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PESADILLAS Y FANTASIAS SOBRE UNA ARGENTINA ECOLÓGICA
Y los sueños, sueños son, aunque a veces sería preferible ahuyentarlos ¡Vade retro!
Al atardecer me impresionó un programa de Discovery sobre la erupción volcánica de hace 250 millones de años en Siberia, duró miles de años. La lava ardiente cubrió una superficie tan grande como América del Norte. Sus efectos devastaron al planeta, las emanaciones sulfurosas provocaron lluvia ácida, luego el oxido de carbono y el efecto invernadero determinaron la elevación de la temperatura del planeta en diez grados, casi toda la vida vegetal y animal desapareció de la superficie, sólo subsistieron pequeños reptiles parecidos a los topos que cavaban túneles profundos y se alimentaban de antiguas raíces.
Si eso sucedió en un proceso de miles de años, lo que puede llegar a sucedernos si se sobrecalienta el planeta en un siglo y la temperatura en el Mundo, nuestro hogar, resulta inadecuada para a la mayoría de los seres vivos. Al derretirse los polos y elevarse el nivel del mar no solo desaparecerían numerosas islas y territorios costeros, sino que también se liberaría el gas metano ocluido en los lechos de los mares congelados, la atmósfera se tornaría irrespirable, Y LA TIERRA TODA SE CONVERTIRÍA EN UNA CÁMARA DE GAS.
Me levanté para ir al baño, o soñé haberme levantado, y recuperé la calma del descanso, al cabo de un rato, nuevos sueños me incrustaron en medio de una manifestación.
Hace rato que tiro la bronca ante las groseras expresiones del consumo al divino botón, que encanta a buena parte de mis congéneres, los que pueden y los que ansían y envidian…
Pero de allí a participar a mi edad de una manifestación multitudinaria, rodeado de gente desconocida me sumió en tribulaciones.
Aunque lo que escuchaba sonaba a música celestial :
Prohibir la publicidad macaneadora ¿toda…? ¡Qué bien!
No desechar lo que puede ser útil, estimular a los habilidosos en talleres cooperativos abaratando las reparaciones. ¡Bárbaro!
Cesar la renovación de modelos en aras de dividendos, y a la mierda los sentimientos de superioridad, o de inferioridad. ¡A la mierda!
Viajar en transportes públicos al servicio de los pasajeros, y ampliar los recorridos de los subterráneos. Rápido, cómodo y seguro.
Reactivar 50.000 km. de vías férreas renovadas, y con ellas a tantos pueblos en desaparición, lo que quitaría presión a la megaciudades. ¿Por qué no?
Producir frutas y verduras alrededor de las poblaciones, frescos y baratos. Y ya que estamos, instalar allí manufacturas pequeñas y medianas. Humanizando el laburo.
Reducir el consumo de petróleo carbón y derivados, incorporando vehícu-los eléctricos o a hidrógeno y promoviendo la energía eólica, solar, etc. De una buena vez.
Regular el desmonte y prohibir el uso de agroquímicos contaminantes cuyos beneficios no compensan los perjuicios que ocasionan. ¡Por fin!
Auspiciar el desarrollo de técnicas sustentables incluso para la construcción de edificios. Inteligentes de verdad.
Para que nuestros hijos, nietos y bisnietos vivan tranquilos. ¿Y felices?
La felicidad es una historia más personal, como seguía durmiendo plácidamente, mi mujer pegó el grito -¡Ché, sonó el despertador! - Y los sueños… en fin…sueños son.
Con esta publicación damos término a “Ensoñaciones y Pesadillas ecológicas”.
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