LA IDENTIDAD, UNA RAZÓN PARA VIVIR
“Una Razón para Vivir”, que se emite lunes por medio, comenzó el 11 de junio con una editorial de Hebe de Bonafini en la que destacó la valentía de las y los periodistas de 6, 7, 8 que expresaron su oposición al uso de micrófonos que simulaban ser de la CNN. Las Madres expresaron en un comunicado su desacuerdo con que la Televisión Pública utilice los métodos del enemigo. Y propuso que en vez de mostrar al periodismo hegemónico descalificando a la Presidenta, se repitan sus discursos y se repasen los avances en los derechos para el pueblo de su gestión. El programa contó con la presencia de una invitada entrañable.
Lohana Berkins y Hebe de Bonafini, se rieron, se emocionaron, dialogaron a lo largo de una hora y media en la que recorrieron la historia de lucha del colectivo travesti, el encuentro con las Madres de Plaza de Mayo y las transformaciones que se fueron plasmando en las vidas cotidianas de una comunidad históricamente maltratada. Como una profecía autocumplida recordaron la edición del libro “La gesta del nombre propio que apenas 10 años después se convirtió en el derecho al propio nombre de travestis y transexuales con peso de Ley, la Ley de Identidad de Género. Un relato donde los encuentros, las complicidades, los dolores y la gran capacidad de lucha une en un sentido del humor certero y veloz las trayectorias de unas y otras que, aunque por distintos caminos, l legaron a las mismas conclusiones: la lucha es colectiva, nunca individual. El capitalismo es el enemigo. La diversidad es la fuerza. Y en la lucha siempre se puede ir más lejos. Lohana Berkins nació en Pocitos, Salta, cuenta Pablo Caruso que oficia de locutor del programa. Es una dirigente latinoamericana de la diversidad de género. Es Presidenta de la Asociación de Lucha por la Identidad Travesti y Transexual. Además dirige la Cooperativa Escuela Nadia Echazú, un emprendimiento textil del que participan travestis. Lohana recordó que la primera lucha fue por trabajo, porque la sociedad comprendiera que las travestis querían trabajo digno. “Hace 10 años vivíamos perseguidas por el aparato policial, y sin embargo hoy, vernos vivir bien, es maravilloso”. “Hoy mis compañeras están negociando los precios de las telas en Once. Fijate cómo ha cambiado la dimensión de sus propias vidas, ahora lo que venden o negocian es su capacidad de trabajo y no su cuerpo”. Subrayó: “Yo creo que nuestra sociedad no dimensiona el aporte que ustedes, las Madres de Plaza de Mayo le hicieron a la concepción de los Derechos Humanos. Nosotras entendimos que ese gran paraguas que ustedes han abierto donde todas nos sentíamos parte de ese reclamo. Ahí fue cuando nosotras nos dimos cuenta que no debíamos continuar con el reclamo individual, sino que había un sistema que nos tocaba a todos, que es el patriarcado y el capitalismo. Ahí fue cuando nos dimos cuenta que nos teníamos que convertir en sujetas políticas”. En cuanto a la recientemente aprobada Ley de Identidad, aseguró: “Es más fuerte que el matrimonio igualitario, porque el Estado no sólo reconoce la identidad, sino otras corporalidades y las pone en la mesa para discutir los términos de ciudadanía y democracia porque no hay razón jurídica ni legal para que se nos puedan negar nuestros derechos. Entonces el Estado terminó con esa impunidad”. Aseguró que: “Es la mejor Ley del mundo, si uno hace legislación comparada, la nuestra supera ampliamente las de otros países. Primero porque no es patologizante. Segundo, la gratuidad, va a salir lo mismo que la renovación del documento. Tercero, aunque no es obligatorio el cambio de sexo, si el Estado garantiza en los hospitales públicos gratuitamente la atención a quien quiere realizarse una intervención quirúrg ica o un tratamiento hormonal. Y otra cosa muy importante es la inclusión de la figura del abogado del niño, que está en la Convención Internacional, que podrá interceder si los padres no respetan su decisión” enumeró. La conversación giró en torno a la represión eclesiástica acerca de los temas vinculados a la sexualidad, la doble moral y la hipocresía de ciertos sectores sociales que consumen sexo con travestis y luego se horrorizan. “El gran debate que se viene ahora es el del cuerpo” afirmó Lohana, “como dijera Lucy Stone, una escritora en 1854: ‘No quiero el derecho a la propiedad ni al voto si no puedo mantener mi cuerpo como un derecho inalienable’.El cuerpo de la mujer es una moneda de camb io, y siempre está tutelado por el varón.” Ante otros destinos posibles, indagó Hebe, Lohana se definió como una activista y manifestó que su deseo se realiza en el trabajo colectivo. Quien fuera secretaria de Patricio Echegaray y asesora de Diana Maffía, fue ella misma candidata a diputada nacional por Izquierda Unida en el 2001, ante la pregunta de Hebe de si está de acuerdo con los lugares para determinados gays, lesbianas o travestis, Lohana planteó que “comprendo la necesidad de quien no quiere sentirse observado, pero yo prefiero la diversidad”. Hebe al despedirse, señaló: “yo tengo un gran respeto por todo el trabajo de Lohana”. Lohana, por su parte, dijo: “Si hay algo que hemos aprendido en la calle es la de pu tas. Y nosotras estamos con las Madres siempre". La media final estuvo a cargo del acordeonista César Pavón, que entre Piazzolla y otras melodías conmovedoras acompañó la reflexión que todo lo escuchado ameritaba.
|
