Generando cambio

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Escrito por Agencia Paco Urondo, Especial para Nuevo Paìs   
Domingo, 01 de Diciembre de 2013 13:36

Suplemento Cultura Popular

Un material extraordinario, para leer, desmenuzarlo con inteligencia e imprimir. Entrevistas y Notas ¡Imperdibles!

Entrevista con Sebastián Scolnik, coordinador del área de publicaciones y director de Ediciones BN. “A través de la editorial se construye una presencia de la Biblioteca en la escena cultural”.

http://3.bp.blogspot.com/-FXIuNd4mmAw/UpjvpPK8HYI/AAAAAAAAE84/jHjYy_NerW8/s1600/sebastian.jpg Por Juan Ciucci

APU: ¿Cómo arranca la editorial?

Sebastián Scolnik: Horacio González vino en el 2004 y la editorial arrancó al año siguiente. En principio empezamos sacando la revista La Biblioteca, que era una fuerte vocación de Horacio por recuperar la tradición de la revista, que la había fundado Paul Groussac y después la siguió Borges y él se puso de alguna manera en continuidad con esa experiencia. O sea que primero empezamos sacando la revista y después empezamos a coeditar algunos libros hasta que descubrimos que, fundamentalmente Horacio, hacía falta una editora nacional y que la biblioteca, si bien no tenía la aspiración de ser la editora nacional, podía de alguna manera cumplir ese rol de la edición. Que siendo que había experiencias muy fuertes anteriores como el CEAL (Centro editor de América Latina) o todas las experiencias ligadas a EUDEBA y demás ya no tenían la fuerza que supieron tener en otro momento. Entonces, en una situación marcada muy fuertemente por la transnacionalización del mundo editorial o por el mercado de suplementos culturales de los medios masivos, falta la intervención de una política editorial subsidiada que pudiese editar aquello que el mercado no valora. No lo hace como un negocio, ya sea por su tamaño o por el tipo de publicación, etcétera. Pero que a la vez tuviera la fuerte impronta de crear públicos lectores nuevos. Y, un poco, Horacio puso la biblioteca en ese rumbo al decidir crear la editorial.

APU: En ese sentido, las colecciones cómo se pensaron ¿qué sería esto que queda fuera del mercado?

SS: Por ejemplo, hay una parte de la edición que fue muy saludada, que es la colección Reediciones y antologías. Es una colección que quedaría por fuera del mercado por el hecho de que son muy voluminosos, la edición facsimilar de la revista Los libros son cuatro volúmenes con los cuarenta y cuatro números que salieron de esa revista. Otro tanto la edición de Proa que se vende a $300 los dieciséis números de la revista. La reedición de la revista Envido, de Poesía Buenos Aires (que la estamos por editar), Pasado y presente, son volúmenes grandes que dan cuenta de una experiencia editorial, un conjunto de revistas de muchos números y que no son redituables desde el punto de vista del mercado. ¿A cuánto lo tenés que vender si tomás los costos de una editorial común? Y acá la Biblioteca subsidiando la lectura cumple una doble misión. Por un lado difundir ciertas lecturas del pasado que considera que hoy tiene algún tipo de relevancia en la discusión, y por otro lado ayudar a la Biblioteca Nacional a completar fondos que algunas veces no tiene, porque con cada edición de estas nosotros salimos a completar fondos que a veces no están en la hemeroteca o no están completos.

El caso de la revista Contorno es emblemático: no estaba en el país completa, estaba por fotocopias y se hizo un trabajo de investigación en el cual se dieron con todos los números y se hizo toda una reconstrucción que eso es parte del trabajo que se hace, el de limpiar los originales, una especie de “linotipismo digital” del nuevo tiempo. Esa doble función la cumple la Editorial de la Biblioteca Nacional con esta colección Reediciones y antologías. Después está la colección Los Raros, que publica cosas que precisamente por raras no son abarcativas de un público masivo, es decir, sus ediciones y sus precios son completamente subsidiados. Subsidiados no quiere decir necesariamente a pérdida, en el sentido de que por primera vez la Biblioteca Nacional a través de su editorial logró estar en las librerías del país y eso también es una novedad para el Estado, la capacidad de intervenir en el universo editorial, en los suplementos culturales pero también en el mundo de las librerías. Entonces, a través de la editorial se construye una presencia de la Biblioteca en la escena cultural. Y también se da a partir de ciertas cosas como la publicación de las obras de León Rozitchner. Es un conjunto muy basto de obras y que la verdad si uno analiza la política de precios respecto de la calidad de edición y al material que ofrece es realmente una ecuación muy virtuosa en estos años y eso se pudo lograr por la fuerte impronta que Horacio González le puso a la editorial.

