Generando cambio

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ACTIVIDADES EN REPUDIO AL GOLPE CÍVICO-MILITAR PDF Imprimir Correo
Escrito por Redacción Nuevo País   
Viernes, 23 de Marzo de 2012 13:07

Toda la actividad vinculada a la Asoc.Madres de Plaza de Mayo: 
"35 años de lucha inclaudicable"
La Asociación Madres de Plaza de Mayo continúa convocando a las actividades que realiza en repudio al 36° aniversario del golpe cívico -militar, bajo la consigna “35 años de lucha inclaudicable”
Esta tarde, a las 19 horas, en el auditorio de la Universidad Popular (Hipólito Yrigoyen 1584) el periodista Eduardo Anguita realizará una conferencia sobre el rol del periodismo en la consumación y legitimación de la dictadura.
Luego, en la vigilia del 23 al 24 de marzo, se inaugurará el bar político “El Revolucionario”, en la sede de la Asociación. A las 0 del sábado 24 brindará un discurso la presidenta de la Asociación, Hebe de Bonafini.
Mañana, 24 de marzo, como culminación de las conferencias, disertará, a las 19 horas, el vicegobernador de la provincia de Buenos Aires, Gabriel Mariotto.
¡Las y los esperamos a participar de cada una de las jornadas junto a las Madres para expresar nuestro repudio al Golpe y celebrar la lucha de los 30.000!
“Ellos están entre nosotros”
El filósofo y ensayista Ricardo Forster disertó esta tarde en el Auditorio Juana Azurduy de la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo en el marco de las actividades de repudio al golpe cívico- militar. Forster, quien junto con el sociólogo Nicolás Casullo gestó el espacio Carta Abierta se refirió a las complicidades y las resistencias en torno a la dictadura.
Forster expresó su emoción de “tener a las Madres delante mío, lo que ellas representan, su fuerza, su vitalidad, su coraje, su tesón, su moral. Creo que si uno tuviese que elegir a lo largo de la historia argentina el momento de mayor dolor y de mayor riesgo, el momento de mayor valentía, de mayor soledad; y al mismo tiempo el momento de mayor presencia de la ética en el tiempo más oscuro y horroroso, claramente las Madres ocupan el lugar de la virtud en la sociedad argentina”. Y señaló que “si estamos aquí en este lugar tan precioso es porque no nos han vencido, y si no nos han vencido es en gran medida es porque están las Madres, que son las Madres de todos nosotros”.
“Cada 24 de marzo cada uno sabrá que le pasa interiormente” reflexionó: “dónde estaba, con quiénes estaba”. Y destacó que “cada generación, cada época, vuelve a citar al pasado y lo transforma”. Subrayó que “el pasado es lo que cada día hacemos con él, el pasado vuelve a vivir cuando lo volvemos a citar”. Distinguió lo que era recordar un 24 de marzo en la década del 90 que “en un momento en que se vuelve a abrir la posibilidad de juntar esas tres palabras sobre las que siempre hemos dado vueltas: memoria, verdad y justicia”.
“A partir del 2003 la historia produjo una inversión, un giro inesperado” describió Forster, “que encarnó en una política de derechos humanos”. En cuanto a “estos 24 de marzo de estos últimos años, estamos yendo a la única reparación que del pasado podemos hacer, que es la reparación de la memoria y de la justicia”. En nuestra sociedad, continúo, “la única redención posible es la consistencia de la memoria, que esos miles estén entramados en nuestras voces, en nuestros cuerpos, en nuestros pensamientos, en nuestros ideales y que al mismo tiempo la justicia castigue a los genocidas”.
Luego expresó “a mí me interesa también rescatar las biografías, rescatar los nombres”, a aquellos “que salieron a la vida, al mundo, a la historia porque creían que se podía cambiar ese mundo, esa vida y esa historia.” Refirió que “uno es siempre heredero. Nosotros somos herederos de las Madres de Plaza de Mayo, no seríamos los mismos sin ellas, pero también somos herederos de las luchas por la justicia, por la igualdad, por la fraternidad; contra la exclusión, contra la violencia, contra el poder”.
Rescató que “hoy los jóvenes no tienen que sentir nostalgia, porque en esta época también se abren las oportunidades para reconstruir la potencia transformadora”. Habló de “puentes de ida y vuelta que sólo la pasión, que sólo la memoria puede reconstruir y que permite que las generaciones más jóvenes puedan ir hacia atrás para recoger esas ideas”. Añadió que “no se trata solo de hablar de la dictadura como el horror, como la muerte, como el final, sino que se trata de decirle al terrorismo de Estado, a la dictadura que no hubo violencia, terror -por más brutal que haya sido- que haya logrado clausurar de una vez y para siempr esa herencia que nosotros venimos a recoger. Y esta es la victoria”.
