Cultura Popular I Libros
El artista plástico Daniel Santoro ilustró el libro de Carlos
Godoy, "Escolástica peronista ilustrada". "El libro dispara algunas
situaciones directas sobre la imagen de Perón, sobre ese tema de la
masculinidad peronista", aseguró.
Por Juan Ciucci
AGENCIA PACO URONDO: ¿Cuál fue su relación con el libro de Carlos Godoy y cómo surgió la idea de ilustrarlo?
Daniel Santoro: Yo me enteré por un
amigo vía mail y ahí tomé contacto con el libro que en realidad estaba
editado por una editorial de Córdoba, restringida, con poca difusión. A
mí me encantó desde un primer momento, me pareció una revisión del
peronismo novedosa. Hasta ese momento nadie había tenido una mirada
sobre el peronismo de la forma en que se veía en ese libro. Me dio
muchas ideas, tenía compatibilidad con ciertas imágenes que había allí.
Hablamos con Guido (director de la editorial Interzona) que se enganchó
también con ideas.
Lo que acordamos es que no tuviera
una lectura que fuera forzadamente la de los versos y que aparezcan
ilustrados de una forma directa y no por páginas opuestas como se suele
hacer en las poesías ilustradas que finalmente tienen un resultado que
deteriora la imagen poética y visual. Es un recorrido por el libro de
tres bloques de poesías y tres bloques de ilustraciones, uno puede leer
las poesías, mirar las ilustraciones, es una interacción que al mismo
tiempo son caminos separados.
APU: El poema trabaja también
imágenes a veces violentas, distintas y provocadoras. ¿Cómo fue trabajar
eso desde la representación?
DS: El libro dispara algunas
situaciones directas sobre la imagen de Perón, sobre ese tema de la
masculinidad peronista, esa cosa machista que está en el peronismo
también. Me parece que esos son los lugares más jugosos, el peronismo
tiene oscuridades y demás cosas que lo convierten en un objeto oscuro
impedido también en un tiempo político, eso está presente de alguna
manera.
APU: Hablaba de estas nuevas
lecturas posibles, de propuestas y también hay una reformulación de la
estética peronista en el libro.
DS: No, no tiene esa ambición; hay
una estética sí, que es un poco melancólica, que es la que a mí me cabe.
Trato también de rescatar algunas cosas del cine de los 50, ese blanco y
negro un poco difuminado. Por Boris Katunaric
Para los peronistas poetas no hay
nada mejor que poetas peronistas, para los poetas no peronistas no hay
nada peor que leer a Carlos Godoy que presenta los principios de
autoridad del sujeto peronista.
La palabra peronismo es una gran incógnita, por su extensión, por su
capacidad de abarcar un todo heterogéneo, de sintetizar en el ser
argentino su mayor indefinición. No se sabe bien qué puede componer el
abstracto, amplio, inabarcable ser peronista. Según Godoy Todo es
peronista, o casi todo, hasta los radicales.
“mamá es radical
porque
en campaña
le regalaron una cuna
a los meses que yo nací
los radicales
también
son peronistas”
El poema enumerativo es muy
complejo de estructurar, muy difícil de escribir y bastante más de
encontrar en los temas comunes, se necesita de un hilo conductor que
arrastre una cantidad de conceptos comunes, que amarre todos los peces
de una o, a la inversa, que desarme el rompecabezas para ver de a una
sus piezas, la deconstrucción como herramienta del lenguaje poético.
Entonces todas las cosas son peronistas, recorren el peronismo, lo
circundan y maman de sí y Godoy las muestra una por una, nos da a
conocer de qué está compuesto el concepto: el poema se deja llevar libre
y caótico, los escenarios más frecuentes pueden ser los patios del
conurbano, los barrios en la primaria y la secundaria, la cancha, la
comisaría, paisajes populares como el peronismo, algo popular que se
inscribe en lo social, en lo bajo, en lo marginal, lejos de las
definiciones académicas, lejos del mundillo intelectual:
“el albañil
es el obrero
peronista”
Atraviesa el texto una provocación
directa y nada inocente, todo el tiempo se advierte una constante, la
de “esto es así y si no te gusta aguantatela” - un auténtico poema
camorrero. Los conceptos se trastocan a veces con violencia y dulzura a
la vez.
“el amor a la madre
es peronista
el amor a tu mamá
y a tu hermana
también
es peronista”
Este tipo de giros conceptuales
sorprenden, son irrupciones que por su precisión se clavan en la
memoria. Por su métrica, los versos (que casi nunca superan las nueve o
diez sílabas) generan un ritmo rápido, dinámico, fácil y directo. Se
lleva puesto y se supera a sí mismo en lo insólito, en lo mordaz. El
humor que desarrolla Godoy estrofa por estrofa es también, a lo largo
del poema, digno de elogio, no es una poesía solemne, no se cierra a las
demandas populares y esto es un recurso poco empleado, una virtud
denostada, un hecho maldito para la poesía, igual que el peronismo.
“criar culo
y panza
es fisiológicamente peronista”
“la creatividad
puesta al servicio
de la estafa
es peronista
ergo
hacer un gol
con la mano
es peronista”
Dejar de lado que en este poema
resuenan los ecos más incómodos para todos los policías de la palabra
sería una metida de pata, por su amplio sentido de lo popular y como
expresión de la misma, la búsqueda de esa voz de la que todos somos
parte ineludible. Puesta al servicio de la poesía, el peronismo es un
hecho maldito, históricamente maldito. Pero, aún así, es bueno y
tranquilizador sentirse parte del poema, no necesariamente como
peronista sino como sujeto social (que, a priori, es peronista).