APU: Más o menos cómo funciona la editorial ¿hay un equipo que preselecciona?

SS: Por un lado hay un equipo de trabajo muy chico, seremos unas diez o doce personas que se ocupan de todo, el proceso del libro es muy complejo: sacar ISBN, administrarlo, manejar el stock, la distribución, la venta en la librería de la Biblioteca, la diagramación, la edición etc. Horacio (González) interviene fuertemente en los criterios de selección de lo que se publica en una especie de diálogo muy abierto con nosotros y también con otras personas de afuera que vienen a acercar proyectos de edición; y la verdad es que nos vimos desbordados. Al día de hoy en menos de diez años llevamos unos trescientos cincuenta títulos, siendo esto que tenemos la ventaja de pertenecer al Estado pero también sus desventajas, ciertos procedimientos, ciertas reglamentaciones, formas de trabajo que no son las más dinámicas para un mundo tan cambiante como lo es el editorial. Es un grupo chico pero con criterios prácticos bastante aceitados y que asume en colaboración con otra gente de la Biblioteca el trabajo de llevar adelante la editorial. Es un trabajo bastante arduo.

APU: Quizá  la colección más popular sean los libritos chiquitos…

SS: Sí, los de La máquina del bicentenario. Eso es claramente una política de fomento de la lectura, es el rescate de libros clásicos o contemporáneos porque ha habido una cantidad de autores que han cedido cuentos y cosas. Son libros que están a cinco pesos, se mete una moneda en la maquinita y te llevás un Roberto Arlt, un David Viñas, un León Rozitchner, Quiroga, Borneman, un Borgesito te podés llevar... Eso hace furor, en cada Feria del libro se lleva La maquina del bicentenario y ahí la Editorial trabaja incluso por debajo de sus costes, pero es una política ponerlo en circulación. Además, a través del dispositivo de la máquina, genera un entusiasmo en los pibes, que de esa manera se accede a un libro es un gesto muy bonito. Sí, es la más popular de las colecciones.

APU: También se está editando la revista Modulo 2

SS: Sí, ese es un trabajo que dirige María Moreno con presos del Penal de Ezeiza, y la Biblioteca se pone como estructura al servicio de este trabajo que considera muy relevante: narrar las cárceles con el lenguaje producido desde las mismas cárceles. Ahí editamos, no intervenimos tanto en el proyecto sino a través de María Moreno.

APU: Hace poco presentaron la colección Jorge Álvarez.

SS: Es una colección muy importante. Por un lado está el tema de la figura de Jorge Álvarez, que es en sí mismo una figura histórica al haber participado en experiencias musicales y literarias como editor. Y la idea de la colección Jorge Álvarez era armar una especie de diálogo histórico entre aquello que él editó y el contexto en el cual él editaba y cosas de este tiempo que invita a pensar la edición hoy. Es como dos generaciones de edición en la cual participa Jorge Álvarez de ambas y es muy interesante porque sacamos dos libros al mismo tiempo. El primero son las obras completas de Germán Rozenmacher, la editora Jorge Álvarez en su momento empezó con el cuento Cabecita negra de Rozenmacher, que es un cuento bastante importante y lo que hicimos acá no fue sólo editar ese cuento, que era como la piedra inicial de la editorial, sino sumar todas las obras, los guiones de televisión, de teatro, los artículos periodísticos y los demás cuentos y armar las obras completas. El segundo volumen es uno muy pequeño de César Aira, se llamaTres cuentos pringlenses y que donó específicamente como una forma de apoyar esta experiencia. Y también para ponerse en diálogo con lo que significa Jorge Álvarez, con lo que significa desde el punto de vista de una edición pensada desde la Argentina con los criterios autónomos de la edición.

APU: Están planeando la edición facsimilar de la revista Fichas.

SS: Van a salir más o menos juntos tres facsimilares, uno es Socialismo/Peronismo y liberación que es la revista de Hernández Arregui, Fichas de Milcíades Peña y la revista Pasado y presente, que se cumplen 50 años desde que comenzó a salir. Saldrán en febrero, marzo. Ya la estamos montando y terminando de pulir los detalles.

APU: Y, a futuro ¿alguna otra publicación?

