Pensado para enmascarar estadísticas y que se recicle desigualdad

El ministro de Educación, Alberto Sileoni, rechazó hoy categóricamente las duras críticas que distintos sectores formularon contra el llamado Plan FinEs 2, destinado a jóvenes para que completen sus estudios, y negó que se trate de un "sistema exprés" o "esté pensado para enmascarar estadísticas". En declaraciones al programa La mirada despierta, que conduce Nelson Castro por radio Continental, el ministro de Educación, Alberto Sileoni, respondió las críticas de un centro de estudios, de investigaciones, que afirmó no conocer, en el sentido de que hace 40 años que el sistema educativo se degrada: "Puedo tener diferencias con otros ministros de la democracia, pero no hemos hablado mal de las gestiones. 40 años para atrás hubo una dictadura, durante la que murieron o desaparecieron 600 docentes, 200 alumnos. El sistema educativo argentino, en democracia, e incluyo a todos los partidos desde la recuperación de la democracia, ha mejorado", afirmó.
Acerca de las críticas hacia el Plan Fines 2 que lo calificó de sistema de secundaria exprés, sostuvo que  "siempre hay un desdén, un criterio peyorativo, el objetivo no es hacer una primaria y una secundaria más rápida. Tenemos 500 mil egresados y tenemos la pretensión de llegar a 600 mil a fin de año. No es cierta la afirmación de la señora que dirige ese centro es que queremos que se reciban 600 mil más produciendo un shock estadístico".
Instó a no pensar que estos programas se construyen para enmascar estadísticas o para que la gente se reciba sin ningún tipo de esfuerzo.
"En todas las notas que salieron hay como un desdén respecto de la autoestima, que 500 mil argentinos han recuperado lo que para todos es una asignatura pendiente. Por ahí está el conocido ejemplo del reputadísimo joven actor de 40 y pico de años Leonardo Sbaraglia que debía química y quería darla. Como él hay centenares de miles de argentinos. ¿Qué necesidad tenía en términos concretos este reconocido actor para dar una materia, que es un dolor que le quedaba pendiente?", esgrimió.
Recordó que el plan Fines está avalado por las normas de las provincias, la Nación lo sostiene, lo financia, pero cada uno de los que van a dar examen lo hacen en sus jurisdicciones. Negó asimismo la fragmentación del currículum de la que se habla. Los docentes se inscriben de acuerdo con los recaudos de cada una de las provincias. Puede haber algún docente que no tenga el título, como lo hay en las secundarias porque a veces faltan docentes, pero no hay un aliento para ir a buscar docentes que no tengan título. Y se menoscaba la expresión tutor cuando ésto es bueno: los adultos necesitan tutores.
"No pensamos de ninguna manera que una persona sin experiencia en el secundario se pueda recibir en seis meses. Los secundarios de adultos son de tres años. Pero de los 500 mil egresados que tiene el plan Fines, una pequeña proporción, 4.000/5.000 provenían del nivel primario, y el 90 y pico por ciento debían una o dos materias", puso de relieve.
Mencionó al respecto que "algunos vienen y dicen tengo hasta cuarto año de la secundaria, otros hasta tercero, son diferentes planes, pero nadie se puede llevar un título en seis meses sin haber tenido una experiencia, eso lo entendemos".
Admitió que pueda haber alguna anomalía en algunos lugares, lo cual debe ser evaluado, y dijo que el martes hubo una reunión del Consejo Federal con todos los ministros, en la que se puso este tema sobre la mesa para que todas las acciones sean evaluadas. "Pero me parece que junto a la crítica tiene que haber una recuperación de la importancia de alguna acción", lamentó.
Rechazó la existencia de un reciclaje de la desigualdad: "No es así, el Estado no regala nada. El desdén sobre la gente, pensar que viene a que le regalen, eso sería un fraude", subrayó.
Pidió al menos una de cal y una de arena al ponderar el sistema educativo: "Es necesario que además de criticar, ayuden a difundir que distribuimos 67 millones de libros, que vamos a capacitar a un millón de docentes en tres tercios desde este año, que hay 4 millones de netbooks que no revoleamos y con las que sí achicamos la brecha digital que significa también una brecha social... el 60% de los chicos que tienen la netbook no la habrían podido obtener con el esfuerzo de sus padres. Quiero decir que cada vez hay más chicos de 4 años adentro de la escuela, junto con las faltas y las carencias que con algún sentido se ponen encima de la mesa porque estoy de acuerdo en que tenemos que mejorar el sistema educativo y los aprendizajes", enfatizó. Agregó: "Lo que siempre voy a discutir es esa idea de desasosiego, de que siempre estamos igual y esto, transmitido a una sociedad que reiteradamente incumple sus objetivos, constituye un desaliento".
Ante el planteo de que existe miedo a sanciones si se expresan críticas, Sileoni respondió que es inaceptable, que el docente tiene que plantarse con otros docentes para decir que esta es una Argentina que recuperó la democracia, ¿cómo un docente no va a poder reprobar a un alumno? ¿Quién va a dar esa orden?
Insistió en que hay un millón de docentes, 48 mil escuelas, ocurren cosas importantes en la educación argentina, hemos reducido el analfabetismo, de 1.400.000 alumnos universitarios hay 500 mil más. Somos junto con Cuba el país con mayor proporción de estudiantes de nivel terciario. Vienen de todo el mundo a estudiar a la Argentina. Este gobierno le asignó 6 puntos del PBI a la educación, ¿cuál es el camino más largo para llegar a una inversión satisfactoria? ¿Desde el 3 que estaba antes o desde el 6 actual?
Al responder a críticas de que en muchas zonas hay que generar educación para igualar y no para reciclar desigualdades, contestó que "los chicos que antes estaban en la esquina en las provincias hoy están en la escuela. ¿Alcanza con eso? No, porque tienen que aprender".