Entrevista a Sergio “Cucho” Costantino, director del documental Imágenes Paganas, al que define como una “Opera Rock/Film Documental sobre la vida y obra de Federico Moura”.
Por Pablo Russo y Lucas Rodríguez Perea
APU: La película tiene como subtítulo “Acerca de un héroe del rock argentino: Federico Moura”. ¿Cómo tomás la figura del héroe?
Sergio “Cucho” Costantino: Como un héroe, con lo que todo eso
significa. Me parece que Federico cambió e incorporó algo en nuestra
cultura y de alguna manera, eso modificó algo en los jóvenes, en la
gente. La música de Virus está muy presente y ha sido un
referente para muchas bandas. Y la música es cultura, eso tiene mucho
que ver con nuestra idiosincrasia.
Los héroes hacen eso, dejan algo en
pos de los demás, siempre asociamos la figura del héroe con el militar
que liberó la patria. Pero me parece que en esa vorágine de los años ´80
sólo puedo decir esto, que Federico entregó su vida en pos de las
canciones, de toda esa locura que se vivió en todos esos años y nos dejó
un legado musical enorme, tan importante para nuestra cultura. La
cultura es todo en un país y saber reconocerse en esas personas creo que
es importante, al menos para mí que pienso de esa manera. Me parece que
en todas las casas alguien conoce una canción de Virus.
APU: ¿Cómo llega la decisión de hacer esta película?
SC: En realidad hace unos años que vengo haciendo documentales.
Trabajé muchos años en televisión y en mi última etapa pasé de la
televisión abierta al cable y ahí empecé a hacer documentales. Fue un
formato que descubrí y me encantó y que yo no lo había experimentado.
Trabajé muchos años en Sorpresa y media, era un programa que
cumplía sueños televisivos y de alguna manera, eran pequeños
documentales de historias de vida y eso me apasionaba. Porque era
impresionante lo que pasaba con las personas cuando hacíamos eso, más
allá de cumplirles el sueño, eso era documental, y yo no me había dado
cuenta. Cuando me tocó hacer documentales me sentí muy cómodo en el
género, como venía de hacer mucho entretenimiento, mucho audiovisual
pero con diferentes formatos. Durante toda mi carrera hice muchos
videoclips y entonces el rock también era un lugar donde me sentía
cómodo como para filmar. En un momento tomé la decisión de dejar la tele
y hacer documentales de rock.
APU: Has dirigido Buen día, día la película sobre Miguel Abuelo junto a Eduardo Pinto. Precisamente Miguel y Federico mueren el mismo año.
SC: Sí, fue una gran casualidad, justamente Federico estaba en esa
lista de héroes, de íconos, creo que no tenía un reconocimiento de esta
naturaleza en una película porque las películas, por decirlo de algún
modo, son más eternas que un simple informe en la televisión, tienen más
permanencia y la gente la ve con otro carácter. Me gusta decir que es
una película musical en sintonía opera rock, no simplemente un musical,
te diría que hasta el documental está bastante menospreciado, es como el
hermano menor de la ficción.
APU: Tu documental no es tradicional, tiene algunas partes de
ficción de las que ya vamos a hablar. ¿En tu investigación qué puntos
de similitudes encontraste entre Miguel Abuelo y Federico Moura, dos
héroes del rock nacional?
SC: Es algo que también he pensado. Creo que a nivel personal no
tenían nada que ver, eran el agua y el aceite. Sí fueron dos personas
que transitaron el rock en los mismos años y que hicieron bailar a toda
una generación de jóvenes. Ellos tenían la particularidad de producirse
mucho, en los show se tuneaban, como se dice ahora, y ponían
mucho arte arriba del escenario. Miguel era una persona muy escénica,
era un artista con muchas aristas y trajo eso de Europa. Federico ya lo
tenía incorporado desde chico, era una persona muy culta, muy vinculada
al arte, entonces, entendía que un show musical tenía que tener ese
atractivo. Más allá de eso no creo que haya otra similitud, sí que
murieron en el mismo año y por la misma causa. Como persona, son
completamente diferentes, uno era extrovertido completamente y el otro
introvertido, no hablaba de su vid. Federico era una persona muy
reservada, sólo hablaba con la prensa cuando salía un disco, en los show
no hablaba y a Miguel había que taparle la boca, eran dos número uno
pero completamente diferentes. Han transitado momentos de su vida
juntos, inclusive, Virus y Los Abuelos tocaban bastante seguido y en los mismos festivales y en boliches también en una misma noche tocaban los dos.
