Generando cambio

Generando cambio

Actualidades sonoras... PDF Imprimir Correo
Escrito por Agencia Paco Urondo, Especial para Nuevo Paìs   
Domingo, 05 de Enero de 2014 20:06

Suplemento cultura popular -¡Extraordinario!

Entrevistas de Agencia Paco Urondo a los siguientes mùsicos: Walter Broide, Santiago Rúa de Poseidótica, Nano Stern, Lucas Caballero, Juan Manuel Ramirez del Grupo Guauchos, Sué Mon Mont, Rosario Bléfari, Federico Terranova de la Orquesta Típica Fernández Fierro, Camila Moreno,  Bruno Arias, Juan Pablo Fernández de Acorazado Potemkin, notas realidazas por Juan Ciucci,  Enrique de la Calle, Pablo Russo y Lucas Rodríguez Perea

“Antes dependías más de revistas o radios, hoy podés hacer un camino alternativo”

Entrevista con la banda de rock instrumental Poseidótica, antes de sus recitales en Club V, donde repasarán toda su discografía. Charlamos de la independencia, la vigencia del formato Compact Disc, la libertad sonora ante la ausencia de letras, y unas pocas cosas más.
APU (Por Juan Ciucci): Bueno, en principio cuenten cuál es la expectativa de este show, ¿van a tocar todos los discos?
Martín Rodríguez: Bueno, vamos a tocar los tres discos. La idea es: el viernes 15 vamos a tocar La Distancia y Crónicas del futuro, que es el segundo y tercer disco. Y el sábado 16, Intramundo que es el primer disco, más los temas nuevos.

Así que estamos ahí ensayando, ya armando. Es como una especie de festejo tal vez, como decir: bueno, teníamos ganas de tocar y de hacer una fecha más como de culto, porque el lugar es chico. Lo tomamos como decir “vamos a tocar todos los temas” y para el que le gusta la banda me parece que es una buena oportunidad y para el que no nos conoce también. Puede ir ahí a encontrarse con la banda, en una historia más cara a cara porque el lugar es otro estilo, como un lugar under, pero para justamente tener otra experiencia. Después de venir de tocar en Niceto es un cambio como… Bueno, para hacerlo más… no te digo un ensayo con público, pero bueno, una sensación más íntima, cara a cara.
APU: ¿Tiene que ver con la nueva participación en la banda, tener ya como fijo de baterista a Walter Brodie que toquen todos los discos? ¿Hay como un nuevo espíritu de banda?
Walter Broide: En realidad es una excelente oportunidad para tocar todos los temas. Para mí los temas que no hice y que aprendí, me gustan un montón. Más que los que hice quizás, porque los hizo otro que tiene esa doble gracia de tocarlos y reinterpretarlos. La verdad que somos medio bichos de ensayo, ensayamos un montón. Si bien estuvimos armando un montón de temas nuevos y demás, nos gusta repasar la discografía. Y este es un momento excelente para refrescar toda esa emoción de cada disco, encontrarle la identidad otra vez. Y claro, pasaron tantos años desde que grabamos el primero y todo lo que está pasando ahora que nos reencontramos es un muy buen momento musical para repasar. Eso es un poco también la excusa de este show.
MR: Sí, tenemos ganas de tocar y nos pareció una buena idea… uno tiene que ir buscando. Ahora veníamos de unos shows, por ahí de Niceto con muchísimo crossover invitando a gente, a los músicos a que se sumen a la banda. Y ahora es como que dijimos “bueno, vamos los cuatro a tocar como tocamos los cuatro y a lo que es más parecido a la sala”, no buscando un súper show, más relajado, pero musicalmente a cara de perro.
APU: Eso me interesaba también, tiene muchos ensayos la banda, ¿no? Muchos ensayos, mucho tiempo, hay mucho trabajo detrás de eso.
Santiago Rúa: Y hay que mantener los temas también en ritmo. Lo de la fecha también es un poco, de nuevo, integrarlo a Walter con los temas, ensayarlos, tocarlos, sacarles una vueltita demás también. Y que se yo, siempre ensayamos un montón.
WB: Igual un montón es un par de veces por semana. Se vive intensamente el ensayo, digamos. Hay como objetivos claros. Ya estamos más viejos, se hace como más fácil programar la emoción, entonces vamos ahí a cortar un poco. Pero hoy, ponele, día feriado, emocionados, estuvimos seis horas. Así que como que hay un deseo de estar ahí.
MR: Sí, capaz lo que es cierto es que sí nos lo tomamos en serio y ensayamos un montón y es el momento del encuentro. Tal vez hay otras bandas que uno se entera, te enterás que no ensayan mucho, o ensayan justo para cuando tienen la fecha. Nosotros que se yo, ya en enero cuando estábamos todos acá nos pusimos a ensayar. Por ahí todavía no había ninguna fecha, pero no importa, estamos acá, de última componemos o zapamos, nos divertimos. Es una parte vital, digamos.
APU: En lo instrumental también me interesaba que bueno, en algunos shows llevaron a gente de otros estilos. Por ahí en lo que es rock instrumental no hay tana experiencia, el público acá no tiene tanta oferta en su momento, ahora un poco más, pero es un país con mucha tradición de música instrumental ¿Se sienten en diálogo con eso? ¿Sienten alguna influencia de eso, pensando en tango o folklore o es una parte separada?
Hernán Miceli: Digamos que nos sentimos bien y nos gusta también incorporar sonoridades que no son las propias de la banda. Por ejemplo, cuando hicimos el crossover con los chicos de Violentango justamente ellos aportan otro color, otra sonoridad y otros tintes que no los tenemos en la banda y que está bueno absorber eso.
SR: Y por ahí la experiencia de tocar, que se yo, con un bandoneón, un tamborista, son cosas que uno nunca…
WB: El bandoneón es un sueño cumplido, ¿no? Hacer un Superastor con bandoneón.
SR: Claro, el violín ¿viste? Nos dimos lujos así buenísimos. Pasa por ahí también, el disfrute de compartir la música con otra gente, que se cope con lo que hacemos nosotros, nosotros con lo que hacen ellos.
WB: Aparte está también el desafío de encontrar un volumen general a la propuesta, reformatear lo que querés para que entren más elementos. Y aparecen nuevos lugares, te vas mezclando con la energía de la gente. Y creo que fue muy enriquecedor este año como músicos y como grupo de músicos que quieren hacer cosas. Estuvo muy bueno. Y ahora volvemos a la raíz, back to roots.
MR: Sí, vos preguntabas con el diálogo con el pasado y es verdad. Estaba pensando, la música por ahí antiguamente, los cantos todos de voces, por ahí era así o más percusivo, que es muy ancestral. Después como que toda la música más moderna era instrumental. Digamos, la música clásica era instrumental en gran parte, en el tango también hay muchas orquestas. Pero bueno, nosotros siempre lo concebimos como empezar de cero. Ni siquiera estábamos pensando, imagínate cuando armamos la banda instrumental “che a ver qué otras bandas instrumentales hay”. Se fue dando y fue como nos sentimos naturalmente. Y no estamos trazando muchos paralelos, que posiblemente existan. Pero lo mismo cuando hablamos de influencia, es un quilombo porque como que cada uno escucha cualquier cosa, no hay una unidad. Pero, obviamente, todo eso hace el combo musical que somos.
APU: ¿Cómo se organiza la banda? ¿Cómo arman los recitales, la edición de los discos?
MR: Somos una banda independiente, se fue dando, pero también lo elegimos, digamos. Porque también en su momento hubo ofrecimientos. Y nos sentimos cómodos siendo independientes, tenemos nuestro propio sello discográfico, Aquatalan Records, que de a poquito se va armando su catálogo. Y nos movemos todo entre nosotros, no es que hay alguien que se ocupa por nosotros. Si hacemos las remeras de la banda, las mandamos a hacer nosotros… Diseño por suerte tenemos mucha gente ayudando. Van pasando los años y hacemos nuestras experiencias. Por ahí hacemos remeras con uno, otro diseñador. Hace muchos años que estamos, entonces también pasó mucha gente. Así como pasaron músicos, pasaron de todo. El público, que también va cambiando, hasta nosotros como equipo de trabajo. Y vamos aprendiendo también con quién conectarnos y haciendo nuestras experiencias. Algunas buenas, otras más o menos, otras malas y así tratando de aprender y sacar lo mejor, digamos.
APU: Tienen mucha relación con otras bandas, también se está generando como una especie de espacio como de diálogo.
SR: Sí, las bandas que también están en la misma, haciendo discos, y nos cruzamos por ahí. Por ahí no somos de compartir muchas fechas con las bandas amigas, pero hay una cosa, un grupo, una escena o como se llame.
MR: Sí, son años de tocar. Años de conocer gente, muchos que nos conocemos hace un montón. Obviamente tenés afinidades de todos los estilos, pero te vas conociendo, vas compartiendo escenarios, vas conociendo la movida. Y sí, por suerte, hay como una unidad o una movida de bandas. Te diría dentro del under, no hablando de un estilo en particular. Es como que hay un under ahí y hay unas bandas que conocemos y hay una buena onda.
APU: Y con la situación de lugares para tocar ¿cómo ven que está la situación ahora? Para muchas bandas es muy complicado eso.
WB: Nunca fue tampoco muy muy abundante que digamos la situación, ni en las mejores épocas. Ahora lo que pasó, quizás, es que están los lugares clásicos que ya están habilitados y tiene su lado positivo obviamente todo eso. Pero está medio corto, no es fácil para los grupos armar las movidas, pero esa también es un poco la gracia del undergound y buscarse la vuelta, poder plantar tu bastión artístico, encontrar lugares, generar lugares. Nosotros ahora ya estamos pensando en buscar un teatro, encontrar uno para poder hacer una historia o cualquier lugar atípico digamos, y tratar de convertirlo en parte de lo nuestro, que eso también está bien. Lugares hay, que se yo.
SR: O sea, si querés tocar, tocás. La realidad no es que no podés tocar, pero bueno, es esto de buscarle la vuelta y encontrar el lugar indicado.
WB: O sea, si estás buscando dinero no estás en el país correcto, está claro. Si estás relacionado por el disfrute de la música hay un montón de lugares donde sí, no ganás dinero, pero podés hacer que todo funcione, que la gente que trabaja, trabaje y vos mismo ir mejorando y tener la experiencia y el disfrute de tocar. Pero claramente no es un circuito comercial profesional, está re lejos de serlo.
MR: Sí, para las bandas que arrancan me imagino que debe estar bastante difícil todavía el tema. Nosotros ya teniendo un poco, que se yo, varios años, se nos facilita. Fuimos creciendo o hicimos cosas para crecer y por ahí a veces tenemos más opciones de lugares y a veces no y los tenemos que inventar. De hecho esto de Club V, fue iniciativa nuestra. Teníamos ese lugar a mano, es un lugar que son buena onda, podés arreglar la movida bien. Entonces dijimos “bueno, ¿por qué no?”, para cambiar un poco. Y después por ahí surge hacer otro lugar como Niceto, pero ahí ya sabés que es otro tipo de fecha, otra preparación más “rompebolas”, es otra historia, digamos. Y no cualquiera lo puede hacer. Cuando nosotros lo fuimos haciendo está el cuánta gente vendrá y no sabés, si van cincuenta tipos no te va a ir muy bien, es siempre a riesgo. Pero bueno, también por ahí tenemos a favor los años que hace que tocamos y el camino que fuimos haciendo.
APU: Quedó colgado de antes el tema de las nuevas tecnologías. ¿Ayuda un poco en ese problema para contactarse, para distribuir y todo lo demás?
WB: Las nuevas tecnologías, que son las tecnologías del presente, están re contra difundidas… El futuro ya llegó hace rato y hay toda una red de comunicación natural entre la gente que ya es del futuro, lo estamos viviendo ahora, pero es del futuro. Está todo híper conectado, está muy bueno que todas las propuestas a través de una pantalla tienen como el mismo peso, sea una foto, una tipografía, una propuesta o algo para escuchar. Desde ese océano es mucho más jugoso también para bandas que no tienen la puesta o los años y todo, pero tienen buena música y la pueden mostrar y la gente la va conociendo. Y uno hace lo suyo también. Qué se yo, como decía Martín, el hecho de estar muchos años y sabiendo, conociendo un poco a la gente, vas conociendo a la gente que comunica la música, vas conociendo vos maneras de comunicarlo mejor. Vas teniendo una inteligencia para armar las cosas que después se ve un resultado y un plan general. Ves un poco la diferencia, decís que bueno, evidentemente, estás más concentrado en todo lo que significa esta promoción. Pero estas nuevas presentes tecnologías son un golazo y las usamos todo el tiempo. De hecho, vos las vas a usar ahora mismo para subir esta nota, ¿no?
SR: Lo que sí, a la hora de editar el soporte sí somos clásicos. Nos gusta el CD, no es que hacemos una cosa más virtual. Lo tiramos, pero nos gusta editar el CD, nos gustaría editar algún vinilo, pero también está complicado porque no hay fábricas acá.
