Escrito por Leòn Guinsburg
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Domingo, 17 de Agosto de 2014 17:45 |
EL VIEJO Y EL HORIZONTE
La mirada del viejo cruza el mar y se corre el horizonte. ¿Lo ven sereno ustedes? Yo diría sí, pero en apronte para el cruce de otra cordillera de la que no se vuelve más que en Gloria. Intacta del viejo la memoria piensa en el desembarco que no hubo, porque la infamia no quiso.
que volviera para unir la Patria con celo de jefe respetado, impidiendo que sus centauros del Ande derramen su sangre entre sí. “No hubiera sido yo carne de intrigas ni espada servil de ese Rivadavia siempre vil deforme de ambición y de codicia. Se desangra mi tierra y yo aquí, en la lejana Francia, con el láudano prescripto y la figura rancia, sin mi sable,regalado a quien supo defender la Patria”. Y seguía pensando el General; “Dicen los falsarios y embusteros que no desembarqué dolido por el enfrentamiento entre hemanos. ¡Mentiras urdidas por gusanosI No pise mi suelo porque lo impidieron los malvados atados a la estafa, triste duelo, de quien su tierra empeña a un empréstito extranjero. No faltó quien me visite y reconozca en este exilio donde envejecen los sueños, donde escribí las Máximas a mi nieta, donde repaso medallas mientras retuerzo un pañuelo”. Y siguié el General cavilando sobre noticias y chismes de viajeros diciendo de las cuitas de la Confederación, del Chile anarquizado y el Perú en guerra civil. Con los ojos acuosos, pero sereno. siguió oteando el horizonte distanciado y soñó con juntar tropa, mulas y caballos y de una sola carga furiosa, llegar a él y despedazarlo. ………………………………………………………… Fue un 17 de agosto de 1850 Cuando la bruma le tapó la línea horizontal. que hubiera querido atravesar como al Ande, el viejo San Martin pasó a leyenda. Quizás al partir se supo grande.
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Última actualización en Domingo, 17 de Agosto de 2014 17:52 |