La sentencia por el caso Marita Verón fue contra toda la sociedad

En la tarde del martes, la sociedad fue testigo de lo que Rodolfo Walsh hubiera calificado como un “oscuro día de justicia”. Arbitrariedades en el poder, omnipotencia y otros atavismos se unen para que fenómenos como la trata de personas persistan en el siglo XXI. Más allá de la distancia y la licencia literaria –el cuento de Walsh relata los excesos sobre niños abusados por un celador en un internado católico–, las absoluciones de la Sala II de la Cámara en lo Penal a los 13 acusados por el secuestro, corrupción, explotación sexual y desaparición de Marita Verón, muestran que el sistema Judicial en provincias feudales como Tucumán amalgaman el poder político con jueces y policías.

Desde el lugar de representación que ocupo en la legislatura porteña, junto a otros diputados, hemos presentado un Proyecto de Declaración en repudio al vergonzoso fallo y en solidaridad con la madre de la víctima, Susana Trimarco, con su nieta Micaela, entre otros familiares y amigos abocados en la lucha contra la trata de personas para la explotación sexual.

Si bien los fundamentos de la Cámara serán presentados el próximo 18 de diciembre y se habla de un eventual Juri de enjuiciamiento a los magistrados, cabe destacar que el veredicto de los jueces Alberto Piedrabuena, Emilio Herrera Molina y Eduardo Romero Lascano, se corresponde con una realidad ineludible en donde ciertas minorías en el poder han hecho oídos sordos a un reclamo y búsqueda desesperada que lleva más de una década. Curiosamente, el dos veces reelecto gobernador José Alperovich (2007 y 2011) no transformó desde su llegada en 2003 la estructura subterránea que habilita una red de proxenetas, con base en Tucumán, La Rioja, Córdoba y Buenos Aires. Sólo modificó la Constitución para perpetuarse en el poder.

Poco ha hecho para transformar una provincia que aún mantiene entre sus fuerzas policiales a funcionarios que hicieron carrera durante el mandato del dictador Antonio Domingo Bussi (1995-1999). Pero sorprende aún más que su compañera y senadora nacional asegure en declaraciones radiales que “la prostitución existe y va a seguir existiendo”.

Para que no haya más casos Marita Verón exigimos junto a innumerables organizaciones sociales una Ley de Trata que elimine la figura de “consentimiento”, la complicidad policial y la connivencia política. La prostitución va a seguir existiendo en la medida en que oscuros personajes permitan la recurrencia de otros oscuros días de justicia.