APU: Vos naciste en el año ´65, rondabas los 20 años cuando
pasaba toda esta movida. Leí por ahí que no tenías mucha afinidad con Virus, eras más de la onda de Pappo.
SC: Eso lo escribí y me esclavicé. Pappo tenía una frase que era muy
interesante, que obviamente yo la rescato y la uso mucho en mi vida,
“lo importante es no mentir”. Yo de chico mentía mucho y cuando fui
adolescente dije “no voy a mentir más, no tiene sentido, la verdad es lo
más importante, es lo que te lleva a la felicidad”. Me pasó lo que al
grueso de la gente, Virus al principio fue rechazado y la
prensa se ocupó de marcar este rechazo. Sí había un grupo que fue
creciendo, muy importante y que tenía la necesidad de escuchar cosas
nuevas y ellos tenían un grupito de punks y de modernos que los seguían,
pero la mayoría de las personas entre las que yo estaba no los
aceptábamos. No me llamaban la atención, no me divertían, no me daban
ganas de bailar pero en esos años pasaron tantas cosas que yo también
fui cambiando. Entendí que las cosas cambian y si te gusta la buena
música podés escuchar cualquier cosa. Menos cumbia, escucho cualquier
cosa siempre que sea buena y que me guste. Con el tiempo me empezó a
gustar Virus y algunas canciones, de las cuales hasta el día de
hoy adoro y cada vez que las escucho me emocionan, me pasa como a mucha
gente que cuando le gusta una canción, te emocionás y la querés cantar.
Los últimos tres discos de Virus. Justamente es algo
particular e interesante, ellos rompieron con toda esa estética del rock
que había en los ´80, que es eso de tener un rock más sinfónico y
trajeron estos ritmos nuevos ligeros. Y cuando los terminaron de aceptar
en su tercer o cuarto disco, cambiaron de música, se fueron al
romanticismo, Federico también era un adelantado en eso.
APU: Dentro de la banda, el guitarrista Ricardo Serra da el
testimonio en tu película que no le gustó este cambio y se fue porque
decía que esta música era muy gay. Es notorio porque era una crítica que
se le hacía a Federico en ese momento pero ahora, 30 años después.
SC: Pero Ricardo Serra es un tipo consecuente con sus palabras,
porque sigue siendo un duro metalero y si no le gusta, no le gusta. En
pleno éxito dijo “a mi esto no me gusta, no lo toco”, hay que tener
valor para hacer eso. Los tipos fueron auténticos todos y a mí, ese
cambio de música quizás fue el que me acercó. Se hicieron mucho más
populares, hicieron una explosión, empezaron a tocar por toda América,
eran número uno, llenaban estadios y ahí ya te entra por los poros. Te
comprabas un cassette o lo escuchabas en la radio, todo el mundo conocía
esas canciones y a mí, obviamente me empezó a gustar. Por eso digo que
fui parte de ese grupo al que no les gustaba pero me fui aflojando, no
me considero un fanático y no está dentro de mis bandas favoritas. Pero
sí me parece que la figura de Federico es para homenajear, reivindicar,
reconocer. Estoy ya con una edad de mucha reflexión y creo que todo este
cambio que se está haciendo en el país y que la cultura es tan
importante, me parece que es clave que nos sepamos reconocer y dejar de
mirar tanto afuera y ver que acá tuvimos tipos que hicieron esto.
También como un mensaje, si tenés muchas ganas, si tenés algo en el
corazón lo podés hacer, también tenés que tener mucha conducta porque el
rock es muy loco. Pero la verdad que los tipos que llegan a los
primeros niveles, se rompen el culo, tienen muchas horas de laburo, no
es todo tan jodita como parece. Federico era un tipo así, muy estricto
con su trabajo y eso también tiene un mérito.
APU: El eje central es Federico, pero además la película hace referencia a sus hermanos: el
mayor, Jorge, que se encuentra desaparecido, Marcelo y Julio que
formaban parte de la banda y que la impulsaron. También aparece la
madre. ¿Cómo fue ese trabajo de recoger estos testimonios?
SC: Cuando hacés un documental, primero hacés una investigación
periodística y vas uniendo, es bastante complejo escribir un documental,
entregar una carpeta al INCAA para que te la aprueben. Porque tenés que
ir armando un guión con lo que te van diciendo, con lo que
investigaste, ir uniendo frases y poniendo canciones. Debe ser más fácil
escribir directamente una historia que te sale de la cabeza y no
depender de los testimonios de los demás. Siempre tuve claro cuáles eran
las metas. La música como primera lectura, la creación y Federico en
ese proceso es el eje de la película. Había pensado sólo convocar a los
músicos y hacer un documental con pocas personas y no que haya 20
hablando porque me daban ganas de meter una ficción en el medio y quería
romper con la estructura documental. Quería hacer una ópera rock,
contando otra historia paralela por eso también se me ocurrió poner la
historia de Paloma que es una ficción que va en el medio de la película.