“La barbarie está siempre allí, lo único garantizado en la historia es la barbarie, mentira que la historia es la historia del progreso” afirmó. “Y la historia de la barbarie exige de nosotros que la interrumpamos.” Aclaró que “es la barbarie de los civilizados, de los dueños del poder, de los dueños de la riqueza”.
Dirigiéndose a las Madres, dijo: “hay momentos en la vida en que lo que ya sucedió sigue sucediendo. Pero eso que sigue permanentemente aconteciendo en la medida en que sea convertido en palabra, en memoria, en ideas, en lucha, en pasión, en sueños, en poesía, en belleza, en amor se vuelve acción”.
El 24 de marzo de 1976 para Forster “se quebró la historia argentina, se produjo un antes y un después, un giro brutal”. Enumeró los estragos causados por la dictadura, las estrategias compartidas de las grandes corporaciones económicas y los funcionarios militares. “El poder en Argentina siempre mató” sintetizó. “Se trataba de inocular el terror en los cuerpos – citó a Rozithcner- para que incluso en el futuro más lejano ese terror siguiese funcionando como una glándula tal como la imaginó Oesterheld en sus personajes: los manos”.
Denunció la complicidad de la cúpula eclesiástica y de los medios de comunicación. “Sin la prensa, sin el aparato comunicacional no hay poder, no hay dictadura que pueda sostenerse”.
En relación a las tradiciones políticas aseguró que “solo están vivas en la medida en que son capaces de revisar su propia historia”. Añadió “quiero también acordarme de mis amigos, a los que amé con locura, es porque no quiero solamente tenerlos en un cuadro. Porque siento que la vida de uno y la vida de una sociedad es el trabajo maravilloso de una dulce nostalgia”. Entendiéndola como el recuerdo de aquello que se amó. “Y nosotros seguimos amando las mismas cosas que amaron nuestros compañeros: la felicidad, la igualdad, el compañerismo, esa fraternidad, esos mates eternos para hablar del mundo, para escuchar a Spinetta, para sentir que la vida estaba adelante nuestro como una posibilidad. Somos ellos y somos también nuestros hijos.” Dijo que esos hijos “pueden mir arnos a los ojos y sentir que a través de nuestros ojos están todos los ojos que nos siguen mirando porque están entre nosotros”.
A modo de conclusión celebró que hoy “se abren las posibilidades reales de meterse en el pus que emana de ese mundo corporativo de muchos de los que hoy siguen estando en los mismos lugares” en referencia a las complicidades de los grupos económicos.
“La Argentina es el único país del mundo que ha juzgado y está juzgando a todos los responsables del terrorismo de Estado” aseveró. Recorrió la experiencia chilena, española y las dificultades que tienen Brasil y Uruguay para revisar los años de dictadura. La política de juzgamiento según Forster, “nos vuelve un poco mejores y nos permite ser soñadores de sueños ya soñados. Aquellos que se soñaron en otro tiempo argentino y que siguen vivos entre nosotros”.
La conferencia fue emitida completa, ayer de noche a partir de las 24 horas por AM 530 (o por internet www.madres.org) en Pedacito de cielo, el programa que conduce Daniel Ballester.
JUEVES EN LA PLAZA CON LAS MADRES
“ELLOS NOS PARIERON A LA LUCHA Y QUEDAMOS EMBARAZADAS PARA SIEMPRE DE SU ESPÍRITU REVOLUCIONARIO”

Hebe de Bonafini. Discurso del 22 de marzo de 2012.
“Compañeros, hoy no es cualquier jueves. Hace 36 años se preparaba el golpe más fatal, más terrible, más siniestro, más salvaje. Ya había rondado la muerte entre nosotras porque desde que vinieron las tres A habían empezado a desaparecer pibes, a ser asesinados y a emplear la tortura como metodología de persecución. Pero cada una de nosotras seguramente pensaba ‘a mí no me va a pasar’, mi hijo no está haciendo nada, porqué se lo van a llevar’. Y a medida que fue pasando el tiempo, nos fuimos encontrando y fuimos viendo que eran miles los pibes y las pibas que desaparecían, que eran miles y miles las casas quemadas, saboteadas, desarmadas; que éramos miles y miles las familias que los hijos no estaban más en ningún lado, ni en la mes a, ni en el trabajo, ni en la cama, ni en ninguna de las partes donde aprendimos a verlos, estar con ellos, ayudarlos a estudiar y a trabajar, y a ser buenas personas.
