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HEBE DE BONAFINI PARTICIPÓ DEL DÍA DEL MAESTRO EN EL ECuNHi
El “ECuNHi hace escuela", junto al Ministerio de Educación de la Nación, realizó los festejos del Día del Maestro en el Espacio Cultural Nuestros Hijos (ECuNHi). Hebe de Bonafini encabezó la apertura junto al ministro de Educación, Alberto Sileoni; la directora del ECuNHi, la artista Teresa Parodi; el historiador y ensayista, Norberto Galasso; la rectora de la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo, Inés Vázquez; y el cantautor Víctor Heredia.
La bienvenida estuvo a cargo de Teresa Parodi quien dijo: “El Espacio Cultural Nuestros Hijos es el espacio cultural de la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo y esperamos tener aquí alguna vez una escuela de arte para recibir a los habitantes de este y otros países que quieran estudiar arte. Mientras tanto estamos construyendo con mucho amor y esperanza este lugar. Un proyecto muy caro a nuestros sentimientos es el proyecto educativo que hacemos con el Ministerio de Educación de la Nación. Han pasado por aquí más de 20.000 chicos, desde que el proyecto existe, a trabajar desde estas paredes, desde este ámbito y con los profesores que integran el proyecto desde la memoria a la vida con la herramienta maravillosa que es el arte. La experiencia es extraordinaria, lo que nos escriben los chicos es emocionante y conmovedor”.
La directora del ECuNHI afirmó sobre el día del maestro que es una fecha muy emotiva. “Me toca muy de cerca la fecha, mi madre fue una maestra por excelencia. Para ella el día mas importante del año era el día del maestro. Yo estaba siempre lejos y ella se enojaba mucho si no la saludaba el día del maestro. Muchas felicidades por el día y gracias por el compromiso con el que trabajan y es un orgullo poder recibirlos ya que es un oficio que nunca pude dejar del todo”. cerró Teresa Parodi.
Luego hizo uso de la palabra el historiador Norberto Galasso quien sostuvo: “Es un orgullo estar con todos ustedes en este lugar que ha sido transformado con esfuerzo tremendo. Esta es la lucha de toda la historia de Argentina; de los derechos humanos por un lado, la opresión por otro, es la lucha que se remonta a los orígenes, la lucha de los pueblos originarios y que sigue después permanentemente a lo largo de toda una historia que nos escamotean nuestras inocentes maestras, que también han sido educadas en aquellos tiempos por la oligarquía que había entregado el país. Entonces tenían que vendernos una historia que justificaba la entrega y la desigualdad social. Esta lucha se sigue dando, para contar la verdadera historia, en cambio la lucha de los derechos humanos la victoria ha sido total y hemos derrotado al enemigo para siempre”.
Inés Vázquez, rectora de la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo, dijo: “Me encanta la idea del ministerio de celebrar el día de los maestros y maestras en este espacio que las Madres crearon, tomar on, se apoderaron precisamente para celebrar y transformar la realidad de nuestro país; posta que Teresa ha tomado con todos los compañeros del ECuNHi de una manera esplendida. Es muy bueno celebrar el día del maestro junto a las Madres que fueron maestras en todo este periodo maravilloso que estamos viviendo hoy”.
Víctor Heredia también hizo uso de la palabra: “Siento que deberíamos tener una mirada sobre aquellas cosas que nos hicieron de esta manera. Todo hombre crece y se enriquece en la vida gracias a los infinitos maestros que van apareciendo en nuestra historia. La primera, obviamente la madre: la que nos enseña a caminar, alimentarnos; y los otros, lo que vinieron después, los que le dieron significado a los sentimientos y nos enseñaron los sustancial de la palabra, los docentes. Esos que sacaron del contenido más profundo de nuestros corazones el sentido de la supervivencia, el sentido de la vida. Pienso en mi hermana desaparecida en julio de 1976 y lo que ella significaría, lo que significaron para mí mis maestros de la primaria y la secundaria para aquellos a los que ella les enseñaba la vida. A través de distintos maestros de la vida aprendí que tenía que dudar. Alguien me dijo alguna vez, ‘duda’. Ése fue el puntapié inicial de una búsqueda de ciertas verdades, no solo de lo social y lo político sino que tenía que ver con mis raíces. Las Madres son las maestras que todos llevamos en el corazón porque nos enseñaron coraje, dignidad y lucha”.
