Hola Gerardo Ricardo Bova
La gigante petrolera Shell intenta hacer perforaciones en el Ártico, hogar del oso polar y uno de los ecosistemas más frágiles del planeta, donde un derrame de petróleo puede causar un desastre ambiental incluso más grave que el del Golfo de México.
Para detener a Shell nuestros activistas bloquearon la partida de un buque petrolero con rumbo a Alaska. Resistieron durante 77 horas y terminaron arrestados por la policía de Nueva Zelanda, pero lo que más preocupó a Shell fue el masivo repudio alrededor del mundo.
En pocos días más de 230 mil personas le exigieron a Shell que ponga fin a sus operaciones en uno de los últimos sitios vírgenes del planeta.
La petrolera le tiene miedo a la presión pública. Por eso intentó callar nuestro reclamo acudiendo a la Corte de los Estados Unidos. No dejes que nos silencien. Exigile a Shell que detenga sus planes para destruir el Ártico. Hacé click aquí.
Necesitamos demostrarle a Shell que éste fue sólo el comienzo y que seremos muchos más los que enfrentemos sus mezquinos intereses. Una perforación en el Ártico puede tener graves consecuencias para el ambiente y las especies que lo habitan.
Firmá nuestra petición para evitar que Shell destruya el Ártico. Hacé click aquí.
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