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“TN es más peligroso que el veneno, el cianuro y las minas a cielo abierto”
"Ando a media máquina, vieron, no puedo marchar. Tengo un motor, medio, que murió me parece. Sí, pero los motores se reparan, estoy en reparaciones.
Hoy, no se si porque escuché, si porque leí, o porque estoy un poquito harta quiero hablar un poco de la juventud. A veces una parece que tuviera que hablar de otras cosas, pero todas las semanas hay que elegir. Y empecé a acordarme del 75, 74, donde se los empezó a acusar a los jóvenes de subversivos, de terroristas, de peligrosos, de marxistas, de comunistas, de socialistas, era diverso.
Cuando los empezaron a perseguir, la justificación de Clarín y La Nación con grandes títulos - que hoy estábamos buscando, porque las Madres tenemos guardados todos los periódicos – de grandes títulos donde decían: “Fueron abatidos en un enfrentamiento no se cuantos terroristas”. Y así todos los días justificando el asesinato, la desaparición y el crimen. “Fueron encontrados dos niñitos abandonados en una casa”, eran niños que se habían llevado a los padres, que se habían “salvado” por esas cosas. Fueron años durísimos en que el pueblo, yo digo el pueblo porque fueron casi todos, se la creyó que había que combatir al terrorismo, que no era una casualidad, que el comunismo, ser comunista era un insulto, ser peronista era un insulto, ser marxista era un insulto y la gente tenía miedo. Por miedo o por lo que sea, mucho pueblo, mucha gente se la creyó y permitió eso que pasó que fue la masacre más grande, el genocidio más grande de persecusión. Aunque hubo muchísima solidaridad, porque ayer unas compañeras me vinieron a preguntar si habíamos tenido solidaridad; y sí, pero era mínima. Ante lo que pasaba era mínima.
Y te cuento de las familias, en una familia los jóvenes que eran brillantes en general, mujeres y hombres, que eran ya profesionales o grandes tipos que trabajaban en los sindicatos peleando con la burocracia, pero con mucha inteligencia, que eran perseguidos, en la familia eran muy bien vistos. Ahora el día que se los llevaban ya pasaban a ser terroristas. Y nosotras, las madres de los terroristas. Entonces, yo tuve la desgracia de tener la familia de mi padre muy cerca nuestro, y la familia de mi madre, todos fachos. Todos fachos que siguen siendo fachos hoy. Entonces ya no venían más a mi casa, yo era la mujer terrorista, con lo cual no tengo más familia. La única familia es mi hija, que es lo único que tengo, lo que más amo en la vida y punto. Y lo demás, ya nada. Entonces si en las familias pasó eso, ustedes fijense.
Ahora están empleando la misma metodología y empezaron a acusar a los jóvenes, que les están llenando la cabeza, que les dan cargos que no corresponden. Exactamente el mismo lenguaje. Por eso estaba buscando, para mostrar que no hay ninguna diferencia, salvo que todavía no los acusan de terroristas, pero sí como que les comen la cabeza, como que están dirigidos. Cuando los jóvenes, por suerte, después de varias generaciones de que se llevaron a nuestros hijos - por lo menos dos generaciones pasaron – saben volver a pensar, quieren volver a hacer política, hacen política, están en la calle, están junto a quien tienen que estar, se juegan enteros. Y me parece fantástico que eso pase y hay que empezar a trabajar para que la gente que está al lado de ellos no les empiece a meter miedo: “no hagan, tengan cuidado, miren lo que dicen”. Porque se empieza así, de a poquito, es sumamente peligroso porque el enemigo en los medios, desde la Iglesia, en las homilías, hay que fijarse en todo porque la Iglesia, los militares y el periodismo facho, el periodismo amarillista entre los grandes poderes es tan peligroso como los otros dos. Y entre los tres hoy están jugando el mismo papel porque la quieren sacar a Cristina. Pero yo les voy a decir una cosa, no alcanza que no van poder, con todo lo que puteamos, nada. Hay que ver cada uno de nosotros que está haciendo, que es capaz de hacer. Si está en la casa discutiendo mientras toma mate o está en el lugar que tiene que estar haciendo algo para que esta Patria sea lo que tiene que ser. Porque yo les voy a decir una cosa, este proyecto nacional y popular es único. Es revolucionario como pasa con Evo, como pasa con diferentes revoluciones, con diferentes presiden tes, pero todos apuntando a lo mismo: proyecto nacional y popular. Si este proyecto fracasa no es por Cristina, es por culpa de nosotros. Eso tenganlo claro compañeros. No le empecemos a echar la culpa a la Presidenta. Es culpa nuestra que no sabemos hacer las cosas mejores. Así que ojo con lo que pasa, ojo con los jóvenes. Apoyemos, estemos con ellos. Son los jóvenes del Bicentenario, son esos hermosos pibes que están pensando en un futuro. Ojo con lo que pasa. No empecemos a pensar, bueno si lo dice Juan o si lo dice Pedro.
Da asco prender la televisión, da repugnancia escuchar a Nelson Castro, da asco escuchar a todos esos tipos que son peores que las alimañas, porque yo ya no encuentro que decirles. Le están metiendo mierda en la cabeza otra vez al pueblo que mucha parte del pueblo lo único que sabe ver es TN. Y eso es más peligroso que el veneno, más peligroso que el cianuro, más peligroso que las minas a cielo abierto, más peligroso que la soja contaminada. Mucho más peligroso. Así que en vez de hablar de todo eso, hablemos de estos tipos y mostremos quiénes son. Y apoyemos a los jóvenes. Y tengamoslo claro que si este proyecto fracasa es nuestra culpa, no la de la Presidenta. Hasta el jueves que viene.”
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