El ministro Alberto Sileoni sostuvo: “Es muy emocionante estar en este lugar. Con estos queridos artistas que uno ha seguido toda su vida, como Víctor y Teresa, y por supuesto Hebe. Vos sabes, venimos acá siempre emocionadamente y exhibimos como un timbre de honor poder trabajar con las Madres en tantas cosas buenas que hacemos. En este lugar de la muerte celebramos la vida. Un buen maestro es un militante, un hombre y una mujer comprometidos socialmente, no es alguien que ficha y cumple un horario, es alguien que cumple con su deber yendo mas allá de su obligación. Que enseña a pensar porque sabemos que la ignorancia trae dependencia y el pensamiento emancipa y por eso tratamos de colaborar día a día con la emancipación de nuestros jóvenes. Los buenos maestros son los que dejan a los chicos con sed, con dudas y preguntas. Un buen maestro, aprende”.
Para cer rar el acto, Hebe de Bonafini indicó: “Hace casi 78 años yo iba a primer grado. Mi mamá me hizo un delantal lleno de tablas, me puso un moño grandísimo en la cabeza, el delantal era enorme, para tres años, porque antes no se hacía un delantal para un año, era cada tres. Me quedaba largo de mangas, largo de cuerpo, largo de todo. Me puso zapatillitas blancas y yo protestando porque el delantal me quedaba largo. Pero puedo describir la escena como la viví al llegar a la escuela. Tenía tantas ganas de ir a la escuela, cómo me gustaba ir a la escuela. Ahí estaba Elma Michiglosi de Gonzálves, veinte añitos, recién recibida, con un cariño, con un amor, nos fue haciendo acercar a todos, éramos muchos. Una escuela sin patio, el patio era un pedazo de barro, de alquitrán: ése era el patio de la escuela. No me olvido, no me olvido de todo lo que aprend&iac ute; de todo lo que sé porque es la única escuela que tuve, la primaria. No me olvido de nada de lo que me enseñaron. Por eso podría describir todo ese día. Yo hablaba mucho. En mi casa me cachaban porque hablaba todo el tiempo y ese día cuando llegué mi mamá me preguntó y a mi no me salía nada, no me salían las palabras. Era tanto lo que tenía para contar. Por eso el día del maestro es un día espectacular que cada uno de nosotros debemos recordarlo con mucha fuerza. Nuestros hijos fueron maestros en todo, enseñaban en todo, enseñaron con el cuerpo, enseñaban con la acción, no sólo con lo que escribían, alfabetizaban. En mi casa se la pasaban haciendo palitos para enseñar. Enseñaban por los barrios, enseñaban política, enseñaban a las madres a ser menos egoístas y nos decían siempre con esa f&eacut e;rrea voluntad militante, ‘mamá, un pueblo educado es un pueblo que triunfa’. Un pueblo formado es el que va a llevar adelante la patria. Hoy veo este lugar con banderas y me emociona. Los milicos nos habían quitado todo, las banderas, la escarapela y hoy los recuperamos. Este lugar, con Teresa una gran maestra, que hace un trabajo magnifico, esperemos que algún día sea nacional, ya que está el Ministro acá le pedimos que la Universidad también lo sea. Las Madres amamos lo que hacemos, tenemos pasión por lo que hacemos. Sin pasión y amor no se puede hacer nada. Los maestros todo el tiempo dan, todo el tiempo nos dan. A mis hijos los formaron para ser libres, qué maravilla esa Escuela Nacional de La Plata que desde los 13 años ya hacía política. Me enseñaron a leer el diario. Por eso hoy tener a este Ministro y esta Presidenta es un lujo que tenemos que disfrutar y con amor. El maestro es el que forma, el que da llegando a lugares tan lejanos, a escuelitas ranchos, por eso todo eso me llena de orgullo y es un honor que me hayan invitado para hoy. Amo hablar de lo de antes, de la historia, de mi mamá que me hizo ese delantal grande. Para terminar quiero felicitar a todos los maestros por ser maestros y quiero adherirme hoy aquí a todos los maestros que echó Macri para ver si todos hacemos que los dejen en el lugar que les corresponde. Y como la memoria es hablada, no es la muerta, la que está oculta quiero leer algo que escribió Neruda: Doy fe./ Yo estuve/ allí./Yo estuve/ y padecí y mantengo/ el testimonio./ Aunque no haya nadie/ que recuerde/ yo/ soy el que recuerda./ Aunque no queden ojos en la tierra/ yo seguiré mirando/ y aquí quedará el escrito./ Aquella sangre/ aquel amor aquí seguirá ardiendo./ No hay olvi do señores y señoras/ y por mi boca herida aquellas bocas seguirán gritando”.
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