Militancia
Entrevista con el dirigente de Quebracho, Fernando Esteche.
Mañana será detenido junto a su compañero de militancia Raúl Lescano y
deberán cumplir una condena de tres años. Irán presos por romper un
vidrio después de una marcha en la que repudiaron el asesinato del
maestro Carlos Fuentealba, en Neuquén, en 2007.
Por Enrique de la Calle
AGENCIA PACO URONDO: ¿Mañana finalmente se confirma su detención?
Fernando Esteche: Así es. Mañana estarían formalizando la detención,
tenían el expediente durmiendo hace un tiempo, pero nos confirmaron que
será mañana. Según pudimos saber de parte del Ejecutivo nacional será
mañana a eso de las 3 de la tarde.
AGENCIA PACO URONDO: Ustedes presentaron un pedido de queja. ¿Es así? ¿En qué consistió?
FE: A partir de la condena presentamos esta queja. A mi me condenan
por un hecho del que no participé. Planteamos arbitrariedad. La Corte lo
evaluó pero rechazó nuestro pedido. Los hechos por los que nos acusan
tiene que ver con los incidentes en un local de Sobisch, un día después
de que en una represión en la provincia de Neuquén mataran al maestro
Fuentealba. Se dieron manifestaciones en todo el país. En Capital,
cuando terminaba nuestra manifestación, los compañeros de la zona Sur se
cruzan con un local vacío de Sobisch y arremeten contra los vidrios e
intentan prender fuego un escritorio. Eso derivó en una causa que
terminó con la condena a 6 militantes a 3 años, a Lescano a 3 y seis
meses, y a mi, que no participé del hecho, a 3 y 8 meses.
AGENCIA PACO URONDO: ¿Las otras condenas no son de cumplimiento efectiva?
FE: No. En nuestros casos ya cumplimos 6 meses. Ahora tenemos que
cumplir el resto de la condena. Siendo que Sobisch nunca pisó una
comisaría. Esto pinta un paisaje bastante desigual del poder judicial y
de cómo lleva adelante la noción del derecho y la justicia.
AGENCIA PACO URONDO: ¿Piensan hacer un acto mañana?
FE: Enfrentamos esto con angustia y dolor, pero también con
fortaleza. Hoy estamos en una Argentina donde por suerte lo cotidiano no
es que los militantes populares estén presos. Sí nos toca a nosotros
sufrir esta excepcionalidad. Nos acompañan en este repudio a la condena
militantes del kirchnerismo (D´Elía, Mariotto, Pérsico, Sala) y de otros
espacios, como el Chipi Castillo o Pitrola. Vamos a esperar la condena
en la Facultad de Periodismo de La Plata, donde trabajamos y que además
es un ejemplo de la Argentina que queremos construir. Incluso es una
situación incómoda para el Secretario de Seguridad, Sergio Berni, que
tampoco comparte esta condena. Vamos a estar junto a militantes de
diferentes organizaciones.
AGENCIA PACO URONDO: ¿Quiénes fueron los jueces que los condenaron?
FE: Guillermo Gordo, Miguel Pons y Gerardo Larrambebere, integrantes
del Tribuna Oral Federal 3 de la Capital Federal. Pons es el arquitecto
de la teoría de los demonios. Condenó a Norman Brinski por firmar una
declaración en el extranjero contra la dictadura. El juez Gordo fue el
secretario del Juzgado donde se blanqueó, se justificó el robo de bebés
durante la dictadura militar. Larrambere fue responsable de lo que
ocurrió en la Tablada, donde hay militantes desaparecidos. Esa causa la
llevó adelante Larrambere. Sos tipos que se negaron a participar de
causas por el genocidio. Son los tipos que absolvieron a los
responsables por el caso IBM - Banco Nación, que absolvieron a De la Rúa
por la represión del 20 de diciembre. Caímos en la trinchera de lo más
oscuro de la Justicia.
AGENCIA PACO URONDO: ¿Por qué cree que la Corte Suprema de Justicia avaló esta condena?
FE: Salvo Zaffaroni y Maqueda, todos votaron en contra nuestra.
Lorenzetti votó en contra después de tantear su voto entre diferentes
dirigentes políticos. Argibay compartió conmigo una charla contra la
represión y la judicialización de la protesta social una mañana y al
otro día votó contra nosotros. El algún punto, lo que pasó tiene que ver
con la deshumanización de la justicia, se leen papeles y se resuelve
sin importar el impacto político y sobre las vidas de muchas personas.
Igualmente, esperábamos otra cosa de la Corte. En la Procuración General
nos pasó lo mismo: más allá de las batallas que da Gils Garbó en
nuestro caso sacó un dictamen lapidario avalando lo actuado por el
tribunal que nos condenó.
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