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JUEVES EN LA PLAZA CON LAS MADRES
Las Madres marcharon este jueves en repudio a las agresiones a los periodistas
Hebe de Bonafini. Discurso del jueves 7 de junio de 2012.
"Bueno, compañeros, están pasando cosas que no hubiéramos querido que pasen más pero ya hace un tiempo que yo dije que este año va a ser duro, que hay muchos que decimos que este año va a ser muy duro. El enemigo no acepta la derrota. Tiene muchas formas muy jodidas de meterle miedo a la gente, sobre todo a los compañeros que siguen queriendo ser periodistas serios, que quieren seguir contándole la verdad al pueblo, que nos siguen enorgulleciendo con su trabajo, y por eso los golpean.
Y por eso la Policía da área libre y por eso hay intendentes basuras que tienen que pagar, también, por lo que hacen. Porque esto no termina con que le sacamos una foto a la Pando. La Pando tiene quien la respalda: hay un montón de milicos, el campo este que paró una semana, dos semanas, tres sema nas: no sé cuánto quieren parar. Están intentando golpearla con mucha fuerza a Cristina.
Los discursos de Cristina son brillantes, el discurso de Catamarca no tiene desperdicio. Hay que leer cómo ha reivindicado a estos patriotas, a los caudillos, que eran tipos olvidados, que parecían lo peor. Así nos los habían mostrado en la escuela, sobre todo cuando Mitre hizo la historia. Y ella los reivindica. Los reivindica de una manera maravillosa e increíble y el discurso no tiene desperdicio. Tenemos muchas maneras de acompañarla, tenemos muchas maneras de respetarla, pero también tenemos muchas necesidades. A veces uno cuando ve los pibes jóvenes que se juegan por ser buenos periodistas, que se juegan para que sepamos la verdad, donde está: y uno ve que les pegan con tanta impunidad y que sale tan poco, que se comunica tan poco y que no son tapa de casi ningún diario, a uno le da un asco bárbaro. Y ahí uno se da cuenta cuánto poder tiene la prensa, cuánto poder tienen los poderosos, sobre todo los diarios más poderosos como Clarín y La Nación; como el Muy y el may y toda esa basura que nos sigue revolcando a las Madres, que nos sigue pegando, que nos sigue insultando. ¿Qué se creen: que con mentiras y con insultos nos van a destruir?
Por eso me parece que el repudio tiene que ser muy grande. Sé que acá hay muchos compañeros despedidos de Clarín. Despedidos impunemente, porque ahí está la historia: cuando hay impunidad para despedirlos. Y también sabemos que hay muchos compañeros que a veces, en los diarios donde están trabajando –por necesidad, no porque les guste trabajar en esos diarios– también les imponen condiciones y a mí me da mucha tristeza que esos pibes que podría ser buenos periodistas estén ahogados en esos medios. Por eso la ley de medios cuando salga (completamente) tiene que emplear a todos los que quedaron cesantes en Clarín y los pibes que no quieren seguir trabajando en los medios estos que son capaces de destruir con la mentira, con la bajeza. ¿Qué van a decir c uando las cosas se aclaren? Nada. Porque después nos dicen absolutamente nada. Sólo nos revuelcan, nos insultan y nos mienten.
Los discursos de Cristina tendrían que ser tapa de los diarios. Son impecables. Porque son discursos jugados, de cosas que se están haciendo para nosotros. Esta cosa de hablar del dólar todo el tiempo. Claro, cuando estaba Menem, que regaló el país, que tiró todo por la ventana, los que tenían salían y compraban en Miami todo dos, todo tres, mientras remataban el país. Nadie dijo nada. Ahí te pegaban por otro lado, te pegaban por abajo. Así que van a venir momentos duros, pero tenemos que seguir jugándonos. Los compañeros, los verdaderos, los periodistas que le dicen la verdad al pueblo, que salgan más acompañados, que salgan con grupos que los apoyen, no con patotas: nosotros no podemos responder con patotas. Nosotros no somos patoteros, somos un pueblo que lucha, en u na plaza, en una calle. No con patotas, las Madres nunca tuvimos patotas. Acá tuvimos compañeros que durante todo el año nos vinieron a apoyar, cuando muchos nos venían a pegar. Y esos compañeros nos acompañaron, no patotas. Y bueno, que se hagan grupos para acompañar a los pibes que quieren seguir buscando la noticia que tienen que decir. Así que este día de hoy está dedicado a todos los que nos quieren seguir contando la verdad, esa verdad que es indispensable y necesaria para ser libre; y este día de hoy está dedicado a los 150 periodistas desaparecidos. Este día de hoy está dedicado a todos los pibes de 6,7,8, a todos los pibes de Télam, a todos los pibes que fueron golpeados: a ellos. ¡Fuerte el aplauso para ellos! ¡Fuerte para que sigan, porque los queremos, porque los amamos, porque los vamos a defender! Y si hay que hacer mil marchas, vamos a hacer mil mar chas. Y también hay que hacer una marcha grande para que salga la ley, para que haya trabajo para todos, porque una vez que todos los pibes jóvenes que son periodistas, que quieren hacer periodismo de verdad, cuando haya muchos medios va a haber mucho trabajo para que todos ocupen un lugar, aunque no ganen las grandes sumas, a lo mejor, que pagan Clarín y La Nación, pero lo que van a ganar es en dignidad y en seriedad.
Y ahora, para terminar, quiero reivindicar al mejor periodista, o a uno de los mejores, en la carta que le escribió Walsh a su hija.
Querida Vicki.
La noticia de tu muerte me llegó hoy a las tres de la tarde. Estábamos en reunión... cuando empezaron a transmitir el comunicado. Escuché tu nombre, mal pronunciado, y tardé un segundo en asimilarlo. Maquinalmente empecé a santiguarme como cuando era chico. No terminé ese gesto. El mundo estuvo parado ese segundo. Después les dije a Mariana y a Pablo: -Era mi hija. Suspendí la reunión. Estoy aturdido. Muchas veces lo temía. Pensaba que era excesiva suerte, no ser golpeado, cuando tantos otros son golpeados.
Sí, tuve miedo por vos, como vos tuviste miedo por mí, aunque no lo decíamos. Ahora el miedo es aflicción. Sé muy bien por qué cosas has vivido, combatido. Estoy orgulloso de esas cosas.
Me quisiste, te quise. El día que te mataron cumpliste 26 años. Los últimos fueron muy duros para vos. Me gustaría verte sonreír una vez más. No podré despedirme, vos sabés por qué.
Nosotros morimos perseguidos, en la oscuridad. El verdadero cementerio es la memoria. Ahí te guardo, te acuno, te celebro y quizá te envidio, querida mía.
Hablé con tu mamá. Está orgullosa en su dolor, segura de haber entendido tu corta, dura, maravillosa vida. Anoche tuve una pesadilla torrencial, en la que había una columna de fuego, poderosa pero contenida en sus límites, que brotaba de alguna profundidad.
Hoy en el tren un hombre decía: -Sufro mucho. Quisiera acostarme a dormir y despertarme dentro de un año. Hablaba por él, pero también por mí.
Rodolfo Walsh.
Por él, para él, en la memoria de todos los periodistas valientes. Hasta el jueves que viene"
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