Escrito por Leòn Guinsburg
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Miércoles, 16 de Julio de 2014 15:04 |
LA NEBLINA Sopesa la neblina el reloj que camina. Es el segundero La dorada espina que a la vida acorta y al tiempo dilata, siendo que rescata la ilusión innata, la pasión que incendia, la nostalgia ingrata.
Sopesa la neblina el musgo que habita la luz clandestina de la espera larga que en los hombros carga el peso que inclina la virtual descarga de la carabina que hiere y alarga la agonía amarga de quien ya no trina porque sobra el canto. Tanto es el quebranto en la inútil cita que vale la cuita precediendo al llanto. Sopesa la neblina al reloj que camina segundo a segundo. Qué frágil el mundo, siempre moribundo, siempre moribundo…
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