Generando cambio

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3er Capítulo de la Historia del Folklore PDF Imprimir Correo
Escrito por Gustavo Altamirano   
Jueves, 18 de Noviembre de 2010 00:00

El caballo criollo
"Los Pueblos que olvidan sus tradiciones no saben de dónde vienen ni saben adonde van y se convierten en un conglomerado amorfo sin dirección ni sentido" Jaime Dávalos 

En el último número hablábamos del gaucho argentino e hicimos una breve referencia al caballo como compañero del mismo.-
Hoy vamos a hablar de ése símbolo casi indisoluble que acompañó y acompaña al gaucho en una historia que se desarrolla de forma casi paralela.-
Desde que la historia nacional empieza a ser contada, el caballo representa un rasgo inseparable que enaltece a todo aquel hombre identificado desde lo profundo con la tradición argentina. Los hacedores de campañas militares, los agricultores, los chasquis, los expedicionarios, los arrieros, todos absolutamente todos, tuvieron como herramienta imprescindible o compañero inseparable al noble caballo quien llegó en barco junto con el arribo de los conquistadores españoles.-

Si bien existió alguna controversia sobre el origen del caballo criollo, podemos asegurar que la misma está zanjada, ya que si bien existieron caballos originarios de América en el que hoy es nuestro territorio nacional,  al poco tiempo de la llegada del hombre (hace unos 10 u 11 mil años), los mismos se extinguieron rápidamente, no habiendo hoy lugar a dudas que el caballo criollo es descendiente de los primeros caballos traídos por Pedro de Mendoza y por Juan de Garay en las dos fundaciones de Buenos Aires.-
Volviendo al desarrollo conjunto que mencionáramos del hombre y del caballo, cómo breve reseña diremos que El hombre patagónico pudo desandar enormes distancias y hasta usó leche y carne equinas. Los pampas agigantaron sus dominios y opusieron una feroz resistencia al “blanco civilizador” merced a la destreza que lograron “de a caballo”. Los heroicos granaderos de San Martín hicieron toda su campaña de a caballo. Las ya nombradas montoneras del litoral (en un número anterior), el valiente ejército del norte o la guerrilla del Noroeste (infernales de Güemes) también jalonaron nuestra historia de a caballo.-
No es posible concebir en el período de expansión nacional (años 20 al 80 del S.XIX), la imagen del hombre de acción política, rural o militar sin su caballo.-
El caballo se convirtió en un símbolo de la vida de los argentinos. Razas especiales, cruzas pensadas para prestaciones específicas y hasta instituciones de gran jerarquía social vieron la luz como resultado de haber mantenido y conservado a pesar de todo, las características de selección natural que dieron origen al caballo criollo.-
El 23 de Abril se celebra en nuestro país del Día del Caballo Criollo, en homenaje a dos prodigiosos caballos criollos “Gato y Mancha” que recorrieron en algo más de 3 años la distancia que separa a la ciudad de Buenos Aires de la ciudad de Nueva York, conquistando los récord mundiales de distancia y de altura (para quién quiera ir a visitarlos en el museo de la ciudad de Luján se conservan los cueros adheridos a réplicas).-
Algunos tipos de pelajes de los caballos criollos: Bayo: Su pelaje es de color amarillo; Tordillo: que puede ser blanco o negro (según si predomina en su pelaje el blanco o el negro); Alazán: de color castaño  (cuando claro doradito y cuando oscuro quemado); Zaino: es de color castaño colorado; Moro: cabeza, patas y crines negras y el resto del cuerpo salpicado con pelos blancos.-
Según la Confederación Gaucha Argentina, hay un concepto generalizado sobre el pelo característico de la raza criolla que lo constituye el gateado que viene a ser el bayo leonado.-
Finalizamos ésta breve reseña con un poema de Belisario Roldán:
“Se alzará algún día, Caballito Criollo, Como una eminencia, un overo en pie,
Y estará tallada tu figura en bronce, Caballito Criollo, que pasó y se fue”.-

 

Última actualización en Miércoles, 17 de Noviembre de 2010 23:34
 
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