazo y construyendo una Comunidad Organizada en la conciencia colectiva, de que sólo el pueblo es artífice de su destino y forjador de su historia. El desafío es nuestro, la Patria Grande nos espera.
PRIMERO LA PATRIA - www.lapatriaestaprimero.org

 
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