SS: Poesía Buenos Aires es otra publicación importante, son dos volúmenes de la más célebre quizá revista de poesía que salió en el país y específicamente en Buenos Aires y la idea también es tenerlo para marzo, abril, lo antes que se pueda. Pero son trabajos muy duros porque hay que limpiar imagen por imagen; cada página es una imagen y es, a veces, un trabajo de reconstrucción artesanal. Se escanea o se saca foto y después se la monta en la pantalla y con programas de edición se va reconstruyendo la imagen, borrando manchas, a veces clonando letras para conservar la tipografía original, es un laburo arduo. Pero la idea es que de acá a cuatro meses salgan esos facsimilares que van a ser muy importantes.

Ediciones BN

Las colecciones con que hoy cuenta EDICIONES BN son:

25 años, 25 libros | Ademanes | Chiquitos de América Latina | Colección Los Raros | Colección Jorge Álvarez | Cuadernos de música | Ensayos & Debates | Fototeca Benito Panunzi | Índices y Bibliografías | Investigaciones de la Biblioteca Nacional | León Rozitchner. Obras | Libros de música | Libros del Bicentenario | Museo del libro y de la lengua | Otras publicaciones | Pensamientos locales | PLACTED | Quelonios | Reediciones & Antologías | Revista La Biblioteca

Las publicaciones pueden adquirirse en la Librería de la Biblioteca Nacional, ubicada en la Planta Baja de lunes a viernes de 14 a 19 hs.

Agüero 2502 - Planta Baja | Esta dirección de correo electrónico está protegida contra robots de spam. Necesita activar JavaScript para poder verla | 4808-6000 int. 1139

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Entrevista con la directora del Museo del libro y de la lengua, María Pía López, a partir de la colección Libros del Museo. Tiene sentido que haya una editorial pública también para que publique aquello que no funciona con eficacia en el terreno mercantil.

http://www.bn.gov.ar/imagenes/eventos/2115.jpg Por Juan Ciucci

APU: ¿Cómo se piensa y se encara esta colección del Museo del libro y de la lengua?

María Pía López: Esta es una colección que se llama Libros del Museo, es una de las líneas de Ediciones Biblioteca Nacional. El primer esquema que tuvimos para esta colección es lo que estamos haciendo ahora: generar un archivo en común sobre ciertos temas. Trabajar sobre ciertos campos temáticos, que tienen que ver con la discusión sobre la lengua, sobre el idioma en la Argentina. La idea es producir libros que recopilan ciertos documentos de no fácil acceso, con encargados e investigadores que vienen trabajando hace mucho con estos temas y que producen estudios preliminares muy eruditos y contextualizan el material.

APU: ¿Qué libros han editado este año?

MPL: Este año salió La querella de la lengua en Argentina, compilado por Fernando Alfón, que es un libro donde se rastrea un debate, que es la querella central, cómo desde 1837 empieza a aparecer la discusión sobre la necesidad de una lengua propia. Nos emancipamos de España y sin embargo la lengua con la que podemos hablar, es la lengua española. Empiezan a aparecer una cantidad de discusiones, respecto de si podemos considerar que el modo que hablamos, que siempre tiene algunas diferencias con el idioma de los españoles, da pie o no a una lengua propia. Es una discusión que recorre todo el siglo XIX, que lleva a que Juan María Gutiérrez rechace el diploma que le manda la Real Academia pidiéndole que sea miembro, porque dice "yo no voy a ser agente de la colonia". Sin embargo, Juan Bautista Alberdi acepta el mismo diploma, que por otro lado tenía planteos parecidos. Ahí aparece una discusión que me parece central, que todo el tiempo están preguntándose cómo distanciarse de España pero aparece esa distancia con España poniéndolos en un riesgo que es la cercanía con el mundo bárbaro, empiezan a discutir cómo hacer para que la lengua no se barbarice, no se empobrezca. En 1900 llega un momento muy crítico porque aparece un francés, Luciano Abeille, que publica un libro que se llama Idioma nacional de los argentinos y genera una especie de estupor y de reacciones muy escandalizadas de los intelectuales argentinos. Este hombre decía que ése lenguaje surge del contacto con el francés que leen, con el italiano de los que aquí viven, con el contacto con las lenguas indígenas. Entonces, lo que está llamado idioma nacional de los argentinos es algo muy plebeyo. Fernando Alfón va recopilando todo ese debate y contextos que son sacados de libros y de periódicos, una querella que se dio gran parte en los diarios. Nos parecía interesante tener esa discusión de fondo para discutir hoy las políticas de regulación que España se atribuye y sigue sosteniendo respecto de la lengua.