WB: Saquemos los discos en estado sólido, que son en CD todavía (risas).
HM: La cuestión del CD para nosotros todavía tiene como cierto peso porque es una manera también de plasmar la obra completa. O sea, si bien somos músicos y componemos música también hay todo un desarrollo muy craneado del arte y lo que es la estética que acompaña a esa música. Entonces para nosotros también es importante mostrar la obra completa.
APU: Quizás las nuevas tecnologías te sacan por tema y no por todo el disco, ¿no?
MR: Sí, de hecho igual hace poco metimos el Alma de las máquinas, que es un tema nuevo y lo subimos a Youtube y ahí fue como un experimento.
HM: De hecho creo que eso también que vos decís llevó a que la gente cambie un poco la forma de escuchar música. Yo recuerdo hace algunos años sentarme a escuchar un disco. Ahora está la información ahí tan candente que es un tema de acá, un tema de allá y te armás un playlist de cosas. Y no sé, cambió un poco la escucha en algunas personas. En mi caso no fue consciente, pero me llevó a eso. Hoy es muy difícil que me siente a escuchar un disco.
WB: Te digo un cosa, fíjate también como contrapunto de esta saturación empieza a valer más la obra de tener el disco, de hacerlo con todo huevo, porque es un formato medio oprimido. Ahora hay disquerías nuevas, estas “disquerías boutique”, que son realmente hechas por amor al disco y a esa obra que decía Hernán, de que en realidad hay todo un proceso gigante y hasta que vos llegás a resolverlo todo, en cuanto a la música, a la emoción, la producción, todo y queda plasmado ahí. Y eso tiene un valor para nosotros, para toda la vida y al que le gusta para toda la vida también, en esa situación –el disco, con esa tapa, ese olor-.
SR: Sí, como una cosa romántica.
HM: Es hermoso ver el proceso de ir a la imprenta, de ver las pruebas de impresión o ver los bocetos. En algún punto es el paralelo de nosotros componemos temas y no es que en diez minutos hiciste así, es todo un proceso hasta que llegás a algo y con la gráfica por ahí pasa lo mismo. O, pensándolo conceptualmente, también es todo un desarrollo que está bueno vivirlo.
MR: El día que vas a buscar el disco a la fábrica, ¿no?
HM: Hoy me estaba acordando justamente cuando estaban dando una película de una banda de rock y pegan un hit y de repente eran los ’60 y les hacen el disco, el simple, en el vinilo chiquitito. Y claro, yo me acordaba de cuando tuvimos Intramundo, nuestro primer disco, en la mano y fue la gloria.
SR: Tirarlos para arriba, ¿no?
HM: Una caja llena de discos, ¿entendés? Es tu obra replicada por mil.
MR: Va cambiando la cosa. Sí, esto de las nuevas tecnologías, por otro lado, está bueno para la difusión, ¿no? Les debe pasar a ustedes también con la revista o la página. Hoy la gente por ahí se entera de la fecha por otro canal, no es tan necesario… Antes por ahí dependías más de que te pasen, que aparezcas en la revista de rock o que aparezcas en la radio. Hoy por hoy, podés hacer un camino alternativo. Tal vez te lo permite un poco esto de las nuevas tecnologías, que lo pueden escuchar ahí en internet, que puedas difundir por Facebook o por Twitter.
WB: Está la reacción natural del tipo que agarra algo que le gusta y ya lo comparte con sus amigos que dicen “che, acá, a esta hora, mañana”. Se facilita mucho la decisión.
SR: Antes si venía poca gente a un show te planteabas si habías pegado muchos afiches o no… (risas)
MR: Que igual sirve todavía. Los flyers y eso ahí también te das cuenta, contraponés porque también con lo que decía Sebastián de los playlist, cuando ponés todo en eventos de Facebook también es como que hay una saturación. Las nuevas tecnologías colapsaron, hay una súper saturación. En una época me acuerdo que era como más o menos, si en el evento de Facebook había 200 confirmados, bueno, 100 iban. Y ahora eso ya no te marca, no es tan así digamos.
APU: Siguen teniendo un trabajo estético fuerte en los afiches todavía, ¿no? Para las fechas…
HM: Sí, estamos trabajando con los hermanos Valle, Diego y Mariano. Ellos nos contactaron y justo estábamos por sacar Crónicas del futuro. Nos juntamos, pegamos mucha onda, entendieron de toque lo que queríamos y ahí se armó una relación que, hoy en día, desarrollan todo lo que sean los flyers, los afiches. Y como que estamos muy copados con la estética que pelan ellos, que va muy de la mano con lo que nosotros flasheamos también. Bueno, también se ocupan de las visuales, que tiene que ver un poco con esto que decías vos de los lugares para tocar. Nosotros cuando salimos a tocar a un lugar que podemos explotar eso al mango, las visuales pasan a un plano súper fuerte. Y cuando también se da la situación de tocar en lugares que por ahí no podés mostrar todo tu potencial, ahí es otra cosa. Pero bueno, estos chicos están a full con las visuales, todo lo que sea gráfica e imagen.
WB: Sí, desde el día uno engancharon el viaje.
SR: No hace falta explicarles nada, es como que los pibes ya saben por dónde pensamos nosotros también.
MR: Nunca fue “no che, ese afiche no me gustó, hacé otro”, jamás. Siempre es “¡Uy! Mirá lo que se mandaron ahora”.
WB: Yo creo que brindamos todos el año pasado por el equipo que armamos de trabajo, digamos. Toda la gente que se sumó a la familia, desde el lugar que se sumó…
MR: Acá está Ramiro, por ejemplo, que es nuestro sonidista.
WB: Que viene a todos los ensayos, no hay sonidista que venga a todos los ensayos.
SR: El sonidista que viene a los ensayos, eso es grosso.
WB: Y mucha gente con realmente muy buena gana de sumarse al viaje aportando lo suyo. Nosotros le entregamos también ese espacio y juntamos un equipo demoledor que sentimos que todos juntos podemos ir a romper o ir a por cualquier cosa, digamos. Entonces todo eso también motiva y es todo una bola de nueve que empuja, y acá estamos.
APU: Lo último que les preguntaría sería ustedes entre lo musical y la imagen si entienden (y veo que sí, que lo comparten) si tienen alguna reflexión de que al ser música instrumental, que sea tan sencillo o llame a tanto a una evocación de imágenes. ¿Cómo lo piensan?
HM: Lo que pasa es que la música, si yo no te digo el nombre del tema, tenés veinte mil disparadores. Si yo te digo “este tema se llama Los extraños”, ya te estoy condicionando. Y me parece que lo que pasa con los hermanos Valle es que por ahí no se atan tanto al nombre del tema y flashean. Está bueno también ver eso, la interpretación de otra persona sobre la música que vos creaste que, por ahí, en el momento de componer pensabas o flasheabas sobre alguna película con cierta imagen y, de repente, sorprenderte con otra visión.
MR: Otro punto de vista.
HM: Yo a veces flasheo tocando en vivo que veo pibes que están re contra flasheando con los ojos cerrados y digo qué estará pensando este pibe. Y en la imagen que tenés atrás es un astronauta o cualquier otra cosa y ese pibe por ahí está pensando otra cosa con los ojos cerrados.
MR: Sí, eso les pasa a todos. A nosotros también. Capaz cuando hacemos el tema, justamente esto que decíamos de los nombres, de conceptos, después le mandamos un nombre por lo que nos tira la música, digamos. Ahí es cuando nosotros proponemos eso, este es nuestro nombre y lo que nos tiró a nosotros, por ahí, como decía él, otro lo escucha y está imaginando una cosa que nada que ver.
HM: O incluso, tenemos un tema que se llama “Acuático”, que forma parte justamente de una obra acuática, de un período acuático nuestro que flasheamos con cosas del agua. Y bueno, lo usaron en la película “Carancho” con otro sentido, otra cosa. Y también, por ahí un editor lo agarró para hacer algo que era cualquier otra cosa de la que flasheabas vos. Y funciona, está bueno.
APU: Eso lo piensan liberador por no haber letra.
MR: Y sí, eso te permite abrir mucho más ese campo.
WB: Queda como una etapa para el que lo escucha. Vos le das los elementos que siempre te queda una libre para eso que dice él, el viaje personal. Y sí te puede disparar para… nosotros tratamos de que vaya para algún lado porque es parte, justamente como artistas, de lo que queremos comunicar, eso hacia dónde va. Pero es muy abierto el tema. Que no haya letra es espectacular.
MR: Está bueno, lo hace libre.
Poseidótica son:
Hernán Miceli: Guitarra
Santiago Rúa: Guitarra
Martín Rodríguez: Bajo
Walter Broide: Batería
“Siempre me interesó mucho la idea de la belleza a partir de la tensión”
Entrevista con Juan Pablo Fernández, la voz cantante de Acorazado Potemkin, el mejor power trío de punk rock que surgió en la escena argentina en los últimos años.
Por Pablo Russo y Lucas Rodríguez Perea
Escuchar esta banda en vivo es una experiencia aún más intensa  y extraordinaria que reproducir su portentoso discoMugre -que definen como “eso que suena entre nota y nota”- on line o en cd. Conversar con el ex Pequeña Orquesta Reincidentes confirma que esta “plancha de aleación abrasiva” que compone Acorazado está alimentada por la empatía de sus integrantes: Juan Pablo Fernández en guitarra y voz, Federico Ghazarossian con su endemoniado bajo (Los Visitantes, Don Cornelio y la Zona, Me darás Mil Hijos), y Luciano Esain, en batería y voz (Valle de Muñecas, Motorama, Flopa Manza Minimal).
APU: Vamos a arrancar por algo que seguramente ya te peguntaron muchas veces: ¿Cuál es la relación de Acorazado Potemkin con el cine de Sergei Eisenstein?
Juan Pablo Fernández: Es puro gusto personal, puras ganas de tomar esos anteojos y tenerlos como propios, nada más.
APU: ¿Los anteojos de Eisenstein?
JPF: La manera de mirar, ese tipo de cosas. Siempre me interesó mucho -más allá del nombre en sí y de lo que significa el nombre para una banda- el lugar donde está parada la banda, y me parece que hace a la identidad. Todos los grupos trabajan para tener una identidad, creo que eso está implícito en la búsqueda de una banda de rock, y eso del lugar donde uno está parado me gusta. Me gusta que Acorazado tenga ese subrayado.
APU: Eisenstein hizo muchas investigaciones sobre montaje cinematográfico en su época, la década del 20, y creó ese concepto de “montaje intelectual” en que, a partir de dos imágenes, se formaba una tercera en la mente del espectador. ¿Pensás que pasa por ahí?
JPF: Sí, me lo han comentado y me encanta la idea. Me gusta mucho, no con esas palabras pero siempre me interesó mucho la idea de la belleza a partir de la tensión. Aunque uno no se proponga encontrar un ideal de belleza, siempre es un hecho estético cuando uno dice: “esto está listo”, de alguna manera lo está haciendo, está marcando una búsqueda estética. Y lo que más me gusta es cuando hay dos elementos contrapuestos que se ponen en juego, en tensión. Esa era una consigna habitual en La Pequeña Orquesta, y me lo traje para acá y lo compartimos con los muchachos de Acorazado.
APU: El montaje intelectual también se puede dar en la música a través del ensamble de los instrumentos y de la armonía, sobre todo ¿No?
JPF: Claro, a eso me refería con lo de la tensión, o una voz suave sobre una base fuerte. Palabras que están fuera de lugar, como dice -y me encanta citarlo- Baremboin: la relación permanente entre el silencio y el sonido siempre es algo que está en juego. Mucha palabra, mucho verso, después hay que pelar, pero es inevitable, yo lo termino pensando. No es deliberado, y a la larga me interesa más si a la gente le gustó o no y punto. No te miento, si me preguntás hacés bien, porque siempre estamos pensando lo que hacemos.
APU: ¿En qué momento te diste cuenta que este Acorazado estaba listo para salir a escena?
JPF: Para salir a escena ponele que haya sido en 2009. Nos llevó un rato porque a pesar de tener muchos años juntos, los tres teníamos las mismas ganas de no salir a robar, o a morcillear, o con pocos temas. Teníamos ganas de hacer ruido al salir. Entonces, teníamos muchos temas dando vueltas y dijimos: “Esperemos un rato, hagámoslos todos”, y después de “demearlos” y de tocarlos mucho, mucho más, apareció algo. Ahí estuvimos seguros de tenerlo, y después, cuando todo eso se plasmó en un disco también.
Hay un momento muy lindo de toda banda que es cuando ensaya con ganas, previo a grabar un disco. Ahí te das cuenta de que tenés algo. Como cualquier equipo, como cualquier proyecto grupal, hay un punto en que están todas las fuerzas juntas y es lindo darse cuenta de eso.
APU: En el caso de Acorazado, el disco sale a consecuencia de todo el laburo previo que estuvieron haciendo, pero hay muchas bandas que hacen exactamente al revés, van componiendo directamente en la sala de grabación.
