ODAS A LA MILITANCIA

Escribiendo como sobreviviendo y militando,
como encontrando en la cosa, un sentido.
Aunque las palabras no basten, y las entrelineas hagan su parte
Como si se tratase del fin del mundo.
Mate caliente, abrazo a tiempo. Mirada afable y voces que atisban lo complejo.
Fraternidad, como magia revitalizadora,
Tersura del ser y estar siendo.
Honrar la pertenencia, absorberse en lo cotidiano,
Tomar parte, para dejar de ser tan sólo parte.
Dejar de andar errabundo,
y sentir que ningún asunto es baladí.
Odas a la militancia,
Por haber hallado un rumbo
Por amar vidas ajenas, lejanas y desconocidas
Por haber dejado de ser uno, para ser alguien con los otros.
Correr hasta remontarlo,
Que el extraño pase a ser cercano,
Como esa línea difusa entre ficción y realidad
Como el desinterés por lo que es, y el interés por lo que hay
Madrugando como trasnochando,
Construyendo como transformando
voluntad, pasión, deseo y realidad,
comunidad, colectivo, sentido y sentir.
Y si rondan miles por ahí, que no logran comprender,
no es para extrañarse, pues.
Cala hondo el individualismo,
desarraiga del hombre, la esperanza en el porvenir.
Asunto es, de quien muere como vive en la certeza de lo común,
sentir el sufrimiento ajeno, como propio.
Embarrarse los zapatos en el lodo
y dedicarse bisoño a sembrar la floresta.
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