Después sacamos un libro que es la compilación de un libro muy extenso, de diez tomos que había hecho Berta Vidal de Battini. Ella durante más de 30 años había recopilado cuentos, relatos folklóricos de todo el país. Lo que es bien interesante y que trabaja mucho Laura Kornfeld en el estudio preliminar, es que Vidal de Battini era una profesora muy ligada al Ministerio de Educación y sin embargo respeta la oralidad cuando transcribe, no los corrige, no los normativiza. Uno tiene en ese libro, que son todos relatos en algunos casos muy repetidos, como si fuera una estructura mítica que se va reiterando en la narración popular, entre provincias, entre pueblos; pero los tiene con distintas variedades lingüísticas. Eso es interesante para otro aspecto político que nos interesa sostener desde el Museo, que nos interesa sostener para las políticas públicas argentinas y también en relación a España. Que un territorio lingüístico es un territorio de variedades muy heterogéneo; y que esa heterogeneidad no es algo a combatir. Que no es algo a combatir, no hay que intentar que en Córdoba hablen igual que en la Patagonia, o que en Argentina y Perú. Este libro nos parece que documentaba ese aspecto, el de un país con variedades lingüísticas. Tenemos muchos españoles en este libro, que en algunos casos estos castellanos están salpicados, dependiendo de la región, del guaraní, del quechua. La realidad es esa, la presunta norma del ISER donde todos los locutores hablan igual o tenés otras editoriales que dicen “hay que escribir el español neutro”, la idea de neutralidad es como lo opuesto a esto.

El tercer libro de este año lo compiló Guillermo David, es un libro raro, son tres diccionarios, uno de Rosas, uno de Mitre y uno de Perón; son diccionarios de lenguaje indígena. Es raro porque es raro pensar esa secuencia, Rosas/Mitre/Perón, creo que de todas las combinaciones/genealogías de la historia argentina, ésta faltaba. Lenguaraces egregios. Rosas, Mitre, Perón y las lenguas indígenas. En el estudio preliminar que Guillermo hace defiende mucho el diccionario de Mitre. Tuve la impresión cuando lo leía que muestran el drama del trato con las lenguas indígenas en el país. Por un lado como la voluntad del conocimiento y la incorporación, y al mismo tiempo esa incorporación va a tender a destruir la singularidad de esos pueblos. Y estos diccionarios tienen que ver con el Estado, con el mando, cómo se manda a esos hombres, y cómo se comercia. Son bien interesantes para ese otro aspecto que a nosotros nos interesa del Museo, cómo pensamos la heterogeneidad lingüística, pensar los modos bien dramáticos en los que se trató esa heterogeneidad cuando pensamos en lenguas indígenas; que fueron momentos de aniquilación o desconocimiento. O estos que son los modos más amables, si se quiere de la cosa, que es constituir un conocimiento que lo vuelva útil para otra cosa.

APU: Así presentado, estarían en una línea muy directa las publicaciones con la idea del Museo, una posibilidad de plasmar ese concepto.

MP: Un poco la idea es hacer trabajos arqueológicos, teníamos una idea de que el Museo fuera un espacio de circulación, difusión con las muestras pero también un espacio de investigación. Y que esa investigación tuviera por un lado algo que todavía no hicimos, que siempre prometemos hacer, que es el relevamiento de la lengua actual de Argentina. Y por otro lado este tipo de recopilación más de la historia de las ideas. Qué textos hay en el pasado cultural que te permitan generar un archivo para discusiones. Lo que estamos tratando con la colección es ese camino de puesta en común de documentos. Porque además de constituir el Museo como lugar de investigación era tratar de sostener un problema que para nosotros era como muy evidente y es que en Argentina hay como mucha gente que necesita estudiar estas cosas. Muchos lingüistas, filólogos, gente que se dedica a estudiar las lenguas, sus estados, historicidad. Pero hay una escisión muy fuerte entre ese mundo académico muy especializado y el público en general. La estrategia del Museo es tratar de producir una especie de lugar de encuentro, entre un saber de investigación universitaria y un público más general. Si querías conocer estos textos tenías que ir al mundo académico o a rastrear estos documentos al tesoro de la Biblioteca Nacional, por ejemplo. La idea de que este material esté accesible.

APU: Como una instancia del Estado, ¿cómo se encararía una colección? Quizás como están apadrinados por la Biblioteca Nacional, se hace más sencillo.