JPF: Sí, mucha gente trabaja así. Yo lo respeto porque no lo sé hacer, no puedo, no te puedo decir si me parece bien o no, creo que cada uno lo logra a su manera. Hace mucho Melero se bajaba sus sonidos de Internet y a mí me parece fantástico, me encanta, y sus resultados son siempre geniales. Como proceso de laburo para nosotros siempre fue como LA VERDAD, como el show en vivo: si algo no se sostiene en el momento de la ejecución es al pedo ponerse a grabarlo. Siempre lo pensé y lo sentí así. Son formas distintas.
APU: Hubo una particularidad del disco “Mugre” que fue la descarga gratuita de Internet ¿Por qué eligieron esa forma de presentarlo?
JPF: Como tantas cosas que hacemos, una mezcla de necesidad y convicción. La necesidad tiene que ver con lo económico, habíamos gastado mucha plata, somos gente grande, uno no puede pedir favores toda la vida. Hay mucha gente, mucho equipo de laburo dando vueltas que tenía que cobrar y a quienes teníamos que agradecer, y entonces se nos acabó toda la plata y dijimos: “¿Por qué vamos a darle este disco a una compañía que nos de un mal arreglo? ¿Por qué vamos a esperar que a alguien se le ocurra premiarnos financieramente con la edición cuando le quede cómodo, si nosotros estamos contentos y entusiasmados ahora?”.
Después están las experiencias que uno trae a colación, o que uno supo, tipo Radiohead, que por supuesto uno no les llega ni a los tobillos ni en cantidad ni en organización, pero decís: “¿Por qué no sinceramos algo que da vueltas?, todo el mundo baja discos, todo el mundo copia, todo el mundo lo hace, es cuestión de tiempo, saquémoslo”. Sobre todo con el entusiasmo y el compartir. Para mucha gente fue algo importante, nos han hecho muchos reportajes, hemos hasta participado de mesas redondas sobre la descarga gratuita y la relación con Internet, y estuvo genial. Para nosotros es inimaginable pensar en una edición de tantos discos, una distribución. La idea de la descarga gratuita nos vino muy bien, acercó mucho a la gente.
APU: ¿Cuál fue el resultado, cuántas bajadas hubo?
JPF: Hubo 13.000 descargas -que para mí es un montón- pero que por supuesto, si lo comparas con el video del tano Pasman en Youtube sigue siendo una ridiculez, pero comparado con lo que significa editar, no te digo 5.000, editar 1.000 discos y distrbuir, para nosotros 13.000 descargas son algo que no tiene nombre. Y hay mucha gente que se acerca voluntariamente, que lo hace por que quiere. Eso no es poca cosa, y vamos a mantener el formato y el sistema. Estamos viendo cómo lo organizamos para que le rinda también al sello, porque la gente de Oui Oui se portó muy bien, siempre acompañó todas las ideas, y ahora el disco se está vendiendo bien. La idea es que sigamos haciéndolo así, que se siga ofreciendo gratuitamente, y que después el que quiere comprar un CD en formato físico que lo compre.
APU: ¿Esto quiere decir que están pensando ya en la grabación del segundo disco?
JPF: Sí, en realidad no estamos diciendo que vamos a entrar a grabar tal o cual día, pero siempre hay temas dando vueltas. Estamos trabajando en los ensayos con 6 y 8 temas, y seguramente en marzo vamos a tener algo parecido a un disco, pero en cantidad seguramente vamos a seguir componiendo, porque siempre hay ganas de hacer un disco nuevo. Toda banda quiere más, siempre.
APU: ¿Este disco nuevo viene con invitados como el primero?
JPF: No lo sé, ojalá que sí. Fue muy precisa la convocatoria de los chicos, de Juan Ravioli y de Flopa. Cuando yo cantaba en los ensayos el tema “La mitad” decía: “Este tema parece que lo hubiera compuesto Flopa”. Me parecía que la vuelta melódica era de ella, y dijimos: “Llamémosla y que lo cante ella”. Y así fue. Vino, le encantó, y lo terminamos armando a partir de su voz. Uno siempre tiene un montón de amigos dando vueltas, y tratamos de encontrar a la persona que realmente le haga un giro a la banda. Al ser tres, tratamos siempre que cada uno cubra los espacios del otro, que la banda sea independiente, que no necesitemos más gente. Con lo que no podemos hacer, ahí aparece Ravioli o Flopa. También Paula Maffía, a la que invitamos a cantar una canción nueva.
APU: ¿Te cansaste de las multitudes arriba del escenario, como las de Pequeña Orquesta Reincidentes?
JPF: Nooo ¿Cómo me voy a cansar? Lo recuerdo con mucho cariño. Hemos llegado a tener una banda ancha, así le decíamos en una vieja época. No recuerdo si éramos 10, pero eso era hermoso. En algún sentido tenía ganas de que el grupo se banque de a tres, de pocos, y también por una cuestión personal de composición, operativamente. Cada decisión estética tiene que ver con lo que está pasando y el puchero que se está cociendo entre las personas y las personalidades.
APU: Potemkin tiene cosas en común con otro power trío de la Argentina, uno de los grupos que iniciaron el rock nacional: Manal, más blusero que ustedes quizá, pero tal vez se pueda relacionar la forma de cantar de Javier, medio tanguera, con tu forma de cantar, ¿no?
JPF: Sí, mucha gente me lo dice. Hay algo de lo que me tengo que hacer cargo: muchos me dicen que tengo una forma tanguera de cantar, y yo no me termino de convencer, pero me tengo que hacer cargo porque todos los demás lo escuchan así. Creo que tiene que ver con que a mí me gusta mucho la gente que canta y escribe como se habla. Un poco como que le encontré esa explicación, y hasta podríamos meter a Miguel Cantilo en esa bolsa, Moris, Palo, Cedrón… ese tipo de búsqueda de que el texto se remita al habla. Y cuando respetás el habla te obliga a la sensación, te obliga a cantar la letra de una manera, o a hacer entrar la letra de una manera, y evidentemente esa es una línea común que tienen todos los que te nombraba, y mismo Martínez. Me encanta que relacionen a Potemkin con los viejos tríos del rock nacional.
APU: También esto que contabas tiene cierta raíz tanguera, esto de respetar las letras en el modo cotidiano del habla.
JPF: Sí, es cierto. También el tango se pone muy pomposo, pero en otros casos el lunfardo siempre presente.
APU: Nombrabas recién al Tata Cedrón. ¿Escuchas tangos así, como los del Tata?
JPF: Sí, todo el día.
APU: ¿Y qué otros tangueros escuchás que no sean pomposos?
JPF: El único era Luis Cardei, sobresaliente. Te contaba la historia como si estuviera pasando o como si hubiera pasado ayer. Me gustaba mucho que él tuvo una forma de cantar muy distinta a la del tanguero tradicional, porque casi nunca tocó con orquesta. Tal vez para alguna grabación, pero siempre tocaba sólo con su bandoneón, con su bandoneonista. Floreal Ruiz.también me gusta mucho. Ángel Vargas, Fiorentino. Cuando uno es chico le gusta Julio Sosa, como el vinagre o la sal, esos gustos más obvios, pero después te das cuenta que hay otras cosas más interesantes.
APU: De todas maneras, con Acorazado estamos hablando más bien de un estilo punk-rock, ¿no?
JPF: Decir que somos punk-rock es nuestra coartada.
APU: ¿Cuáles son los referentes comunes del trío?
JPF: Clash sería algo que nos hila a los tres. Después uno te va a decir que Zeppelin, otro que los Beatles, otro que Invisible, otro Manal, y otro te va a decir Almendra, cosas de los Redondos, de Soda Stereo… ¿qué te puedo decir? Lulo es el más joven, el te va a nombrar otras cosas más modernas. Yo vengo más de otra cosa, y Fede ni hablar: para él estamos haciendo Zeppelin.
APU: ¿Cómo fue la experiencia de sumarse al discoCuerpo?
JPF: La verdad es que fue una experiencia impresionante en varios sentidos. Nos pasó algo muy raro. En la semana en que mataron a Mariano Ferreyra los reportajes y comentarios que, de alguna manera, daban una semblanza biográfica a partir de reportajes a Pablo, el hermano, un montón de veces nombraban a La Pequeña Orquesta, respecto a los gustos musicales que tenía. Yo venía con algunas ideas en la cabeza sobre cómo trabajar, porque me interesó mucho el lugar que ocupó Pablo a partir de la muerte: la militancia, la búsqueda de sostener las causas, que se haga justicia, que se castigue a los culpables pero hasta el final, estudiando el juicio para que no haya nada librado al azar. Entonces me gustó mucho la idea de esa complicidad, esa intimidad que se le da a la militancia, casi fraternal. Cuando nos llamaron para presentar una canción –porque la consigna era componer para el disco- se me ocurrió llamar a Pablo Ferreira. Nos tomamos un café, le pregunte por Mariano, cómo fue el día de su muerte y un montón de cosas. Y charlando se llegó a un poema de Diana Bellesi sobre cómo a un árbol se le seca una rama y otra no. Entonces me encantaba tomar eso como una figura de un árbol en sombra, yéndose, y el otro vivo, hermoso, un ciruelo en flor. Cuando él me habló de que el día que mataron a Mariano se defendieron con gomeras, y que entonces él tenía la gomera del hermano, se me ocurrió trabajar a partir de la horqueta, de la Y, de la rama que se abre. Hicimos un tema que escribí que se llama “Las piedras”, que dice “…una rama se abre, y otra, y otra”, como los hermanos, como un árbol genealógico que se va abriendo. Me gustaba mucho esa figura y armamos la canción, y como él tenía dos hermanas, pensamos que tenía que haber una voz femenina que rompa un poco el carácter masculino de la letra. La llamamos a Paula Maffía y le encantó la idea, porque también parte de la consigna de Aitor Graña y Diego Skliar -que fueron los productores y organizadores del disco- era convocar a alguien con un invitado, que sea de a pares, obligarse a juntarse para el disco.
APU: Así eligieron a Paula, de La Cosa Mostra.
JPF: Sí, exactamente, Paula divina, le encantó la idea, le encantó el proyecto. Paula es una súper militante de todo, tiene un entusiasmo y una sonrisa que contagian y una voz alucinante. Tiene un don realmente, hace con la voz lo que quiere, y enseguida entendió por donde iba la letra, el sentido, y salió una linda canción.
APU: Acorazado se presenta mucho en vivo, está tocando bastante seguido, pero de todas maneras los lugares les están empezando a quedar chicos…
JPF: Vamos de a poco. En general, el grupo está creciendo mucho y lo hace siempre, es lindo sentir eso. Estar en un proyecto echando carbón, entusiasmado, siempre creciendo, siempre un tema nuevo por mostrar, un disco nuevo por sacar… eso te hace mirar para adelante. Nos gusta tocar en determinados lugares en Capital: en el Zaguán, en Ultra, en el Salón Pueyrredón, lugares que son para 200 ó 300 personas. A veces los llenamos.
APU: Falta, pero algunos ya están diciendo que esto es como la primera época de los Redondos.
JPF: Dentro de 10 años te cuento…
APU: Bueno, Eisenstein con su película llegó a ser un clásico, 90 años después se sigue viendo, y quizás con la banda pase lo mismo…
JPF: Ojalá, todos tenemos la vanidad de pensar que estamos haciendo algo especial, original, distinto, perenne…
Entrevista realizada en el programa radial Agite Cultural: www.agitecultural.blogspot.com
“La composición es un pájaro que vuela, pero nunca en línea recta”
Entrevista con el cantante folclórico Bruno Arias, realizada por Lucas Rodríguez Perea y Pablo Russo en Agite Cultural. "Como jóvenes haciendo música no podemos estar ausentes de lo que pasa en nuestro país".
APU: ¿Cómo es el Carmen, el pueblo del que sos originario? Ahí también nació un gran músico argentino…
Bruno Arias: Sí, Jorge Cafrune. El Carmen es un pueblo que tiene muchas fincas y vive de la producción del tabaco, también ahora hay producción de seda, frutillas. Hay pesca también en el dique La Ciénaga, el dique Las Maderas. Queda a 20 kilómetros de San Salvador, en la zona del Perico, al sur de Jujuy, más para el lado de Güemes, en Salta, ahí cerquita está todo. El Carmen está entre San Salvador, entre Pálpala, entre Perico, en la parte de los valles jujeños.
APU: ¿Es la parte del llano?
BA: Sí, al lado también hay otro pueblo que se llama San Antonio y de El Carmen también se pasa, por un camino de cornisa, a Salta. Sale por Vaqueros, ciudad del Milagro y es una zona bien gaucha porque, aparte de ser el pago de Cafrune, todos los años se hacen jineteadas, vienen al homenaje a Cafrune los gauchos de San Salvador, todas las agrupaciones gauchas en la Cabalgata Grande, acompañando a un caballo que lleva un sombrero y una guitarra en homenaje al maestro y a veces también se ve en los bailes algún gaucho con pañuelo al cuello y facón en la espalda. Pero es ciudad de pescadores y de finqueros y de la gente que viene a cosechar el tabaco.
