Caloi, que fue censurado durante la dictadura, "encontraba siempre la forma de aguzar el ingenio para esquivarle el bulto a los censores de turno, llegando a la sensibilidad popular y robándonos siempre una sonrisa", expresó el funcionario.

"En lo personal -dijo Coscia- despido también a un compañero, de los más talentosos y generosos que teníamos. Una gran pérdida para sus lectores y para todos los que lo queríamos y admirábamos", agregó evocando su valor artístico y humano, y su trayectoria.

También director de cine y de televisión, su labor y su constante capacidad de innovación convirtieron a Caloi en personalidad destacada de la cultura y ciudadano ilustre porteño, y su personaje más emblemático, Clemente, vigente hace casi cuatro décadas, fue consagrado como patrimonio cultural de Buenos Aires.

Desde la Secretaría de Cultura despidieron "con profundo pesar a nuestro entrañable Caloi, uno de los humoristas gráficos y guionistas más singulares y prolíficos de la Argentina, y acompaña a sus familiares y amigos en este difícil momento".