Generando cambio

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Madres en Tecnópolis PDF Imprimir Correo
Escrito por Redacción Nuevo País   
Sábado, 10 de Septiembre de 2011 05:43
LAS MADRES VISITARON TECNÓPOLIS
En una hermosa tarde, cálida y soleada, diez integrantes de la Asociación Madres de Plaza de Mayo visitaron, recorrieron y disfrutaron la gigantesca muestra de ciencia y tecnología Tecnópolis.
Impactadas por el desarrollo y la calidad de cada uno de los espacios, y por las dimensiones de todo el predio, diez Madres, Hebe de Bonafini, Visitación de Loyola, Juana de Párgament, Josefa de Fiore, Mercedes de Meroño, Ana de Barimboim, Elsa de Manzotti, Josefina de Paludi, Hebe de Mascia, Claudia de San Martín, se maravillaron con la exposición más importante del Bicentenario. Además, recibieron miles de abrazos, saludos, apoyos y afecto. Se sacaron innumerable cantidad de fotos con el público y, a su paso, fueron aplaudidas y ovacionadas. Al llegar a Tecnópolis, las Madres fueron recibidas por Javier Grossman, director de la Unidad Ejecutora del Bicentenario, que depende de la Secretaría General de la Presidencia. Allí, al darles la bienvenida, expresó: "Esto es un lugar con mucho contenido, lo que estamos mostrando no es la Argentina de mañana sino la de hoy. Es realmente muy lindo, aparte de todo es entretenido, está muy preparado y dedicado a las jóvenes generaciones. Ya han venido un número importantísimo de jóvenes y en esta segunda etapa, en esta reinauguración que nos planteó Cristina, vamos a traer en forma directa un millón de pibes de escuelas de todo el país".
Posteriormente, emocionado, remarcó: "Éste es un lugar con historia: acá estaba el Batallón 601. Para nosotros haber podido recuperar este lugar, que no sea más un lugar para la muerte sino para la vida, es muy importante. Para nosotros es importante que hoy estén acá. ¡Bienvenidas!"
Tras ese recibimiento, un grupo de guías, estudiantes de universidad públicas, acompañó a las Madres durante todo el trayecto por los cinco continentes en que se divide la muestra: Fuego, Aire, Agua, Tierra e Imaginación.
Como primer punto del itinerario, las Madres visitaron el espacio "Hielos Argentinos", uno de los más visitados por grandes y chicos. Allí, bajo la tutela de Antonela, recibieron una explicación didáctica sobre los glaciares y la Antártida Argentina. El stand expone el trabajo de los científicos argentinos en esas regiones del país y cuenta con una muestra interactiva que resulta un simulacro del rompimiento de un glaciar, con estruendo incluido.
Luego, en el stand Yacyretá, apreciaron un vídeo sobre la historia y la actualidad de la represa, desde su concepción en 1925 y su inauguración siete décadas más tarde, hasta llegar a la actualidad en que opera al máximo de su capacidad de producción de energía.
A esa altura, los carritos que transportaban a las Madres eran seguidos por jóvenes y adultos con cámaras de fotos, que no se cansaban de darles aliento y apoyo. Alumnos de escuelas primarias y secundarias se sumaban, también, al revuelo que generaban los pañuelos blancos en medio de Tecnópolís.
Un rato más tarde, en el espacio de Industria, las Madres disfrutaron de un impactante show de Fuerza Bruta, que contuvo todos los elementos que caracterizan a este grupo: vértigo, equilibrio, ritmo, adrenalina y movimiento: todo en altura y alrededor de un auto que lanzaba chispas al compás de la música electrónica.
Tras esa muestra de destreza y arte, las Madres aceptaron participar de un ejercicio interesante llamado "pila humana": un instrumento que al apoyar ambas manos medía la cantidad de energía del cuerpo. La primera en acceder al desafío fue Hebe de Bonafini. Cansada pero vital, al apoyar sus manos, la aguja pegó un brinco y llevó el registro al número 49, de un máximo de 50, demostrando que la potencia que la caracteriza estaba intacta y, en Técnópolís, podía ser cuantificada. A continuación, cada una de las Madres fue midiendo su energía dejando boquiabiertos a los jóvenes que las acompañaban.
El pañuelo blanco siguió surcando la exposición en la biblioteca viviente que erigió la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP), con cientos de libros y gran despliegue de imagen y sonido. Impactantes, las paredes de 10 metros de altura, simulando los estantes de una biblioteca real, eran un imán para recorrer el mundo de la literatura universal y argentina a través de 100 títulos clásicos de todos los tiempos.
Tras las paredes de libros, las Madres admiraron la instalación de Julio Le Parc, de cientos de espejos. Luego, en los carritos, pasearon por el espacio Joven ("ya se nota", dijo al pasar "Porota", ante los pibes que le daban vida). Además contemplaron las esculturas sonoras de León Ferrari, el "tren de Tecnópolis", que recorre el parque con estaciones intermedias y hasta se encontraron con siete robots de distintos dinosaurios a escala real con rugidos y movimientos.
A esa altura ya habían recibido dos millones y medio de abrazos, cincuenta mil fotos, aplausos a cada paso y miles de muestras de afecto y admiración. Cuando pegaban la vuelta, las sorprendió la Murga Electrónica de Fuerza Bruta y no pudieron dejar de aplaudir y mover el cuerpo mientras disfrutaban la destreza, la alegría y la satisfacción que reflejaba el baile.
Al terminar el recorrido, la presidenta de la Asociación, Hebe de Bonafini, expresó sus sensaciones: "Tecnópolis es una mirada al presente y al futuro. No han dejado librado nada al azar: desde los cientos y cientos de baños, no sé cuántos de cientos de cambiadores para niños, de carritos para cuando las mamás se cansan para transportar a los niños, del tren que te podés bajar en el medio de Tecnópolis: está todo previsto. Es una genialidad lo que han hecho. Todo es limpio, todo es prolijo, no hay un papel y pasan miles y miles de personas, entonces eso demuestra que es un esfuerzo que, tal vez, nunca le vamos a terminar de agradecer a la Presidenta".
"Me impactó la gente, porque en un momento de éstos, donde los periódicos publican tantos disparates de las Madres, que todo el mundo aplauda, que todo el mundo se quiera sacar fotos, que todo el mundo venga a besar. Eso me pone muy emocionada porque nos demuestra que estamos más amparadas por el pueblo, más sostenidas, más respetadas. La verdad, es impresionante", añadió conmovida.
Luego de más de tres horas y media de trajinar se apuraron para partir, no a sus casas, sino a la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, donde posteriormente Hebe, acompañada por sus compañeras de lucha, brindó una charla organizada por el Colectivo de Filosofía Latinoamericana en el marco del seminario "Pensamiento Latinoamericano, educación popular y prácticas sociales".
Esa es –el trabajo incesante, el compromiso permanente– la respuesta de las Madres frente a las mil y una difamaciones. Una frase, surgida de sus entrañas, la resume a la perfección: "¡Ni un paso atrás"!
 
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