APU: De todas maneras, hace varios años que te instalaste en Buenos Aires…
BA: Hace ya diez años, primero sobreviviendo de la música, ahora viviendo de ella y dedicándome el 100% siempre al folclore, a cantar y a andar peleándola con la música y la guitarra al hombro.
APU: Tu último disco se llama “Kolla en la ciudad”. ¿Es imprescindible para un músico venir a vivir a Buenos Aires?
BA: En mi caso, vine a vivir a BA en 2004, antes, en 2002, estuve en La Plata, un año antes en Tucumán. En esas épocas no había redes sociales o no estaban tan difundidas. Yo había agotado todo el circuito peñero, el festivalero, y sentía que tocando en la provincia no progresaba como artista y estaba como estancado. Más que ser el cantor de mi pueblo quería aprender, estudiar un poco de música, perfeccionarme un poco más y, después, llegar a la grabación de un disco, que era un anhelo que tenía, por eso me fui a Tucumán, de ahí a La Plata y después de ganar el Pre-Cosquín, de viajar a Córdoba, hacerme conocer en el ambiente de las peñas en Cosquín. La primera vez que fui allí, en el ´99, fui a “La luna joven” de Landriscina, que se realizaba hacía años, y después se dio la oportunidad de venir a una peña en Buenos Aires porque esta se había instalado en Cosquín, y esos fueron los primeros pasos para llegar a la grabación del disco.
APU: El disco “Changuito volador” es del 2005. Ahora estás presentando tu tercer disco, que estuviste tocando en todos los festivales de verano, no sólo Cosquín donde te llevaste el premio “Consagración”, sino en varios otros. ¿Por qué provincias anduviste?
BA: Estuvimos en el festival de Salamanca, en Jujuy, estuve en la estación Comadre para los carnavales y también estuve en algunos festivales en San Luis. Por suerte por todo el país han ido saliendo tocadas, y ahora este premio ayuda a que me conozcan más y que se me abran puertas en diferentes medios de radio y televisión, y que se abran las puertas a festivales grandes en las provincias donde era difícil llegar. Con este rótulo de “Consagración” es como que comercialmente ayuda a crecer y que se puedan mejorar las condiciones de la banda y de la actuación.
APU: Nosotros no entendemos nada pero los que sí entienden, dicen que cantás con voz bajita como los brasileros.
BA: Sí, a veces cantamos tranquilos, a veces más aguerridos con las canciones. Empecé tocando valsecitos que es el ritmo más representativo de Jujuy y hay como un estilo que se ha marcado con el ritmo, encontrando una forma de darle un aire fresco al valsecito y con voz más suave. Es difícil encontrar una personalidad en Jujuy, con una influencia boliviana.
Aparte Jujuy tiene cuatro regiones, entonces, en toda la quebrada, la puna, el valle y la selva que es la yunga, hay como mucha diversidad. Encontrar un estilo es muy difícil, si venís para la parte de mi pueblo, suena más carpero, más tipo al “Chaqueño” Palavecino, con los violines, con el bandoneón. La puna con toda la herencia boliviana, la música que baja de Perú. En la jungla hay otro estilo que es más guaraní, con ritmos como el pim pim, y otro tipo de fiestas en los carnavales que tienen que ver con otros sonidos más tropicales que son diferentes. Trato de ir encontrando un sonido propio, en este último año creo que hemos logrado que la gente nos vaya reconociendo con el repertorio que es muy propio y la mayoría de las canciones son inéditas. Eso también hablaban los periodistas cuando nos dieron el premio “Consagración”, que se podía proponer algo distinto
APU: En el disco “Koya en la ciudad”, el tema “Caminantes” tiene que ver con la unidad latinoamericana, y está dedicado al frente zapatista.
BA: Exactamente. En realidad me regalaron un documental. Un chico de México que militaba con los zapatistas, el documental se llamaba “Caminantes”, y después de ver ese documental salió la letra y la música.
APU: Ahí se nota claramente la influencia boliviana.
BA: Sí, acá agarro el ritmo caporal que le decimos, la saya que es como un ritmo afro-boliviano, es como una mezcla de guaino con ese tresillo africano, y tiene mucha fuerza. Ahí usamos charangos, la zampoña y todos los instrumentos de caña.
APU: ¿Estas influencias africanas se notan en el jujeño tambiénn o lo tomaste vos en particular?
BA: Están incorporadas ya en Jujuy, porque recibimos toda la información de Bolivia que está como bien adentro de la Provincia de Jujuy. Aparte hay muchos bolivianos que vienen a trabajar a nuestra provincia, hay una mezcla de cultura. En realidad es bastante parecida, con los bolivianos tenemos muchas cosas en común. La influencia del afro se nota más en las chacareras en Perú, se nota mucho en el festejo, en todos esos ritmos, y en Bolivia, en lo que es la saya, el caporal, ahí se nota más la parte afro.
Este tema “Caminantes” está dedicado a todos los pueblos de Latinoamérica por el documental del Ejército de Liberación Nacional Zapatista. En una parte del documental, el Subcomandante Marcos que estaban junto a los originarios de México decía que tenían un lema que era “Todo para nosotros y nada para los demás”, y cuando él se mezcla con las comunidades, los comuneros dicen, “Para todos todo y nada para nosotros”. Ahí se arma como un debate, y él dice que se quería ir. El caminante va haciendo su gestión, y cuando llega a un lugar se detiene y termina su gestión, pero cuando el caminante toma un compromiso y nunca se detiene, se convierte en camino, y el camino nunca para. Cuando el subcomandante se quiere ir los originarios le dicen que no se puede ir porque ya era camino, de ahí sale toda esta canción que fue inspirada con ese documental.
APU: Además del tema de los pueblos originarios, que recorre gran parte de tus letras, también está uno de los reclamos sociales de los pueblos del interior que es la lucha en contra de la mega minería. Tal es así que en la contratapa del disco tenés impreso el mensaje, “No a la mega-minería contaminante”
BA: Es un tema donde hay mucho debate, no es que esté en contra de la minería porque todo lo que usamos viene de ahí. Lo que pasa es que ya nuestros abuelos, los originarios, hacían minería pero en armonía con la naturaleza. Lo que se reclama es que, primero las empresas mineras de afuera que no pagan impuestos sean controladas porque hacen lo que quieren con el medio ambiente. Desvían los ríos, utilizan toda el agua, contaminan, usan mucho cianuro, usan explosivos, matan la flora, la fauna. Los únicos perjudicados son los lugareños, en Abra Pampa con las minas, el río viene con aguas verdes, por ahí, como están alejados de la ciudad no lo vemos y nadie toma conciencia de esto. En Andalgalá, la Asamblea de Algarrobo está luchando y hay mucho auto-convocado que en estos tiempos son reprimidos y perseguidos como si fuera época de dictadura, por estas empresas que tienen mucho poder, estas cosas no salen a la luz, no se difunden.
En mi caso, trato de acompañar a toda esta gente que nos enseña a luchar y que son los verdaderos protagonistas de todo esto. Como jóvenes haciendo música no podemos estar ausentes de lo que pasa en nuestro país. Se lo puede visibilizar a través de la música. Estar presente en eso para mí es un sentimiento porque la gente misma te compromete cuando uno va y conoce esos lugares.
APU: Raly Barrionuevo, que también está comprometido con esta causa, tuvo una acción judicial en su contra por decir que el agua de Andalgalá está contaminada.
BA: En realidad, sé que no le han hecho un juicio, sino que han amagado. Este tema es del 2004, el paisano que dice la parte del agua envenenada de Andalgalá. Y ahora se están comercializando productos regionales en Andalgalá con Toronto y otros lugares fuera de acá, y la gente que compra esos productos le dice que hay problemas con el agua que está contaminada. Es el desastre que trae la mega minería a cielo abierto. No es porque Barrionuevo haya hecho una canción, él ya venía visibilizando esto con sus canciones.
APU: ¿A vos te trajo algún problema con tus temas tomar un posicionamiento en una época de tanta polarización?
BA: Por ahí en algún momento, en un par de festivales habían dicho que Coplanacu, Barrionevo y Bruno Arias no vengan a tocar porque los festivales están bancados por la Barrick Gold. Ahora fui a Andalgalá, al Festival del Fuerte, el intendente está en contra de la Barrick Gold, de estas aguas ricas, y han hecho un festival con el esfuerzo del pueblo. Se pueden hacer cosas sin depender de estas empresas. Ojalá que haya una nueva reforma de ley o que realmente paguen los impuestos que tienen que pagar, pelear también entre todos porque nos están matando y se están llevando todo el oro.
APU: Tu letras tienen mucho contenido político-social, te viniste con una remera en homenaje a Mariano Ferreyra. Hablábamos de Raly Barrionuevo o Coplanacu, pero en general no es el folklore que más se difunde en la tele o en las radios. Desde hace un tiempo está de moda un folklore medio edulcorado, temas de amor cuasi eróticos, poesías lamentables. Con muy buenas voces, muy afinadas, músicos detrás que tocan muy bien. ¿Cómo ves eso?
BA: A mí no me molesta, me gusta, es más, escucho de todo. Cuando yo comencé escuchaba el folklore que se escuchaba en la radio Después fui descubriendo músicos, otra historia del folklore, escuchando a Jacinto Piedra, Peteco Carabajal, toda la movida del “Chango” Farías Gómez, Liliana Herrero. También tengo incorporado el folklore tradicional desde Los Manceros Santiagueños, toda la música santiagueña. Y después me gusta mucho la parte fina del folklore, de las melodías y las letras que es el Dúo Salteño, Los Andariegos, Las Voces Blancas. Grupos vocales como los Wancawá, Buenos Aires 8, el Grupo Vocal Argentino… hay tanto para buscar en el folklore. Solistas como Cafrune, Atahualpa Yupanqui, la más grande: Mercedas Sosa. Soy muy fanático de la música de Chile, más que nada de Víctor Jara, que es alguien que ha marcado en lo social, un camino, sobre todo por su historia. Tengo un tío desaparecido en épocas de la dictadura, y eso también ha ido haciendo que broten estas canciones con estas letras. En mi casa la historia de mi tío estuvo silenciada, después de 30 años creé un Facebook de mi tío, José Antonio Lucero, que está en mi página de Facebook. Y da la casualidad que mi tío en el 76 estaba juntado con una chica y tuvieron un hijo en cautiverio, y después de más de 30 años encuentro a mi primo hermano gracias al Facebook que hice.  Sé que era Montonero, como un mensajero de esa época, y esas cosas también fueron brotando a flor de piel y dándome otra orientación a la hora de cantar.
APU: En estos últimos 10 años que estuviste viviendo en la ciudad, que fuiste bajando de Jujuy por Tucumán, Córdoba, toda esta ruta que hiciste ¿Cómo fue cambiando tu estilo musical?
BA: Algunos me dicen que ya no canto los bailecitos del primer disco y que canto las canciones de los pueblos originarios, y que les gustaba más el primer disco. Creo que uno tiene que hacer lo que siente, depende también del momento que le toque vivir, tampoco quedarme en una fórmula. Sé que el primer disco le gustó a toda la gente y no por eso voy a repetir en otro disco la misma fórmula, los mismos estilos, la misma instrumentación y mantenerme 40 años tocando lo mismo. Creo que uno tiene que ir proponiendo cosas distintas, en este último tiempo me he animado más a la composición. Siempre el mensaje de los grandes referentes, Atahualpa Yupanqui decía que la forma sea nacional y el idioma universal, y que cuando uno se va comienza a conocer su pago. Violeta Parra dice que los jóvenes tienen que ser libres. La composición es un pájaro que vuela, pero nunca en línea recta.
APU: ¿Cómo te cambia la ciudad en tus composiciones, en tus letras y en la música?
BA: Creo que Buenos aires me ha cambiado en esta lucha, creo que tiene que ver mucho con los provincianos que están acá, que resisten, la gente humilde de las villas, los bolivianos, los peruanos. Los originarios que vienen a difundir toda su historia, a visibilizarse, a mostrar toda su problemática, sus necesidades. Buenos Aires me hizo cambiar muchos conceptos: antes pensaba que como era jujeño tenía que tocar carnavalitos y los santiagueños tenían que tocar chacarera, y me fui desestructurando de ese pensamiento antiguo. La música es una sola y somos todos latinoamericanos. Y si uno puede viajar a un lugar y vivir con la gente del lugar, entender de dónde vienen los ritmos, compartirlos y tenerlos de la mano de los referentes del pueblo, uno puede llegar a  aprenderlo. Nunca lo va a pulsar seguramente como el que nació ahí, pero va a poder trasmitir a ese nivel. La idea es poder alcanzar, como lo hicieron grandes referentes como en Jujuy Ricardo Vilca, llevar el folklore jujeño al nivel de la música del mundo. Ojalá mi música pueda cruzar las fronteras, salir del país y tener el nivel de la música del mundo. En una época escuchaba sólo folklore y también investigo mucho sobre la historia del folklore, y ahora escucho música de todo el mundo, desde música clásica hasta el último DVD de Iron Maiden. Escucho todo lo que pueda y así voy absorbiendo y aprendiendo sobre nuevos cantautores.