Suplemento Cultura Popular
La visión de Favio del Peronismo es una visión “crística” en la
cual Evita es la Virgen y el General el Cristo que tardó diecisiete
años en resucitar del exilio.
Por Santiago Asorey
“Perón, Sinfonía del Sentimiento” de Leonardo Favio tiene la
particularidad de ser una película paradigmática para pensar las
relaciones entre la simbología cristiana y el entramado cultural del
Peronismo. La forma en que Favio hace evidente estas relaciones hace
significar al Peronismo más allá de la experiencia ideológica sino a
partir de un afecto espiritual de una potencia extraordinaria en la
transformación de la historia. En las imágenes de archivo de Evita
rescatadas por Favio, la vemos bajando por las escaleras en Italia, la
descripción de la figura de Evita se profundiza, para convertirse en la
virgen o en un ángel. Esta cercanía de pensar la figura de Evita como la
Virgen María, como madre espiritual de los descamisados construye en
Eva a una figura protectora que nunca abandona a los postergados. Es la
consolidación del aspecto político espiritual que integra la potencia
del signo de Evita.
La visión de Favio del Peronismo es una visión “crística” en la cual
Evita es la Virgen y el General el Cristo que tardó diecisiete años en
resucitar del exilio. Para el punto del regreso del exilio, el Peronismo
esta cristalizado como significante fundante de toda una sociedad
inclusive como negatividad en sus enemigos. Favio resurge en su obra
desde la fe del pueblo, como el gran artista y teólogo secular en el
corazón de la experiencia mística. En esta visión el conflicto no es la
ideología, en tanto no se trata de la sinfonía de una ideología, sino
del sentimiento irracional, místico y alucinatorio. La lectura de lo
profundamente político a partir de una sensibilidad irracional que no se
deja atrapar por la razón colonizadora de Occidente.
Cuando se muestran a las masas en la plaza, Favio no muestra a Peron,
sino que imprime su voz sobre las masas. Desde ese lugar el sentido se
desplaza y nos revela a Perón no como un cuerpo, sino como una voz
sobreimpresa en las masas. Pero no es solo la voz de las masas. En una
descripción mas profunda vemos que las masas son el cuerpo de Perón. El
sujeto del Peronismo no es Peron sino las masas que lo sostienen con
fe. No existe Peron sin las masas. Ni las masas sin Peron. Son el Ying
Yang. Esta imagen manifiesta la materialidad misma del Peronismo,
entendida como miles de personas en una plaza o también miles de
estrellas en el cielo. Es el movimiento que une lo histórico-colectivo y
lo cósmico. Lo que Favio construye es la elevación del Peronismo como
experiencia espiritual. En tanto, pareciera convertirse en un enorme
acto de fe en el momento en que se produce la ausencia del cuerpo. En la
ausencia de cuerpo de Evita robado, en la ausencia del General
sacrificado a través del exilio. El problema parece jugarse en el
límite del cuerpo y el espíritu. Como dice Evita, “El Peronismo es la fe popular hecha un partido”.
El cuerpo del Peronismo ha sido robado al igual que el cuerpo de
Cristo. Aunque después descubramos que no ha sido robado, sino que ha
ocurrido un milagro. Al igual que la resurrección cristica. A pesar de
los golpes de estado, de la proscripción y de la represión del pueblo,
el Peronismo no puede ser robado, nos dice Favio. Favio es un cineasta
del milagro. Él hace visible lo invisible al hacer visible la fe
popular. Al hacer visible en el final de “Peron, Sinfonía del Sentimiento”,
a las olas que forman las grandes mareas históricas para llevar a Perón
a su destino histórico, a la devolución de Perón a su pueblo. Acaso la
genialidad de Favio fue darse cuenta de aquello que los politólogos y
sociólogos no pudieron explicar sobre el movimiento. Es imposible
entender el Peronismo bajo un concepto meramente material. Favio
entendió que el Peronismo no puede ser leído como mero sistema de
signos, ni como mero sistema ideológico. Que era mucho mas que un
discurso. Que sólo puede ser comprendido como visión religiosa o como
experiencia mística, cómo una relación de la fe popular y la política.
El Peronismo heredo del Cristianismo la construcción mística que
considera al sacrifico como una parte esencial del renacimiento
colectivo. Evita muere para volver como espíritu santo a través de su
presencia entre los hombres. Es decir encarnar en el espíritu entre las
relaciones sociales de los hombres. En esta línea se sostienen las
constantes de resurrección a partir del sacrifico presentes en el
movimiento. La muerte de Evita y la santificación popular, el exilio y
el regreso del General y por ultimo la muerte de Néstor Kirchner y su
regreso en una nueva generación de militantes que hacen sentir la
presencia de quien revive a través del pueblo. Sin duda los múltiples y
heterogéneos relatos con los cuales se intento explicar el Peronismo sin
nunca poderse explicar en su totalidad, muestran que el Peronismo
persiste como lo Real en la historia argentina. Es decir aquello que
resiste a la simbolización pero que constantemente escapa de la
represión para regresar y alterar la historia. El Peronismo ha actuado
en la historia como una fuerza que ha excedido todos los lenguajes con
los cuales se lo intento explicar y ha regresado desde el inconsciente
de la historia como la expresión potente de la política de las clases
postergadas. Tal vez por eso la lectura mística del movimiento sea
acertada.
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