Cuenta la vida de una adolescente durante esos años y lo que le pasó
escuchando la música. Me enfoqué sólo en los hermanos, los músicos y
trabajé mucho con ellos para poder lograr buenos testimonios. Más el
gran trabajo de archivo que hizo Alejandro Bordaisco que tiene el
archivo más completo de Virus que existe.
APU: ¿Tuviste algún tipo de traba o de restricción de parte del resto de los Virus?
SC: No porque en realidad los Virus están todos en la
película, que también es un hecho anecdótico porque es la primera vez
que se hace, de Federico se habían hecho muchos informes y de Virus en
la tele pero nunca algo tan completo y en este formato de película. Una
vez que tenía la película montada fui agregando cosas y convoqué a un
amigo porque no hablamos de Federico en su vida personal, sólo contamos
algunos rasgos de su personalidad y su condición sexual porque tiene que
ver con la historia, cómo rompió esa barrera en un mundo machista. Pero
no nos metemos en su cama, en su cuarto, corresponde porque él se ocupó
de tenerlo guardado. La primera lectura era la música, después esta
historia paralela y entre medio de ellos toda una mélange de cosas.
APU: Esta historia con Paloma Kippes, que también es Paloma
del Cerro, que vas contando a través de fotos, de esa fan que sigue a
los Virus a través de todos sus discos ¿Cómo se te ocurrió esa historia que fuiste insertando en la película?
SC: Eso también estuvo pensado desde un comienzo, lo escribí casi
como un cortometraje, es una historia que tiene mucha correlatividad, lo
que pasa que en la película se va cortando y va apareciendo de a
pedacitos. Siempre tuve claro que quería hacer esto, de romper, de hacer
algo estético, la figura de Paloma en su rol es un ángel. Quería
mostrar cómo se iba transformando esa persona de ser una chica purista a
ser una chica punk, después hay un punto en el que todo cambia y cambia
para siempre. Eso tiene que ver con algo que viví en aquellos años, en
esos años iba a la escuela secundaria y teníamos un compañero que era
gay, que la pasaba muy mal el flaco, lo cargábamos y realmente fue una
pesadilla para él, por suerte yo tuve la oportunidad de pedirle perdón y
nos hicimos amigos. Recién en quinto año asumió su sexualidad y siempre
me acuerdo de esto. Tengo hijos adolescentes y como que ahora todas
estas cosas te vienen a la mente. Me parece que debe ser muy difícil
hasta el día de hoy para una persona con una condición sexual diferente a
la mayoría, asumirse, mostrarlo públicamente, mostrarse a la familia y
en este caso creo que Virus ayudó a liberar muchas cuestiones.
Muchas personas pudieron decir soy esto porque tenían ahí un referente y
que no pasa nada, es feliz. Lo que trato de contar con Paloma es esto,
este cambio de su condición, de su personalidad hasta que pasa algo.
Esto fue por un lado, lo más laborioso pero lo más fácil de escribir,
porque salió todo de mi cabeza y lo hice de corrido. Trabajamos mucho
con Paloma, con Matías Calzonari que es el director de fotografía, con
un equipo bastante grande para el presupuesto que teníamos. Fuimos a ver
locaciones 6 meses antes e hicimos mucha prueba de vestuario, eso
estuvo muy armadito como una ficción.
APU: ¿Dónde está filmado?
SC: Eso está filmado íntegramente en La Plata con un equipo técnico
que es el 80 % gente de La Plata, menos Matías Alejandro y dos o tres
más y Paloma que vivimos en Capital. Mi asistente de dirección que se
llama Piqui también es de allá y fue ella quien se ocupó de reunir al
equipo. Hay un plano donde filmamos la Ciudad de la Plata y para eso
había que ser conocedor de la zona y marcar un recorrido. Hasta
trabajamos con una arquitecta porque queríamos hacer un plano con los
edificios. Queríamos que la ciudad se viera tal cual es porque La Plata
es una ciudad muy particular en su construcción, su parte edilicia. Fue
un trabajo que no tiene que ver con el presupuesto que teníamos pero sí
tiene que ver con la onda que teníamos.
Entrevista realizada en el programa radial Agite Cultural: www.agitecultural.blogspot.com
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