MP: Se hace más sencillo porque en realidad la invención grande fue la de crear las ediciones de la Biblioteca Nacional, debe tener más de 300 títulos la Biblioteca y con un trabajo formidable. La Biblioteca tomó la decisión de crear una editorial pública, como habían existido otras experiencias, y eso implica generar un catálogo de lógicas de intervención que son, en general, muy a contrapelo del mercado. Tiene sentido que haya una editorial pública también para que publique aquello que no funciona con eficacia en el terreno mercantil. La Biblioteca hizo mucho en ese sentido, por eso esta colección se escribe muy claramente ahí, que es reeditar cosas que estaban fuera de circulación. Ya sea con la colección Los raros o con algo que fue un hallazgo de la Biblioteca que es reeditar las revistas (Contorno, Envido, Proa, etc) en forma facsimilar. Eso generó un acceso a todo ese tipo de materiales muy amable para el lector.

APU: ¿A futuro ya tienen un plan editorial o algunos otros textos planteados?

MP: Estábamos pensando dos para el año que viene, están encargados a dos lingüistas. Una es Mara Glozman, les estamos pidiendo que hagan una compilación sobre políticas oficiales sobre la lengua, queremos ver la legislación efectiva sobre la lengua que tenga regulaciones, con planes, puede ser un trabajo interesante. Otro trabajo es con Ángela Di Tullio, que es más sobre la enseñanza gramatical, es una enseñanza de la lengua en los textos normativos en la Argentina. Porque por más que tengamos estas discusiones políticas sobre la idiomática, algo que se ve en la discusión argentina es que no aparecen en primer plano la producción de instrumentos de regulación. Aparecen más textos políticos, manifiestos o literarios; pero salvo en ciertos momentos no pareciera que haya habido gramáticas propias o diccionarios propios. Y en parte, porque algunos hubo, es interesante ver qué plantean esos textos, qué plantean respecto de la lengua y cómo se enseña.

Las publicaciones pueden adquirirse en la Librería de la Biblioteca Nacional, ubicada en la Planta Baja de lunes a viernes de 14 a 19 hs. Agüero 2502 - Planta Baja | Esta dirección de correo electrónico está protegida contra robots de spam. Necesita activar JavaScript para poder verla | 4808-6000 int. 1139 | Consultas sobre las ediciones: Esta dirección de correo electrónico está protegida contra robots de spam. Necesita activar JavaScript para poder verla | 4807-6778

Publicamos la edición facsimilar del texto publicado por González en el número 4 de la Revista Envido, publicado en septiembre de 1971.

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La revista Envido fue dirigida por Arturo Armada, durante el breve pero intenso ciclo de sus diez números. Comenzó a salir en julio de 1970 y dio a luz su última entrega en noviembre de 1973. En el medio, el país asistió al retorno de Perón y a los trágicos acontecimientos de Ezeiza, a la renuncia de Cámpora y a la asunción como presidente del propio Perón. Envido fue siempre una iniciativa libre, autónoma, juvenil. Se debía parecer bastante al espíritu de la generación de 1837, aunque su lenguaje evitó la herencia del romanticismo y de las literaturas críticas, para acercarse a las trincheras del debate sociológico, en cuyos legados peticionó un lugar extremadamente politizado. Estuvo, no tanto en sus primeros números, pero sí después, bajo la sombra del peronismo, de su discurso, de su drama.

La edición facsimilar, en dos tomos, forma parte de la colección Reediciones & Antologías de las Ediciones Biblioteca Nacional.

 

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El libro de Verónica Gago Controversia: una lengua del exilio (Colección Ademanes, Ediciones Biblioteca Nacional) indaga en los temas y debates que formaron parte de la revista publicada entre 1979 y 1981 por un grupo de intelectuales argentinos exiliados en México.

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Por Juan Ciucci

Quizás sea la tarea más difícil la de asumir y discutir públicamente la derrota de un proyecto político revolucionario. Si le sumamos a esto la situación exiliar de quienes fueron derrotados, queda claro por qué la revista Controversia es un caso sumamente interesante para analizar.

Un grupo de intelectuales (entre los que estaban Nicolás Casullo, José Aricó, Juan Carlos Portantiero, Oscar Terán) edita esta revista entre los años 1979 y 1981, en pleno exilio mexicano. Lo que se proponen discutir es la derrota, aquella que han sufrido; y que aún sufren sus compañeros de lucha y de armas, en aquella lejana/cercana Argentina.    