APU: Alguien nos contó que viajando en un tren, sube un músico y toca una canción que hace referencia a alguien que llega a la ciudad desde el interior. Le preguntó de quién era esa canción, y te nombró a vos, Bruno Arias. No sé si estás enterado que están haciendo cover en el tren.
BA: El tema “Kolla en la ciudad” es como si fuera mío pero no lo es. Es de Néstor Gea y Sergio Castro, dos profesores de historia que hicieron la cantata originaria en el año 85. En este último tiempo yo he tomado esta canción y se ha convertido en emblema y lucha de los originarios. Tiene que ver mucho con lo que pasa en la ciudad. En Jujuy, con la discriminación que sufre la gente de la quebrada, la Puna, los bolivianos, los peruanos que vienen a nuestro país. Tiene un mensaje claro que dice, cada 12 de octubre qué festeja la gente. Pero eso ha ido cambiando en estos últimos tiempos, el día de la raza se ha convertido en el día de la diversidad de los pueblos. Hay muchos cambios en estos tiempos en Latinoamérica, está más unida, más integrada, más solidaria.
APU: ¿Qué es el Bondi Cultural?
BA: El Bondi Cultural es una idea loca de un amigo que se llama Juan Villegas, nosotros le decimos Juan del bondi porque sueña con un bondi lleno de actores y artista viajando por todas las plazas del mundo, haciendo cultura. Se me ocurrió hacer un disco de un copilado de folklore, donde selecciona siete cantautores de siete provincias que son changos independientes pero que la están remando desde hace unos años. Se armó este disco que se llama Bondi Cultural, donde grabaron dos canciones cada uno y temas propios. El disco se consigue en las disquerías o se lo puede bajar de Internet. El proyecto fue creciendo y este año, si Dios quiere, voy a seguir con eso. Y ojalá que salga pronto la ley de la música. Así como el cine y el teatro tienen su instituto, ahora lo va a tener la música, que sirva para que los músicos independientes puedan autogestionarse y que se pueda pedir algún subsidio. Me gustaría autogestionar Bondi Cultural 2, que va a ser un disco doble, con 10 cantores y 10 cantoras de diferentes partes del país que quedaron afuera del Bondi 1, por ejemplo, como Catamarca, La Rioja, Mendoza o el Sur. Son changos de 20 ó 30 años que componen sus propias canciones. Siento que en el folklore hay una renovación muy fuerte, pero que no se difunde porque no todos tienen los medios para salir de su provincia y poder grabar un disco.
“Uno no compone desde un género o un estilo, uno se sienta a componer desde una emoción”
Entrevista telefónica con la cantautora chilena Camila Moreno, una de las voces más interesantes de la escena cultural suramericana. Una charla sobre sus inicios e influencias, a la espera de poder por fin verla en nuestro país.
Por Juan Ciucci
APU:  Para los lectores que no te conozcan, contanos como fue tu inicio con la música, sabemos que tenés alguna relación también con la actuación.
Camila Moreno: Empecé a tocar de muy chica, como a los diez años con mi mamá, porque ella me cantaba canciones como religiosas, y de izquierda también. Estudié danzas, y después tuve algunos grupos, como Caramelitus y La Princesa Leia Proyect, pero nunca pensé dedicarme a la música profesionalmente.
APU: Como te encontrás en este momento de tu carrera con un tercer disco (Panal) y una proyección internacional importante, vimos con visitas a México y Colombia.
CM: Bien, fue todo bastante rápido y la verdad es que siento que Panal es como mi segundo disco, ya que Opmeitomsimla es como una continuación de Almismotiempo que es el primero. Yo creo que recién me siento cómoda y concentrada con la música que estoy haciendo y estoy súper orgullosa,  pero siento que todavía estoy dando pasitos de recién nacida.
APU: Nosotros te pensábamos como en un marco de música popular, porque esto de los géneros es difícil a veces. ¿Cómo te has acomodado en esto de los registros musicales?
CM: La verdad es que nunca me he acomodado (risas), no me gusta reducir la música a una etiqueta. Porque uno hace música, y un día se llama Heavy Metal y después se llama Música Clásica, da un poco lo mismo. Uno no se sienta a componer desde un género o un estilo, uno se sienta a componer desde una emoción y la música que salga de ahí es como un misterio.
APU: Te vimos participar de un tributo a Spinetta, en ese marco te preguntamos cuál es tu relación con la música de nuestro país.
CM: Escucho mucho a Spinetta y Charly (García). Spinetta especialmente me tocó en un momento vital importante, como a los diecinueve años. Escuché el disco Artaud de Pescado Rabioso y se ha transformado en uno de los discos eje de mi vida, más que cualquier otro de Spinetta. Es un disco que trasciende generaciones, trasciende momentos, trasciende estilos, es un disco realmente impresionante.
APU: ¿Y con las músicas populares de nuestro país?
CM: ¿Te refieres al folclore?
APU: Puede ser folclore o alguna música más cercana a Chile.
CM: La verdad es que solo escucho Charly y Spinetta porque música folclórica no escucho nunca, de ningún país. Me interesa más la irreverencia. Bueno, el folclore también, pero no me gusta mucho el folclore urbano, como el folclore estilizado, esa cosa estéticamente no me gusta para nada.
APU: Vimos que hace poco estrenaste el video de Raptado y le estás dando mucha importancia a la producción de videos.
CM: Si, el último video que saqué se llama Te Quise y el penúltimo Raptado. Siempre me ha interesado el mundo del cine porque mi padre trabaja en eso, pero hasta ahora no pude ponerle tanta atención a los videos como hubiese querido antes. Es la primera vez que estoy haciendo videos que me tienen contenta y lo cierto es que estoy mucho más involucrada. Creo que es importante porque la música tiene que ver con las imágenes, la letra también. Es importante estar involucrada en los procesos creativos de tu trabajo,
APU: También participas de este proyecto llamado Mala memoria. Eso también nos interesaba porque te vimos muy activa en esa situación.
CM: Es un proyecto que convoca a personas chilenas entre dieciocho y cuarenta años a hacer una canción sobre algún detenido desaparecido que no haya sido homenajeado aún. Creo que es importante, es un tema bien poco tratado y también es difícil transformar el dolor en un canto. Generalmente, cuando la historia y el dolor se transforman en un canto quedan impregnados de otra forma en la gente.
APU: ¿Cómo ves tu canción, como artista, en el marco social? Ahora que Chile está viviendo momentos interesantes y en toda Suramérica. ¿Cómo te ves en ese marco?
CM: La verdad creo que soy una persona como cualquier otra y me afectan las cosas del mundo, y cuando las cosas tocan mi emoción soy capaz de reaccionar finalmente, no me mantengo como apática a las cosas que suceden. Pero mi reacción tiene que ver con hacer una canción, pero no considero que sea tan social, más bien es cuando eso toca tu intimidad y desde tu intimidad, con una emoción, tú puedes crear una canción o apoyar algún tipo de movimiento, por ejemplo.
APU: Por último te pregunto si tenemos chances de verte en Argentina, si tenés una fecha planeada para venir para acá.
CM: La verdad es que no, pero me encantaría, porque necesito que me inviten (risas), nunca he ido a tocar a Buenos Aires, ya es hora.
APU: Sí, la verdad que ya es hora, esperemos que se mueva eso, entonces.
CM: Sí, que se mueva, que se mueva.
"La orquesta se ubica en el giro que tomó el tango en el siglo XXI"
Entrevista con Federico Terranova, violinista de la Orquesta Típica Fernández Fierro, la banda de tango y actitud rockera que desde hace 12 años renueva el ambiente de esa música tradicional.
Por Enrique de la Calle
AGENCIA PACO URONDO: Este año sacaron un disco nuevo, "Tan idiotas como siempre" (se puede escuchar online en el portal de la banda), que es el quinto disco de estudio del grupo. ¿Están contentos con el resultado?
Federico terranova: Por nuestro lado estuvo buenísimo porque trabajamos con un productor, es la primera vez que lo hacemos. A nivel de como quedó el disco, estamos muy contentos. Creo que llegamos a un punto que habíamos intentado con los anteriores pero que no pudimos y la verdad que este quedó muy bueno. En cuanto a la repercusión de la gente ya sentimos que empiezan a cantar las canciones en los show.
APU: Decías que lograron algo que en los anteriores discos no habían podido alcanzar. ¿En qué sentido?
FT: Es muy difícil plasmar la música que tocamos en vivo, la onda que tiene la orquesta en vivo, en un disco, creo que acá quedó, sobre todo la fuerza, eso estuvo bueno. Se trabajó de una manera que no estamos acostumbrados, con equipos, así que quedó buenísimo.
APU: ¿Cuál fue el aporte del productor, Tito Fargo?
FT: El es un chabón que viene del rock, sabe bastante de equipos, trajo todos sus equipos, todos los instrumentos acústicos los pasamos por amplificadores como si fueran instrumentos eléctricos. Ese fue el aporte de Tito y me parece que fue fundamental.
APU: Hay algo de la Fernández Fierro que más allá de enmarcarse en el tango tiene una fuerte impronta rockera. ¿Lo vez así?
FT: En cuanto a la música nos sentimos bien tangueros, en cuanto a cómo llevar adelante un proyecto, sí tiene más que ver con una banda de rock. Nosotros no descuidamos para nada la música pero por otro lado, el grupo, la onda, el show, hay un montón de cosas que van más allá de la música en sí y en ese aspecto tomamos mucho del rock pero no a propósito, es una forma de ser. Casi todos tenemos o teníamos banda de rock y es la forma que teníamos de trabajar, fue natural, no fue decidido, no es que nos sentamos y dijimos, cómo encaramos el proyecto. Se dio así porque somos así.
APU: ¿En lo estrictamente musical hay aportes del rock?
FT: En la música, en cuanto a cómo interpretar, puede ser, en cuanto a la teoría, en cuanto a los instrumentos, en cuanto al desarrollo estrictamente teórico, no. Nosotros usamos los mismos recursos que usó Osvado Pugliese o Astor Piazzola. Es decir, la música es la misma pero a la hora de interpretarla nosotros le ponemos otra impronta. Creo que las mismas partituras que tocamos nosotros tocadas por otra orquesta no sonarían igual, creo que ahí está el aporte y también tiene que ver mucho lo que nos gusta, lo que escuchamos y cómo sentimos la música.
APU: En sus seguidores hay un público heterogéneo, que puede incluir gente más grande, que los va a ver buscando una banda de tango más tradicional y pibes más jóvenes, tal vez más influenciados por el rock o por otro tipo de música.
FT: El público de la Fernández Fierro no es ni estrictamente tanguero, ni viene a ver cosas raras. Son personas que les gusta disfrutar de la música y de un buen show, vienen a pasarla bien, acá no hay mambos intelectuales. Tampoco rememoramos el tango del pasado como decir a los que les gustó el tango de una época, acá estamos nosotros, no para nada. Es gente a la que le gusta la música, viene a pasarla bien, a escuchar un buen show, ya sea que te guste o no el tango, te guste o no el rock, si entendés la onda la vas a pasar bien.
APU: Destacabas la puesta en vivo de la Fernández Fierro. ¿Cómo es esto de tocar en ese club tradicional ahí en el barrio de Almagro? Experiencia que repiten varias veces por semana, ¿disfrutan mucho tocar en vivo?
FT: Nosotros más o menos tocamos 100 veces por año, si hacemos la cuenta ya son 12 años, así que imaginate que ya son muchos show. Hace nueve años que tocamos en el Club Atlético Fernández Fierro (Sanchez Bustamente 764, Almagro, CABA) y ahí tocamos todos los miércoles pero también tocamos por todos lados, tocamos por miles de países. Sí creo que el show es fundamental, no nos hacemos la idea de no tocar, ya está tan metido en nosotros que es como la esencia misma del grupo.
APU: Vuelvo un segundo sobre el vínculo con el rock. ¿Cómo es la relación que tienen con Palo Pandolfo?
FT: Además de ser un referente del rock, él es un groso por todas las bandas que tuvo. En un momento de su vida estuvo metido en el tango, hizo unos temas y una vez lo vimos en vivo, lo encaramos y le dijimos que teníamos una orquesta y pensamos que estaría bueno que nos haga unas letras. Al principio no se copó tanto pero después cuando la cosa empezó a funcionar, hicimos tres temas juntos.
APU: Además de tocar en el país, salen mucho de gira. ¿Cuál es la recepción afuera? ¿Cómo juzgá esa movida que se da en otros países en relación al fenómeno del tango?
FT: La verdad es que desde hace varios años se da que afuera nos pasa lo mismo que acá. Nosotros acá no hacemos el circuito del tango, hacemos nuestra movida, lo que a nosotros nos parece y el público que nos sigue entiende esa onda. Afuera pasa lo mismo. Ya hace muchos años que no hacemos el circuito del tango, hacemos el circuito de la música en general, tocamos en festivales de todo tipo, festivales de rock, acá también.
