Autor: Duende Garnica

Oraciones en la tempestad, Ediciones CICCUS, 2022.
En la raíz más profunda de la tierra vive un Mago.
Va de pueblo en pueblo escondido tras un Duende.
Se alimenta de hongos y de vino. Lleva un bombo y una guitarra. Un poncho como bandera.
En las compuertas del abismo incierto injusto inhumano donde todo apesta, él pone el pecho. Siempre de pie. Sacude memorias.
Les canta a médicos con nombres de dioses. A los tullidos, a los tuertos.
A los olvidados.
Despierten. Escuchen. Oigan. Que ahí llega envuelto en el viento.
El canto de su guitarra, el bombo salvaje. Su voz marginal.
Mistol Molotov. Anarcotelúrico.
Que nunca calle tu grito.
María Maratea
Oraciones en la tempestad
ISBN: 978-987-693-897-6
Duende Garnica
Hugo Alejandro Garnica (Duende), sacha coplero urbano, nació en Selva, Dpto. Rivadavia, Santiago del Estero. Artesano, muralista, fileteador, letrista, profundo visitador de bibliotecas populares y entregado a la lectura, toma la poesía social como bandera de su camino. Recorre la capital y el conurbano bonaerense, conociendo profundamente la problemática y esperanza provinciana. Cofundador de diversos espacios de resistencia cultural, como el Búnker Sachero, el Patio de San Telmo y la Plaza de las Carretas, y de innumerables rincones de bohemia y arte de vanguardia. Abraza todos los géneros musicales del país, formando una amistad profunda con muchos referentes argentinos. Participa de los ensayos abiertos de Bandidos Rurales con León Gieco. Musiquero, trovero, juglar callejero de subtes y colectivos, abrazando siempre la poesía y la composición social, hasta que Mercedes Sosa lo legitima y canta por el mundo su obra libertaria llamada La chacarera del Olvidau. Desde siempre escribió en paredes, servilletas, papeles y cartones; luego de muchos años, se decide a presentar este poemario de amor, desesperado y sanguíneo. Hoy recorre el país con la ruta de los olvidados, desde Ushuaia a la Quiaca, haciendo un relevamiento poético, social y político del país, según las palabras de Mercedes Sosa. Es considerado uno de los creadores más viscerales del país, y es grabado por muchísima juventud, que lo sigue y comparte con él este loco barco de sueños en pos de la justicia social y el respeto al arte nativo.