La investigación de Verónica Gago nos permite acceder a los diversos registros que encuentran esas palabras difíciles de decir en voz alta: derrota, exilio. Pero también de aquella otra que se volvería capital en las discusiones políticas de los´80: democracia. Es que este grupo se planteó la necesidad de discutir esa derrota, pensando en un futuro posible, quizás cercano.

Y allí la democracia tomó un cariz fundamental, en un proceso por revalorizarla, intentando pensarla como viable. Difícil tarea, ante el pasado democrático argentino y con el fuego aun presente de las voluntades revolucionarias.  “La pregunta por la democracia – dice Gago- como proyecto moderno y de masas aparece como la cuestión pendiente tras la derrota de los años ´70. Se trata de repensar la democracia sin caer en su versión liberal pero al mismo tiempo sin despreciar su andamiaje formal e institucional”. Estas discusiones nos pueden ser útiles en estos días de festejos por los 30 años que venimos transitando. Y ante el riesgo de naturalizar y  simplificar los alcances y los límites de este modelo de organización social.

Los otros puntos fundantes son la derrota y el exilio. Allí el libro nos acerca a los distintos modos en que fueron construidos estos conceptos en el debate de Controversia, que explicitó en su primer editorial no buscar una síntesis de esos planteos. Así la revista sigue siendo una fuente fundamental para comprender el interregno entre el golpe genocida del ’76 y el retorno democrático. Las discusiones que allí se plasmaron anticiparon las que hegemonizarían la discusión política argentina de los ´80. Este libro de Verónica Gago nos ofrece un marco analítico propicio para conocer e indagar esos debates.

Otros títulos Colección Ademanes

Juan Carlos Portantiero: un itinerario político-intelectual Entrevista de Edgardo Mocca

"Si las luchas populares en Latinoamérica son la expresión potente de una tradición descolonizadora, el aporte de Wittgenstein puede ser vital para la interpretación de los lenguajes populares y su disputa por la hegemonía del sentido común de lo político, de lo cultural, lo económico y lo social".

Por Santiago Asorey

Wittgenstein, la filosofía como ética de Samuel Cabanchik es una de las obras editadas por la Biblioteca Nacional en el marco de la colección Pensamientos Locales. La colección dirigida por Adrián Cangi y Ariel Pennisi, pensada como colección popular y local de filosofía, asume los desafíos desde los cuales el pensamiento local se articula a partir de la apropiación de la tradición occidental.

La apropiación del pensamiento de Ludwig Wittgenstein (1889-1951) desde una matriz local podría ser clave para la reflexión sobre la identidad latinoamericana a través de sus lenguajes y las expresiones de las distintas particularidades sociopolíticas, culturales y económicas de sus tradiciones. Si esto es posible, es debido a que el pensamiento de Wittgenstein funciona como una puesta en crisis y subversión en la historia del pensamiento occidental.

Wittgenstein iguala el valor de todas las proposiciones para revelarlas como lenguaje y superficie. Todo signo nos lleva a otro signo y los límites de nuestro mundo, son los límites de nuestra capacidad de significar. No hay posibilidad de acceder a fundamentos “con un plus de verdad” metafísicos u objetivos. Por ende todo lenguaje es siempre “metáfora” y no hay validación afuera del lenguaje que sea sostenible como verdad última. La metafísica, la lógica, lo objetivo o la economía política son distintas formas de artificio lingüístico.

Pensar un lenguaje es pensar una forma de vida, es pensar un mundo. Por lo tanto, como dice Cabanchik, es clave reconocer el impacto de Wittgenstein en la antropología política. Si las luchas populares en Latinoamérica son la expresión potente de una tradición descolonizadora, el aporte de Wittgenstein puede ser vital para la interpretación de los lenguajes populares y su disputa por la hegemonía del sentido común de lo político, de lo cultural, lo económico y lo social.

Otros títulos de la colección

Simmel Esteban Vernik
Derrida Roberto Ferro
Spinoza Diego Tatián
Benjamin Ricardo Forster
Bourdieu Pablo Tovillas
Freud Diego Zerba
Heidegger Dina Picotti
Kierkegaard Oscar Cuervo
Nietzsche Gustavo Varela
Rorty Tomás Abraham
Sartre Sara Vassallo
Deleuze Adrián Cangi
Foucault Roberto Echavarren
Bergson Ángel Vassallo
Bataille Silvio Mattoni
Althusser Alejandro Lezama y Emilio de Ípola
Lacan Hugo Levin

 
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