Generando cambio

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Todo sobre las Madres de Plaza de Mayo PDF Imprimir Correo
Escrito por Gerardo Bova   
Viernes, 30 de Agosto de 2013 11:44

NOSOTROS ESTAMOS MÁS VIVOS QUE NUNCA

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Hebe de Bonafini. Discurso del jueves 29 de agosto de 2013.
Bueno compañeros, ni se imaginan la emoción que tengo de volver a la plaza. Ya van a hacer cinco meses. Cinco meses que no podía venir. Añoraba… Me dolía más que la enfermedad no venir a la plaza. Sabia, escuchaba, veía los programas, escuchaba la radio. Siempre uno sabe lo que pasa en la plaza, pero no es lo mismo escucharlo que vivirlo, que estar. Ustedes lo saben bien porque vienen todos los jueves. Si fuera tan fácil sentirlo igual, se quedarían en la casa. Esto tiene mucha fuerza, mucho convencimiento.

Esta mañana, cuando decidí que sí podía venir porque era un buen día, que me sentía bien como para estar, sentí la misma emoción que cuando estaba mal mi marido, que podía venir una vez por mes. Pero ahora hacían cinco meses. Parece mentira tanto tiempo. Si uno piensa, pasó bastante rápido. Porque todos los días me proponía estar mejor. Todos los días quería estar mejor. A pesar de tantas cosas que me pasaron me estoy reponiendo bastante bien. Todavía me falta. Pero estoy bastante mejor. Igual trabajamos. Ustedes saben que se está preparando el Congreso (de Salud Mental y Derechos Humanos). Nada se paró a pesar de todo, a pesar de los robos, a pesar de las estafas. Mantenemos todo en pie como podemos. Con mucho esfuerzo, no se crean que es tan fácil. Pero nos mantenemos en pie.
Y eso también es para nosotros es un gran orgullo. Esta plaza que nos contiene desde hace tantos años. Yo siempre cuento que cuando yo entro, cuando bajo de la combi, antes entraba por el subterráneo me tenía que quedar unos minutos en silencio porque ahí se produce el verdadero encuentro con mis hijos. Ahí se produce para mí, el encuentro con ellos. No es que de día no me acuerde de ellos. Es que hay un encuentro tácito aquí en esta plaza. Siempre me parece que aquí se produce la verdadera resurrección.  Ellos están en algún lugar, en algún espacio, para decirnos qué tenemos que decir, cómo lo tenemos que decir, qué significa esta plaza y porque la tenemos que defender.
Es cierto que tenemos un gobierno que ni pensábamos tener, es cierto que estamos muy convencidas del Proyecto Nacional y Popular, pero cuánto todavía tenemos que trabajar, cuánto nos falta todavía... Cuánta gente todavía que pasa hambre, cuánta gente que no tiene casa a la que queremos llegar... El 11 de septiembre vamos a comenzar con Gabriel Mariotto; con Marcelo, un compañero de la Universidad; y con Juan Manuel De Rosa, un médico amigo mío, a abrir escuelas de salud popular en los diferentes barrios y en las diferentes villas. Han tenido un éxito impresionante: toda la gente se quiere inscribir, toda la gente que quiere aprender como cuidar la salud. Siempre las Madres tenemos un proyecto que va un poquito más allá. Todo el tiempo tratamos de crear nuevas formas.
Acá yo decía en mi discurso -cuando recibí el premio el otro día en Radio Nacional-  que la gente habla de los buitres y le tiene miedo a los buitres. Y los buitres comen carroña, comen carne muerta. Y nosotros estamos más vivos que nunca para peleársela, para peleársela! 
Y el 22 de agosto fue la fecha de la masacre de Trelew  y siempre esta plaza tiene que ser para eso: para reivindicarlos a ellos, para decir que están más vivos que nunca, que por ellos podemos estar acá, que si ellos no hubieran dado la vida, no hubiese sido posible este país. Este país no es un regalo que Néstor y Cristina lo pusieron de pie. Pero estamos acá porque ellos, y después los desaparecidos, dieron su vida para que tengamos una Patria más linda, más soberana, más nuestra.
Los compañeros de Trelew fueron un ejemplo de unidad. Tres organizaciones guerrilleras diferentes se juntaron para la huida, se juntaron para trabajar dentro de la cárcel: uno hacía los uniformes que iban a usar; otro, los cinturones; otro, las corbatas; otros diseñaban los planos para ver por dónde se iban a escapar. Fue impresionante el trabajo que hicieron. Y también otros eran los que se tenían que quedar dentro de la cárcel para apoyar a la huida. Y esos también fueron muy valientes, porque sabían ellos todo lo que les podía pasar. Entre los que se quedaron estaba Agustín Tosco. Por eso, el 22 de agosto es un día para no olvidar. Y también para no olvidar de que el 22 de agosto de 1979 las Madres nos formamos en Asociación. Por casualidad, pero fue el 22 de agosto.
Estamos peleando por la Ley de Medios. No sabemos que va a pasar con la Suprema Corte. Yo  no creo que van a fallar a favor de nosotros porque ellos están con los poderosos, pero nosotros tenemos que seguir peleando. Tenemos que hacer como las Madres o como los budistas que tienen paciencia. Que la gota de agua horade la piedra. Es la única cosa que nos va a salvar. Tengamos toda la paciencia del mundo y cuando se acabe la paciencia, Dios dirá si sacamos a los jueces de la Suprema Corte y nos ponemos alguno de nosotros.
¡Gracias compañeros! Hasta el jueves que viene.
 
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