Generando cambio

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Una Historia de Vida: Gentileza Diario Popular PDF Imprimir Correo
Escrito por Gentileza Diario Popular-   
Martes, 08 de Octubre de 2013 01:27
Con chances a mano, Nélida es capaz de amasar el futuro

Después de volver de España, donde residió doce años, separada y con una hija de corta edad a cargo, una mujer entendió que la capacitación era el vehículo ideal para encaminarse por la senda del trabajo.

En el comedor de la casa que Nélida Mattos alquila en Martínez la batidora, el horno pastelero, los moldes y...
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la sobadora para extender la masa, reemplazan al clásico mobiliario que habitualmente luce en esas dependencias. Es más: la mesa amplia cubierta por un mantel blanco opera como humilde exhibidor de prepizzas, chips de pan negro y medialunas de mantecas. En ese ambiente Nélida, de 44 años, siente que honra la oportunidad que tantas veces esperó con angustia, cuando las dificultades económicas eran una cuesta insalvable para quien, como en su caso, había retornado al país con el propósito de reconstruir los caminos postergados hacia el futuro.

Tras haber residido doce años en Asturias, España, donde entabló relación con el dueño de una pizzería con quien tuvo a su hija Diana, Nélida tomó la decisión de retornar al país en octubre de 2008, cuando la pareja estaba virtualmente desecha.

"Es cierto que vine con un dinero pero como no tenía ningún oficio ni estudios, compré el fondo de comercio de una panadería en Martínez. Sin embargo, en marzo del año pasado la tuve que cerrar ahogada por las deudas", narró Nelly, como la llaman sus clientes, a HISTORIAS DE VIDA.

La situación se tornó apremiante y la tentación de volver a España con su ex pareja para intentarlo de nuevo, fue una oferta que su orgullo no aceptó. "Estaba desesperada, con mi hija chiquita y su padre ausente", consideró.

Entre los múltiples miniemprendimientos que encaró, Nélida entendió que si no se capacitaba en algo que dominara, las cosas se le iban a complicar más todavía.Y un anuncio por Facebook de un curso en la Escuela Profesional de Maestros Pizzeros y Empanaderos, le cambió la vida.

El curso de catering y eventos que duró doce semanas era parte de un programa del Ministerio de Trabajo de la Nación para estimular la capacitación. Y no fue el único que hizo, al punto que hoy se sigue perfeccionando en la Escuela de Pasteleros.

"Cada vez que me daban un diploma por haber terminado un curso no podía contener la emoción -afirmó- agradecida por las oportunidades que me fueron surgiendo y pude aprovechar".

La receta de las cartas

Pero Nelly se dio cuenta que con la capacitación que tenía, era una buena posibilidad hacer algo por sí misma, tal como de una manera más precaria había intentado en sociedad con una amiga, cuando se animaban a hacer panes y confituras que vendían en la Ford de General Pacheco y afuera del country Nordelta.

Una carta dirigida al Programa de Talleres Familiares de otro ministerio, en este caso el de Desarrollo Social, tuvo el efecto que soñaba aunque no imaginaba posible. Así recibió las máquinas con las que prepara las delicias que comercializa entre los vecinos con los que se relaciona a través del boca a boca.

"El dueño de la casa me permite desarrollar la actividad los sábados y domingos", aclaró, para asegurar que "amo lo que hago por todo lo bien que me hizo". Es que poco queda de aquella mujer triste y abatida que era hace cinco años, cuando hasta se abandonó físicamente y trataba de esconderse para que su hija no la viera llorar. Ahora busca crecer, convencida que sí está capacitada para amasar de nuevo el futuro.

Última actualización en Martes, 08 de Octubre de 2013 01:33
 
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