En las grandes ciudades del mundo, donde hay gente de todos lados, donde entienden la diversidad, por lo general nos va muy bien. Cuando nos metemos en el interior de los países, donde la onda es más pueblo, más rural, ahí quizás no entienden tanto la onda pero por lo general en las grandes ciudades nos va bien. Y acá pasa lo mismo: nosotros acá tocamos una o dos veces por semana y siempre se llena.
APU: ¿Si tuvieras que definir musicalmente a la Fierro, cómo la definirías?
FT: Es difícil porque yo soy parte y no quiero pecar de soberbio. La orquesta se ubica en el giro que tomó el tango en el siglo 21. Yo divido al tango entre lo que pasó en el siglo 20 y lo que está pasando y va a pasar en el siglo 21. Hay un cambio grande en cuanto a cómo encarar la música y se está renovando el repertorio, no quiere decir que se reniegue y que se haga borrón y cuenta nueva. Pero está bueno que se diera ese cambio y creo que nosotros somos una piedra fundamental y quedaremos como pioneros de ese cambio.
APU: ¿A qué otras bandas y otros artistas ve en esa movida de renovación del tango?
FT: Estamos apostando mucho a eso, porque si bien nosotros lo entendemos bastante, hay que pasar el mensaje y hacer que todos lo vean como lo vemos nosotros. Aparte de CAFF que es un lugar donde tocan muchos grupos de tango, hicimos una radio on-line, que es "radio CAFF", donde pasamos 24 horas de música y están todos los grupos que hoy están haciendo el tango nuevo del siglo 21.
“El compromiso es por el presente, por estas canciones y esta reunión”
Entrevista con Rosario Bléfari, quien el próximo martes presenta su nueva banda Sué Mon Mont. “Quería fusionarme con otros músicos en un proyecto para compartir las decisiones de un modo más igualitario”.
Por Juan Ciucci
Charlamos con Rosario Bléfari antes de su viaje a Mendoza y Chile, donde este finde semana se presentó junto con Mi pequeña muerte. Éste martes presenta nueva banda y nuevos temas en el Club Cultural Matienzo, Pringles 1249.
APU: En principio, contanos cómo surge la nueva banda.
Rosario Bléfari: A principios de este año, tenía ganas de formar una banda para encarar una serie de temas nuevos que tenía. Pero quería cambiar un poco el modo de trabajo, en el sentido de fusionarme con otros músicos en un proyecto más de igual a igual que como proyecto solista. Que los demás no dependieran de mí en un sentido de iniciativas, sino para compartir todo, las decisiones, de un modo más igualitario compartir beneficios y esfuerzos, ¿no?
Entonces pensé en aquellos músicos que había visto tocar al ir a ver un show o al compartir fechas, y que me habían llamado la atención, me habían gustado. Que tuvieran algo familiar pero al mismo tiempo diferente, con algún elemento que no me había tocado compartir con otros músicos. Pensé en esas personas que ahora son Gustavo Monsalvo (que es el guitarrista de El Mató a un policía motorizado), Marcos Díaz (que toca la guitarra en Bosques, pero el bajo en Sue Mon Mont) y Tifa Rex (baterista de Los Reyes del Falsete).
Los convoque y les conté esto, tal cuál lo cuento ahora, les dije que tenía una cantidad de temas de distintas ramas, digamos. No eran parecidos, tenía material de más, con distintas tendencias podríamos decir. Quedamos en que como todos estamos bastante ocupados, ellos con sus bandas, yo pretendía seguir tocando mis temas de repertorio digamos, no quería abandonar las canciones que son las que ya grabé, pero que siempre se renuevan. Pero quería separarlos de la banda que trabaja los temas nuevos.
Entonces yo también tenía otra banda, somos músicos muy ocupados, más allá de las otras obligaciones que cada uno tiene. Acordamos que teníamos que ser muy precisos, muy certeros. Como tener una sola flecha, y tener que tirar esa. No poder ir probando, o haciendo procesos de conocimiento. En parte porque ya todos nos conocíamos, en realidad, aunque no fuéramos amigos nos habíamos cruzado en fechas, estamos como en el mismo pueblo musical. Cierta familiaridad de códigos hay, aunque cada banda tiene los suyos, son microclimas que cada banda maneja. En términos generales teníamos cierta confianza, eso hizo más fácil acelerar los tiempos.
Les pasé algunos demos, sencillamente grabados por mí, y empezamos a encontrar los 5 que les habían gustado a todos. Y los ensayos fueron increíbles, al tercer ensayo ya teníamos sacados 15 temas; echados a correr, porque el demo es un boceto. La personalidad de la banda se iba a ver en la forma de tocar esos temas. Eso quedó demostrado desde un principio, grabé esos primeros ensayos y los tremas que grabamos ahora para el disco, detalle más detalle menos, de movida estaban planteados así. Recuerdo que algunos temas decíamos “¿cómo es? Y, no sé, toquémoslo”; y salíamos y lo marcábamos, y no había ningún probar nada, lo tocábamos. Eso nos producía mucha adrenalina, mucha alegría, y también muchas ganas de mostrarlo. Porque también podría haber pasado que no pasara todo eso. Pero pasó que nos gustaba como oyentes de nosotros mismos, digamos.
Ahí dijimos grabémoslo, hagamos un disco, ya que no sabemos nada… Cuando los convoque les dije que no tenía ningún plan, para hacer esto o lo otro. Pero que sabía que como íbamos a tener poco tiempo, era ensayar, tocar, hacer fechas, pocas porque nuestras fechas van a ser más especiales y esporádicas. Vamos a dejar un disco porque tal vez no toquemos siempre, no sé cuánto puede durar. Pero dejado librado al azar de que nos guste mucho y veamos que es posible volver a armar otro grupo de temas en el futuro. La intención que de movida les dejé clara era que no se sintiera nadie, incluso yo, comprometida, “nos casamos con este proyecto, y de ahora en más tenemos mil cosas por hacer”. No, hagámoslo para estos temas, como si fueran el guión de una película y este equipo se reúne para ese guión, para ésta película, para estos temas. Después a veces pasa que convocas al mismo equipo para hacer otra, o el mismo equipo lo decide. Pero en principio el compromiso es por el presente, por estas canciones y ésta reunión. Y no sentir la presión de empezar un itinerario de supuestos logros o lo que sea. Sin ninguna pretensión más que construir la obra de ese disco, y ese grupo de temas.
APU: Decís que estos temas nacieron de vos, en ese ir haciendo ¿se sumaron desde la banda?
RB: Por supuesto que, lo que yo les mostré es un boceto del tema, pero para que cada uno se sume. En cuanto al tema, mi aporte es la melodía y la letra, ese es mi gran aporte (risas) y quiero que se lo apropien y lo coloquen en el lugar de que cada uno sienta que lo que está tocando lo representa. Como un actor que actúa su estilo, por más que esté haciendo un papel u otro. Quería que tuviera eso, que se adueñaran completamente de estas canciones, que es lo que pasó. Lo que pasa es que se dio muy espontánea esa manera de hacerlo, lo que más me sorprendió fue que no requirió de un proceso largo…
Viste que en el rock pasa que es muy delicado todo lo que se refiere a las estéticas de cada uno. Lo que me gusta, lo que sí y lo que no. Había que coincidir, como si fuera una partida de cartas en la que cada uno pone sobre la mesa su carta y tiene que armar juego con las de los demás. Y que tu carta es la que elegís como la mejor jugada estética tuya. Eso era lo que podía también salir mal, que no pase o que no encaje. Me sorprendió que se pudo construir algo que cada uno siente que es propio, sobre un material que está hecho por todos, aunque la melodía y la letra sea mía. Hubo cambios, una estructura que se terminó de armar, pero eso parecido a cualquier trabajo de banda, donde los que hacen las canciones las muestran, y ese pasaje a llevarlo a la banda hace que una parte sea más larga, o sentís que en determinado lugar se puede improvisar. Es un montón de terreno libre para vestir la canción, para ponerla en escena. El boceto es como el guión, y la ejecución y la composición del resto de las líneas y de los instrumentos es la puesta en escena. Algo tan valioso porque es lo que le da la cara a esa obra, sino no tiene identidad. Cuando se toca en una banda esa composición de los instrumentos es la que le da identidad a la canción.
APU: ¿Cómo imaginas, o cómo estas preparando la presentación de la banda el martes?
RB: Con mucha ansiedad, y haciendo mil cosas al mismo tiempo. La verdad quisiera estar tirada debajo de un árbol pensando sólo en eso, como alguien que tiene una cita muy importante y está pensando en eso por venir. Pero tengo que hacer mil cosas al mismo tiempo. Ahora me voy a Mendoza y a Chile a tocar con Mi pequeña muerte, que tenemos un dúo de bandas sería, yo toco con ellos como mi banda, y salimos de pequeñas giras juntos. Toco con ellos temas desde Suárez hasta el último disco solista, Privilegio. Tengo así como una doble vida ahora, la de mis temas anteriores, donde atiendo a esas canciones tocándolas. Ahora estoy yendo a la TVPública, donde tengo una columna donde comento libros. En realidad quisiera estar suspirando debajo de un árbol esperando que llegue el día, repasando las canciones en mi cabeza, para tenerlas bien seguras. Porque están muy frescas, ayer fue nuestro último ensayo y pensamos todos que tenemos que estar muy atentos, porque están muy frescas. Son un montón de temas muy nuevos, la memoria está ultraexigida. Es como el estreno de una obra, con un montón de texto, de indicaciones y de expresiones diferentes. Me preparo sin parar, pero pensando en eso.
APU: Antes mencionaste el disco, ¿con eso tenés algún tipo de plazo?
RB: Sí, el disco ya lo estamos grabando, supongo que a principios del año que viene lo vamos a tener. Incluso nos podríamos haber apurado mucho, en un momento lo queríamos ahora. Cuando paso todo eso, que empezamos a tocar y lo grabamos, es un ensayo pero lo grabamos bien, nos cebamos y dijimos ése es el disco, yo lo estaba mezclando en mi casa… Después pusimos un poco de paños fríos, y dijimos que si estaba tan bueno, dediquémosle un poco más de tiempo, grabémoslo con la intención de sacar el disco, no como un ensayo. Ahí ya grabamos las baterías, estamos grabando las guitarras. Vamos a ir mezclando, y supongo en el verano ya va a estar listo y lo mandaremos a fabricar.
APU: Seguís sosteniendo lo de publicar en formato disco…
RB: Sí, cuando terminé mi último disco, y entraba en la etapa de grabar el otro con mi banda anterior en el plan solista en que venía, me dio una sensación de que no iba a grabar más discos. Que no sabía cómo, pero con algún otro formato. Que iba a tener que resolverlo de otra manera, aunque no veía cuál, no me veía fabricando el CD. Después, con el tiempo que pasó, me di cuenta que un CD, además de cualquier otro tipo de soporte, no resta. Al contrario, es un formato más. Empecé a pensar que no hay un formato que lo reemplaza, sino que se multiplican los formatos. Pasé de no ver nada, de no ver cuál sería la forma, no veía un disco, pensaba mucho en las piedras que sacó Roberto Jacoby, porque me parecía súper metafórico. Es perfecto, como volver a cero, la edad de piedra, no sé.
Unos chicos editaron Horrible de Suárez en cassette, y muchos lo quieren, me dieron algunos a mí y los llevo a los recitales, y todo el mundo lo quiere. Viste que también está el vinilo, las ediciones en vinilo están a la orden del día. Y el CD también, finalmente no es más que un soporte más, que no es reemplazado por otro con el mismo peso. Sino que tal vez se diversifiquen los formatos.
APU: ¿Querés contarnos algo del nombre de la banda?
RB: Bueno, el nombre de la banda fue como una especie de sueño que tuve. Esos momentos de ensoñación, cuando te estás quedando dormido, como cuando ves una película y te vas quedando dormido y se te mezcla lo que estás mirando. En un momento así, hace mucho, antes de que pensara en hacer una banda, tuve una ensoñación donde veía ese nombre. Era como “qué bueno sería tener una banda Sué Mon Mot”, simplemente como un pensamiento entredormida. Como hacemos todos, siempre se piensa en nombres de bandas, es como parte de ser siempre un adolescente del rock.
Al otro día, como me gustó mucho lo escribí, y abrí un facebook y no puse nada, puse una foto donde estaba yo en una sombra, una sombra mía y nada más. Paso mucho tiempo hasta que se me ocurrió ésta idea, y llamé a los chicos y teníamos que ponerle un nombre. Les conté éste, a ellos les gustó mucho, yo no sabía bien si no era un delirio, y se fue imponiendo. Al final, ya teníamos que tener un nombre, era “¿y cómo se llaman?”. Y ahí se cierra todo, y es como inevitable. Y así fue. No quiere decir nada, quiere decir algo que quién sabe qué querrá decir. Solo lo sabe mi inconsciente (risas).