Hace 36 años creíamos, porque los chicos decían ‘mamá se viene gorda, se viene dura, esto es terrible’, pero ninguno, ni ellos mismos, creyeron que iba a ser tan mortal, que la sociedad civil, parte de la Iglesia, y el periodismo, el periodismo genocida, el amarillista, el de las corporaciones, como les quieras decir, estaban colaborando para que el país creyera que era verdad que los chicos eran terroristas, que las Madres éramos las madres de los terroristas y que estaba bien que nos aislaran, estaba bien que nos mataran, estaba bien que nos tiraran al río y que estaba todo bien. Mucha parte de la sociedad silenció, se cayó. El silencio que se hizo fue mortal. Pero cuando uno habla siguen matando, como no había forma de denunciar, se siguió matando; y las Madres encontramos esta form a maravillosa de denunciar: marchando silenciosamente alrededor de la Pirámide, tomadas del brazo contándonos que pasaba. Cada jueves nos llevaban presas. Cuando alguno viene dice ‘yo ya estuve la primera vez con el pañuelito’. Mentira, querido: nos cagaban a palos y nos íbamos solas. Nunca había un tipo que lo llevaban con las Madres. Siempre fuimos las Madres solas presas, así que no me cuenten que los primeros días venían con nosotras.
Por eso, compañeros, hoy no es un jueves cualquiera. Hace 36 años no soñábamos con que íbamos a estar todo este tiempo caminando en esta Plaza. Hoy la Justicia llegó, en parte: hay ciento y pico de asesinos en prisión; y miles y miles y miles en juicio para ser condenados. Todavía faltan muchas cosas en nuestra patria, pero tenemos que agradecerles a Néstor y a Cristina que le dijeron no al indulto, no a la Obediencia Debida, no al Punto Final; que nos fueron enseñando a amar la patria; que nos fueron enseñando, y los fuimos a acompañando a hablar de nuestros hijos revolucionarios, y ellos a hablar de nuestros hijos como sus compañeros. Para nosotras fue la emoción más grande cuando Néstor dijo, es el regalo más grande, que los hijos nuestros eran sus compañeros y nosotras sus Madres. Honradísimas de ser la Madre de semejante tipo que nos dio la patria y nos la puso en la mano.
Las Madres hemos tenido muchos carteles: ‘Aparición con vida’. El primer grito en esta Plaza fue ‘Queremos nuestros hijos, que digan dónde están’. ¿Cuántas ilusiones había desde ese momento, cuántas ilusiones de que los íbamos a encontrar? Queremos nuestros hijos, que digan dónde están. Desgraciadamente ellos no volvieron pero nos quedó su espíritu, sus ganas, su revolución en nuestros propios cuerpos. Ellos nos parieron a la lucha y quedamos embarazadas para siempre de su espíritu revolucionario, combativo, increíble, de una patria mejor. Por eso, compañeros ‘Aparición con vida’, ‘Juicio y castigo a los culpables’, ‘Cárcel a los genocidas’, ‘Ni un paso atrás’. Hace poqui to teníamos ‘Apoyamos el proyecto nacional y popular’; y hoy, unidos al país entero, ‘Las Malvinas son, serán siempre argentinas”.
Las Madres estamos siempre donde tenemos que estar, no somos oportunistas. Venimos todos los jueves a poner el cuerpo, no una vez al año. Por eso la Plaza es de nuestros hijos que la habitan desde el primer momento, y de las Madres, que aunque no estén, siguen viviendo con nosotras cada jueves en esta marcha. Compañeros, compañeros, para las Madres es un honor seguir estando en la Plaza para denunciar cuando las cosas no están muy bien, para poder reclamar y pedir lo que todavía falta, pero con todo el respeto que se merece esta mujer que está dando su vida. Ayer me preguntaron, como una pregunta ‘qué le falta a Cristina’. Le falta Néstor, qué les parece. ¿Les parece poca cosa? Eso es lo que le falta a Cristina y también Néstor nos falta a nosotros. Hasta el jueves que viene”.
“Compañeros, quiero anunciar que esta noche está Forster en el auditorio de la Universidad (Hipólito Yrigoyen 1584). Mañana va a estar Anguita y mañana a la noche o a la madrugada del 24 del marzo voy a hablar yo, vamos a estar ahí todos, vamos a ser una vigilia, vamos a ser un aguante. Y el sábado, como cierre de todos estos actos, va a hablar Gabriel Mariotto. Los esperamos a todos”.
 
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