"Macri lleva gastado en publicidad oficial más que en todo el
programa de Ciudadanía porteña para pobres e indigentes", señala el
sociólogo Bruno Almansi.
Por Bruno Perez Almansi
Al parecer, ni el calor, ni las vacaciones de enero nos dejan
descansar de las decisiones del gobierno porteño. El lunes 6 de enero
salía una nota mostrando que el gobierno de Mauricio Macri gasta más de
un millón de pesos por día en publicidad a partir de una investigación
de los dirigentes de la Coalición Cívica-ARI Rocío Sánchez Andía y
Hernán Reyes. Estos demostraron que desde la Secretaría de Comunicación
Social se gastaron 203.732.509 pesos, mientras que los distintos
ministerios sumaron otros 135.242.509 pesos. En total, suman 338.975.018
pesos, lo que representa el 1 por ciento del presupuesto total de la
Ciudad de Buenos Aires. Más de un millón en publicidad por día.
Macri lleva gastado en publicidad oficial más que en todo el programa
de Ciudadanía porteña –para pobres e indigentes–. El PRO abusa de la
publicidad oficial porque no hay ningún criterio para determinar el
gasto en publicidad, y no lo hay porque Macri vetó la ley que la
regulaba. El líder del partido Propuesta Republicana vetó alrededor de
130 leyes votadas en la legislatura porteña, muchas de ellas impulsadas
por su propio espacio político.
Este mismo informe indica que todos los años el gasto en publicidad
supera lo presupuestado: en 2008, el gobierno de Macri gastó un 45 por
ciento más de lo presupuestado; en 2010, un 43 por ciento, y en 2012, un
12 por ciento. Pero en los años electorales la sobreejecución es más
notoria. Así, en 2009, se gastó un 68 por ciento más y, en 2011, un 87
por ciento más del dinero previsto.
Mientras cada día más y más dinero es destinado a los carteles
amarillos, otros ámbitos del gobierno de la ciudad, por el contrario,
sufren los recortes y el vaciamiento demostrando lo poco que representan
para la política macrista. Tal es el caso del Programa de Asistencia a
Víctimas de Delitos Sexuales y la subsecretaría y del Parque de la
Memoria de Costanera Norte, donde se emplaza el monumento a las víctimas
del terrorismo de Estado. Ambos pertenecientes a la subsecretaría de
Derechos Humanos y Pluralismo Cultural, a cargo de Claudio Avruj.
En el primer caso se redujo el presupuesto del área, se levantó el
programa y se despidieron a ocho trabajadores que atendieron unos tres
mil casos en los últimos cinco años. El delegado de ATE, Iván Wrobel,
explicó que el funcionario prometió que el Programa continuaría, pero
“funcionando con gente de otras áreas. Es una barbaridad, implica que a
las víctimas se les cambia el interlocutor de un día para el otro, y
además van a trasladar profesionales de otros programas, pero que no
están capacitados para tratar esta problemática”.
Por otra parte, la semana pasada se anunció un aumento del cero por
ciento en 2014 para 27 trabajadores de la subsecretaría y del Parque de
la Memoria de Costanera Norte a quienes se les habría dicho, además, que
si no estaban de acuerdo con la medida podían renunciar. La integrante
de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora Taty Almeida señaló que tal
decisión "es una amenaza inminente de cierre" de ese lugar. El 98 por
ciento de los trabajadores son contratados hace años como
monotributistas, sin estabilidad ni derechos laborales, y consideran que
la medida "implica un paso más hacia el vaciamiento profesional de la
institución y es el paso previo a su cierre".
Es por estas razones que el personal de la Subsecretaría de Derechos
Humanos de la Ciudad de Buenos Aires nucleado en la Asociación
Trabajadores del Estado (ATE) marchará mañana al mediodía hacia la sede
de ese organismo, en Rivadavia 611, donde realizará una radio abierta en
rechazo a “los despidos y el vaciamiento” del área por parte del
gobierno de Mauricio Macri.
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