Para escuchar los primeros temas de Sué Mon Mont, grabados en su ensayo: entrar acá
“Somos parte de un recambio generacional en el rock argentino”
Entrevista con Lucas Caballero y Juan Manuel Ramírez, de la banda Guauchos, a partir de su segundo disco, Pago. La banda impone un sonido propio, navegando entre los márgenes del rock y el folklore nacional.
Por Juan Ciucci
AGENCIA PACO URONDO: Podemos empezar hablando del nuevo disco (entrar acá para escuchar el disco).
Lucas Caballero: Pago es el resultado de un trabajo de producción que hicimos en Formosa, a diferencia del primer disco (Guauchos), viene a ser un trabajo premeditado. El primer disco fue como canciones que grabamos y se tomó un tiempo largo desde que empezamos hasta que llegó la edición del disco, fueron como tres o cuatro años. Con Pago hicimos una pre-producción en Formosa de dos meses. Y una semana más en el campo con Mariano Bilinkis, que es nuestro ingeniero de sonido y de ahí vinimos acá y lo grabamos en un mes, cuarenta días. Es una gran diferencia porque es como que tiene otra dinámica, el sonido es de otra manera. Pago es un poco una respuesta a un deseo que teníamos nosotros de hacer un disco de esa manera, con esos tiempos y con esa temática.
Juan Manuel Ramírez: Se gestó mucho más en banda y con la conciencia de que ya éramos los Guauchos y teníamos también un poco como un desafío para nosotros mismos, esto de seguir apostando a la identidad de la banda. El primer disco surgió muy inocentemente, realmente el primer disco lo habíamos gestado sin ningún tipo de apuro, casi que la banda no estaba ni armada todavía. Era como un proyecto nuestro, si bien de todos pero sin ningún tipo de compromiso, más que el hecho de ir a la sala y empezar a grabar como jugando. Todo eso nos llevó a aprender a tener a los Guauchos y que signifique algo muy importante para nosotros, entonces, cómo se gestó el disco nuevo tiene todo una conciencia de parte nuestra a la hora de qué era lo que queríamos. Era decir, queremos hacer un disco con todo lo que tenemos para dar como músicos y con una idea que era Guauchos. Muchísima pre-producción a cargo nuestra, con mucho tira y afloje interno acerca de hacia dónde iban las canciones. Pero eso terminó en MCL, que es nuestro bunquer acá en Buenos Aires, un lugar y estudio de grabación que nos permite poder trabajar cómodos y con una muy buena infraestructura técnica. En un mes lo hicimos, la verdad que fue como súper intenso porque estuvimos muchas horas metidos en el estudio trabajando. A la vez nos generó a nosotros la interacción con muchos músicos invitados que son amigos ahora, en su momento ni los conocíamos pero era como el desafío de invitarlos, de compartir la creación. Hoy mirando un poco en la distancia del proceso de grabación, fue un trabajo súper intenso, a conciencia y quedamos muy contentos con el disco que sacamos.
APU: ¿Esta necesidad les vino de ustedes, o también tuvo que ver con lo exterior, porque tuvieron muy buena repercusión con el primer disco?
LC: Creo que surgió un poco cuando hicimos el primer disco que lo hicimos así de manera inconsciente, lo que fue pasando con el primer disco como una conciencia de decir “esto que tenemos, es Guauchos y tiene una identidad que a nosotros nos sienta bien, vamos a desarrollarlo y llevarlo adelante”. Con el primer disco terminado ahí encajó todo con el proyecto que teníamos, nosotros tocamos juntos desde muy chiquitos, tuvimos muchas bandas juntas. Este proyecto es como que se consolidó, varias cosas se consolidaron ahí que nos hicieron decir vamos a cuidarlo y a sostenerlo. También nos cuesta un montón, al ser una banda autogestionada, independiente es como que todo es el triple de esfuerzo a que si tuviese una companía dándote todas las comodidades de hacerlo. Nosotros somos el productor, el flete, el manager, compositores, el cocinero (risas). Cuando tomamos conciencia de todo eso nos sirvió también para organizarnos, formar un equipo de laburo, aprender a distribuir las actividades de cada uno, es como que eso nos ordenó también.
JMR: Creo que todavía estamos aprendiendo a tener una banda de rock. Estamos armando nuestra historia, más allá de los cinco que subimos a tocar en el escenario, con toda la gente que se acercó y se comprometió desde el corazón y el sentimiento para con los Guauchos, eso es un proceso que estamos llevando adelante y aprendiendo a llevarlo adelante.
APU: También es un momento que hay muchas otras bandas, parece ser un poco más sencillo, si se quiere, poder pensar un proyecto así, poder escaparse de las discográficas, por ejemplo.
JMR: Creo que somos parte de un recambio generacional en el rock argentino, junto con muchas bandas del interior estamos llegando a Capital, por decirlo de alguna manera. Contando nuestra música, nuestra identidad y también aprendiendo realmente a llevar adelante la banda desde el lado de la producción.
APU: También tienen espacios que permiten que haya relación con otras bandas...
JMR: Creo que eso es también fundamental, el hecho de ir gestando redes con bandas, con músicos amigos que admiramos, que compartimos. Como en el caso de Lucas, la Disquería Mercurio, fuimos conociendo como las diferentes escenas. Nosotros también tenemos esa cosa de que somos un poco del folklore y un poco del rock y vamos conociendo los dos ambientes que tienen sus propios códigos, sus propios lugares, su propia forma. Creo que eso es fundamental hoy en día para nosotros, el hecho de interactuar con otras bandas. El estudio es como un bunker donde van muchas bandas a ensayar, se genera una relación y producto de eso salen fechas, giras y el día a día también.
APU: ¿En el marco de los estilos, se definen de alguna manera? ¿Cómo se piensan ustedes?
LC: Nosotros fuimos como tirando en la amasadora todo los que nos pasó en la vida de chiquitos. Nosotros venimos de familia de tradición folklórica y tenemos el folklore ahí muy fuerte. De adolescentes nuestros hermanos mayores nos hicieron escuchar el rock y uno va descubriendo también que de repente se nutre de todo eso, sale una canción que de repente se va hacia un lugar más folklórico y al instante siguiente puede salir otra que es media rockera. Es como que representa todos los mundos musicales que nosotros conocimos en nuestro camino.
APU: Ahí, como escucha, los grupos rockeros folklóricos siempre es como que suman el folklore al rock, acá uno siente la presencia muy fuerte de raíz folklórica...
LC: En realidad nos pasa algo con el folklore, es como que le encontramos un rock al folklore que es impresionante, no sólo en la música, sino también en el ambiente folklórico. Si vas a una peña ves que el ambiente es re-denso, pesado, como un camarín de una banda de rock. Eso es muy loco, mismo los folkloristas más importantes que tenemos, los más transgresores han sido unos personajes muy rockeros tipo Jacinto Piedra, el Chango Farías Gómez. Tipos que se sacaron los prejuicios y llevaron el folklore hacia lugares personales o que lo abrieron de una manera que tiene mucho que ver con ese desenfado que tiene el rock.
APU: ¿Pudieron tocar en lugares más tradicionales, les interesan esos espacios?
JMR: Sí, en eso de ir abriendo caminos hemos participado en festivales tanto de folklore como de rock y en esos circuitos. En ese sentido las canciones son las mismas, pero de repente en una peña vamos con una cosa más folklórica y al revés. Creo que los lugares que son neutros es donde realmente nos sentimos cómodos y podemos decir esto es lo que hacemos. Siempre decimos que nos pasa en las peñas que nuestras canciones tienen la raíz folklórica pero no tienen una estructura ni nada por el estilo, a diferencia de lo que es el folklore tradicional y como se baila una chacarera. No los podes bailar.
LC: Hace poco tocamos en una peña, y hay un tema que tiene estructura, uno solo que se llama En el camino, del último disco. Todos los temas que estábamos tocando ninguno era para bailar y dijimos: “los que bailan, esta es su única oportunidad” (risas).
JMR: Siempre contamos la anécdota de Corrientes, que el Instituto de Cultura organiza el Corrientes Rock, que es una especie de Cosquín, y el Festival Nacional del Chamamé. Y tuvimos la oportunidad de que nos inviten a los dos. Ahora en el 2014 también  vamos a volver a estar en una peña alternativa dentro del Festival del Chamamé. Una cosa que también es como muy significativa, el hecho de que un festival tan importante para nuestra región como ese nos invite, habla de ese proceso de cambios, de que esos prejuicios por suerte los estamos dejando de lado.
APU: Está terminando el año, sé que van a tocar acá en la ciudad, contanos un poco eso así los pueden ir a ver.
JMR: Este fin de año nos agarra un poco reflexivos acerca de la grabación del disco que fue en el 2012, hasta ahora que salió en septiembre y la fecha de presentación, estuvimos girando por varias provincias del interior. Con los chicos nos agarra una especie de reflexión acerca de lo que hicimos y de lo que queremos. Vienen fechas que vamos a estar compartiendo con bandas amigas, este fin de semana nos vamos a Santa Fe. Y tocamos el sábado 14 de Diciembre en la Peña Fusas y Corcheas (ex La Capilla, Pte.Peron 2450). Viene con varias fechas pero también con una planificación sobre el futuro, a nosotros nos gusta mucho la parte audiovisual de la banda, estamos trabajando con directores para hacer video clips. Estamos trabajando de común acuerdo con lo que queremos y cuáles son las expectativas para el año que viene, eso es algo que nos toca hoy y que nos motiva para decidir hacia dónde queremos ir.
APU: Hablando de la Disquería Mercurio, también apuestan a sacar el disco en su formato físico. ¿Cómo ven esa movida?
LC: El disco es una herramienta, es como el banderín de los clubes, es un objeto que genera un vínculo distinto con la música. Tener el CD en la mano, el arte, es como tener una pieza que el músico quiso hacerla para que llegue a vos la música. En ese sentido, Mercurio es algo muy romántico y a la vez es un punto de acción cultural que tenemos nosotros y de toda la movida independiente que viene empujando, que no tiene distribución. Tratamos de generar esos espacios de difusión y ventas de disco, también hacemos lanzamientos de discos y se crean cosas lindas. Creo que lo más interesante que tiene Mercurio es justamente ese encuentro que genera con los músicos y el agite por redes sociales que empieza a pasar cuando ves que toca una banda y eso es algo saludable para la escena.
JMR: Creo que también pasa eso acá en Capital y también en el interior. Esa posibilidad que tuvimos este año de viajar, creo que tocamos en 10 ó 11 provincias, está buenísimo porque ves las redes que hay en el interior. Que por ahí son a veces lugares más interesantes que la movida acá en Buenos Aires porque tienen esa cosa de identidad y ese despojo de cierto cliché del rock. Es interesante en cuanto a descubrir nuevos artistas  que están ahí, proponiendo algo, no esperando nada más que decir mediante la música qué es lo que le pasa. No solo pasa con la música, también pasa con poetas, pintores, artistas audiovisuales. Hay gente en el interior que está haciendo cosas muy interesantes con consciencia e identidad. El otro día pensaba en ese aire nuevo que hay, de manifestar las cosas a las que por ahí estábamos acostumbrados, pero que hay que cambiar. Hay una visión generalizada de todos los que somos jóvenes, por decirlo desde algún punto, en cuidarnos, en cuidar el medio ambiente, en decirle no a Monsanto. Estamos siendo parte de ese cambio para decirle no a todas esas cosas. En Capital, Mercurio es un punto de encuentro para eso, para descubrir cosas. En el CECUAL, en Resistencia, que es un centro cultural muy interesante, es otro. Festejamos esa nueva escena, es esperanzadora en cuanto a romper con los moldes. Y decir hagamos cosas desde el corazón y de la emoción, para compartir.
LC: Creo que va sucediendo en diferentes lugares y va repercutiendo acá. Hace un tiempo que las antenas y los radares de los periodistas, por decirlo de alguna manera, dejaron de apuntar solo a Buenos Aires y empezaron a mirar a otros lados. Porque les empieza a llamar la atención lo que pasa en Córdoba, Misiones, etc. Acción cultural, creo que es un movimiento que se va contagiando. Mismo esta  galería (Galería Patio del Liceo), hace un tiempo que empezaron a pasar muchas cosas, y se fusiona lo comercial con lo artístico. Se genera ese efecto contagio, va llegando a todos lados, se va filtrando, y no se puede sujetar… (risas).
“Ser músico, chileno y joven, hoy en día es una situación de mucha libertad”
Entrevista con Nano Stern, uno de los representantes de las nuevas canciones que en Chile se vienen gestando. En su paso por Buenos Aires tocó como invitado de Lisandro Aristimuño en el Gran Rex, lo vimos junto a los Guauchos y en el recital que brindó en NoAvestruz, donde pudo desplegar su intensa propuesta.
Por Juan Ciucci
APU: Quizás algunos de nuestros lectores no conozcan tu trabajo. ¿Cómo te presentarías?
Nano Stern: Me presentaría como un músico chileno, creo que eso me define bastante bien, con todas las complejidades que implica ser músico y ser chileno hoy por hoy. Ser músico en un mundo en el cual las barreras entre géneros se están deshaciendo muy rápido, en el cual la industria que se conocía como industria de la música se derrumbó y hay que reinventarla. Creo que esas dos condiciones nos permiten a los músicos de mi generación que nacimos en este contexto, una libertad enorme que no se conoció nunca en la música contemporánea, en la música que se relaciona con las masas, con los medios. Esa libertad se agradece mucho y creo que la aprovecho bastante en cuanto a ser un poco trasgresor en cuanto a los géneros, a no temerle a las fusiones extrañas. Que no son extrañas porque surge con un afán de “hagamos algo raro” o “mezclemos esto con esto”, sino porque son influencias, sonidos e historias que andan dando vueltas en un mismo espacio y no hay como separarlas.
Así mismo soy chileno, en un momento en el cual en Chile también se están derrumbando muchas cosas, afortunadamente creo que lo que más se está acomodando en Chile es el miedo. Que fue muy fuerte durante mucho tiempo, no sólo por las razones más evidentes que tienen que ver con la dictadura y su efecto, fueron casi 20 años en Chile muy duros. Eso marcó a una generación entera que fue la que lo vivió y de alguna manera, marcó también a la generación que siguió, porque creció y tuvo en su niñez demasiado fuerte el fantasma de esa represión brutal a todo. Mi generación, que nació durante los `80 y que sólo agarró la colita de la dictadura siendo muy niño, vino un poco a mandar a la mierda esa actitud de precaución para con los cambios que hay que hacer en Chile. A todos los niveles, no hablo sólo de la gran política, sino también de todos los cambios a niveles personales, del barrio. de la casa y finalmente de las personas.  Por lo tanto, ser músico, chileno, joven hoy en día es una situación de mucha libertad, de mucho terreno por descubrir. Y en eso estamos.
APU: ¿Esto de la mixtura de los géneros, también tiene que ver con tu formación como multinstrumentalista?
NS: Sí, tuve mucha suerte de recibir una educación muy privilegiada en cuanto a la música. Aprendí a tocar el violín desde muy chico, desde los 3 ó 4 años y ya de ahí no paré, además mi hermana es compositora, mi abuelo era acordeonista. Empecé a pasar por muchos mundos, primero con el violín en la música clásica y en la adolescencia con la guitarra y el rock. Estudié piano, tuve profesores increíbles, algunos formales y otros profesores de la vida que me fueron mostrando otros caminos. Por ahí apareció el folklore muy fuerte en mi vida, que también empecé a explorar y a través de nuestro folklore terminé compartiendo muchísimo con gente de las latitudes más insólitas, que hacen lo suyo con sus tradiciones. Y así he pasado los últimos 10 años viajando mucho sin para, durante 7 de los últimos 10 años no tuve casa, así de mucho, no tenía llave de ningún lugar, nomadismo absoluto. Era como un cazador-recolector de música, algo así, donde había melodías, ahí caía parado. También fui recolectando algunos instrumentos, bien extraños que son muy bellos y que algunos de ellos se mantienen, están presentes, me divierto mucho tocándolos y seguro que la gente también. No sólo por lo anecdótico de ser instrumentos raros, sino porque son muy bellos y no se conocen.
APU: Uno pensaría en los `90 y toda esa “música del mundo”, ahora pareciera que esta mixtura hace que no sea una mera valoración de esas particularidades sino algo en un plano más general.
NS: Sí, en lo personal, aunque me ha tocado participar en el corazón del Word Music, el sello Real World Records y el festival WOMAD, que de hecho inventaron ellos el concepto literalmente. Con toda la buena onda del mundo y en tanto que lo que hacen es increíble, pero tengo un conflicto bien grande con ese concepto y creo que es bastante feo, muy despectivo. En el sentido que dice… uno va a las disquerías en los países anglo y por ende del mundo en realidad, y está rock, pop, pop rock y todas las posibilidades ridículas… y así chiquitito Word Music. Que vendría a ser todo el resto de la música de todo el mundo, que son millones de estilos que no tienen nada que ver unos con otros, pero la industria necesita de esas cosas. Por suerte hoy en día estamos en otra etapa, creo que en los `90 hubiera sido muy cool y de hecho tanta banda lo hacía, armaban con esa mirada su repertorio. Eso fue muy lindo, muy importante pero se puede dar un paso más allá. Ir en la búsqueda, no necesariamente de las capas superficiales de las estéticas de las músicas del mundo, sino de entender su esencia o por lo menos intentar relacionarse con eso y desde ahí, si es que va a haber fusiones, bienvenidas sean. Pero creo, esto es más personal, que deberían venir desde una mezcla involuntaria casi, o cuando es voluntaria con mucha sensibilidad para entender que no porque le pongo un sitar encima a una chacarera estoy haciendo música argento-india, hay que buscar esas mezclas…
APU: Ahí entraría la idea de folklore, para encontrarle esa  vuelta...
NS: Esa palabra, a diferencia del Word Music que es tan despectiva, folklore viene del alemán y es una palabra muy bella, que significa “el canto de la gente”. En ese sentido, siendo purista, folklore es toda la música popular. El folklore de Buenos Aires fue en su momento el tango y hoy día es Lisandro (Aristimuño) y así será, en ese sentido no me incomoda para nada cuando me dicen que yo hago folklore. Muchas veces me lo preguntan como para pillarme pero yo les digo, si me quieren pillar no entendiendo bien lo que significa la palabra con la cual me quieren pillar, entonces que lo hagan tranquilos, yo me quedo en paz (risas).
APU: ¿En ese sentido, te sentís incómodo cuando te quieren poner alguno de esos rótulos? En el folklore hay un público más tradicional, quizás eso los moleste.
NS: Fíjate que en Chile es muy distinto a aquí, no hay ese público duro del folklore, muy poco. Y lo que hacemos nosotros comparte público directamente con lo más cercano a eso que sería el público de Inti Illimani e Illapu, nosotros tocamos mucho juntos y la gente recibe con mucho cariño lo que hacemos. Por supuesto que son un tanto incómodos e innecesarios los rótulos, pero pasa siempre. Hay muchos músicos, y me da un poco de risa, que se desgastan la voz intentando escapar y dicen “no me carguen esos rótulos”… que digan lo que quieran, qué tanto. Si alguien dice rock folk, o folkrock, yo estoy haciendo lo que estoy haciendo y estoy súper conciente y tranquilo; en el sentido de que si quieren poner rótulos después de que yo hago lo que hago está bien, ahora sería preocupante empezar a hacer cosas con el rótulo adentro. Ahí no.
APU: Antes mencionabas la cuestión chilena, ¿te sentis parte de toda una nueva escena musical de allá? (ver nota)
NS: Sí, absolutamente. Creo que decir que no sería un acto de egoísmo muy grande; y hay quienes creo yo, siendo completamente parte de eso, intentan eso. Pero hay una movida muy potente. Realmente hoy en día lo que está pasando en Chile, por lo menos, hace mucho tiempo que no pasaba y no sólo lo digo yo. Lo dicen los más viejos que estuvieron ahí 50 años y que han visto realmente la historia de la música popular en Chile del medio siglo. Está muy bello, mucha gente diciendo cosas tremendas con mucho talento y muchos de ellos somos muy amigos, casi todos. Igual que aquí, uno de afuera diría qué tiene que ver, no sé, Catupecu Machu con el Rally Barrionuevo, y después los ves ahí tomando fernet, cantando zambas, es igual en todos lados. Aparte de la amistad y de la mirada en común, creo que tenemos, por lo que dije al principio, de ser músicos y de ser chilenos, hoy tenemos mucho que ver. Tenemos un punto de partida cada uno por supuesto, desde su trinchera, pero con muchas cosas en común.
APU: En tu disco La cosecha uno te notaría cómodo con ese legado, como quizás podría serlo al asociarlos ya con la Nueva Canción Chilena.
NS: No, encantado, no tengo ningún problema de estar ligado a ese movimiento en particular, al contrario, me enorgullece muchísimo y poder hacerlo no como un disco que mira desde afuera, sino un disco propiamente parado ahí con todas la de la ley. Y lo digo por los invitados que tiene La cosecha, por el hecho de que estén Inti Illimani, como Roberto Márquez, el cantante de Illapu, es un espaldarazo muy grande para un músico joven que está haciendo un disco, el primero en esa dirección. Yo tenía cinco discos de canciones mías y decir, voy a publicar este material de canciones que están, muchas de ellas muy conocidas… Porque  tampoco es que hice una recopilación de una canción perdida… está El cigarrito, Tonada de luna llena. Por ahí un par de cosas inesperadas quizás, por ejemplo, Carnavalito del ciempiés que es una canción conocida pero una canción de niños que jamás hubiera imaginado nadie que esto iba a terminar así. Aunque hice más que un arreglo, reescribí bastante la canción y hay una parte entera que ocupa la mitad del tiempo que no existía, eso fue muy lindo, nos divertimos mucho haciéndolo y ha sido con un cariño impresionante esa versión en particular.
Como te decía, que estén ellos ahí, en un disco que es difícil, es un paso donde es fácil cagarla también, hacer un disco un poco obvio quizás por el repertorio elegido. Pero decir no, tengo sobre este mismo lienzo que se ha visto miles de veces, todavía quedan cosas que decir y muchas, y ojala que siempre queden, es probable que así sea. Poder hacer eso y poder contar con la ayuda de mis amigos, el sello de amistad y de amor por la música de estos personajes históricos me da mucha felicidad y mucho orgullo que esto esté pasando. Que estén en el disco es el resultado de una cantidad de cosas lindas que han pasado, encuentros, desencuentros, reencuentros, muchos conciertos compartidos con todos ellos y para mí, es una escuela.
La Nueva Canción Chilena existe, está viva, los que la forjaron, muchos de ellos todavía están tocando, viejitos pero bien. Parece que eran reacios a las drogas y entonces están muy sanos, vamos a ver qué pasa con nuestra generación (risas) pero está muy viva y a mí me alegra muchísimo tener un noviazgo permanente con esa estética. Es una estética bastante clara, es tan clara que se puede jugar con ella, se puede aludir, se puede referir a ella, se puede a veces robar directamente cosas y se puede también huir de esa estética. Así como yo me divierto mucho y lo hago bastante en componer un poco en ese estilo, al mismo tiempo, hago versiones, las grabo y las publico, de canciones emblemáticas de esa movida, de ese momento pero sacándola completamente de ese lugar estético. Entendiendo que las canciones trascienden a sus primeros trajes.
APU: Por último, ¿cuál es tu relación con la música popular argentina? Estamos cerca pero a veces no llega tanto…
NS: Muy viva, desde chico me gustó mucho, no sabría decir por qué pero primero empecé a escuchar mucho. Primero lo más conocido Atahualpa, Mercedes Sosa, que creo que para cualquier no argentino es la puerta de entrada necesaria y a través de ella empezar a descubrir algunos de los grandes autores. Como yo viví en Europa mucho tiempo me relacioné con muchos latinoamericanos, entre ellos muchos argentinos músicos. Tocábamos mucho juntos, empecé ahí a estrechar mucho más y a conocer repertorios, compositores y agrupaciones a las cuales en Chile no hubiera tenido acceso, a través de ello otras capas de la cebolla. Cada vez que vengo intento llevarme discos, afortunadamente cuando vengo a tocar me los regalan y son discos específicos. Por esta pasada conocí cosas más under, por ejemplo,  estuve con Violentando, con la Fernández Fierro (ver nota)… Ése es un buen ejemplo, en relación al Word music, creo que al tango electrónico que tanto dio que hablar 10 ó 15 años atrás, ahí tienen a la Fernández Fierro diciendo “espera, espera”… así te creo (risas). También los Guauchos (ver nota) me encantó y me alegra mucho ya no ser un mero turista en la música argentina, sino empezar a tocar con mucha gente, Lisandro (Aristimuño), ni hablar. También una alegría muy grande que en el mismo año haya tenido acceso a los discos de la Leda Valladares y a los de los Guauchos, es tan bella y tan vasta la música de este país y lo que me falta, y que me falta a gritos. Porque cada vez que vengo lo siento y esta vez ya es mucho, pero quiero venir a quedarme un tiempo más largo, por lo menos, dos o tres semanas y quisiera muchísimo hacer una gira por Argentina. Quiero conocer Jujuy, Viedma, Formosa, Santiago del Estero, Córdoba conozco por suerte, Rosario no conozco, tantos lugares que están llenos de música bella y distinta, ustedes tienen una diversidad enorme. Venir a Buenos Aires es interesante porque se junta todo, solo que es tan Buenos Aires (risas), me encanta. Estoy agradecido sobre todo de las amistades que se van forjando porque son las que te permiten volver en realidad, no como un turista a sacarle fotos a la Casa Rosada, sino venir… el otro día cuando llegué al aeropuerto lo primero que hicimos fui ir a tomar un café con Juan Falú, yo digo “qué hice yo para merecer esto”, era demasiado lindo. No es un lugar extraño, sino que es un lugar lleno de amigos a los que quiero volver a visitar.


Última actualización en Domingo, 05 de Enero de 2014 20:40
 
Joomla 1.5 Templates by Joomlashack