TANGOS SOCIALES-
Sólo letras, no se solicitó autorización a los compositores de la posterior música. (Tangos, milongas candombes, folklore, rock latino, canciones, tienen contenido social, aunque la industria del entretenimiento trate de desvirtuarlo.) HABLANDO CLARO (Milonga) 1962
(A Ariel) Yo no digo yes ni jazz ni saludo en francés ni al compás del saxofón canturreo en sajón. Para mí, leal derecho poner el pecho salir al frente la pata ancha me sobra cancha para estar adonde estoy. Soy antiguo, porque loco e importado es difícil que perdure entre hombres liberados. Y moderno, gran marido del progreso hijo propio del porvenir porque entiendo que mis nietos de otro modo han de vivir. Yo no digo puede ser, si doctor, o a lo mejor. Para mí, leal derecho poner el pecho la pata ancha me sobra cancha para estar adonde estoy.
ESTOY EN LA GLORIA (de Crach, Teatro Payró, 1975) Encontré laburo se acabó la mufa terminó el amuro estoy de garufa. Sueño con la gloria de cien aventuras tirando la noria al tacho ‘e basura. Por eso yo pinto mi propio destino mi tazón de vino de color retinto. No soy más un vago ni vivo del humo ahora me pago el pan que consumo. Encontré laburo zafé del amuro estoy en la gloria tirando’e la noria. Por eso yo pinto mi propio destino mi tazón de vino de color retinto. No soy más un vago ni vivo del humo ahora me pago el pan que consumo.
LA MILONGA DEL POBRE COIMERO (del espectáculo “Tangoironías- 1979 I Señores, yo soy coimero no me avergüenza decirlo cada cual según su sino que se rebusque el puchero. II El hombre debe aprender a protegerse del sol amañarse con la ley no irritar al superior. Y hablando de la decencia la sanata y el bla bla la culpa la tienen todos los que dejan currar. III No la voy de prepotencia ni les impongo tarifa si es lo justo, a otra cosa si es poco, santa paciencia. Coimean los pobres gatos coimean los inspectores mientras ligan los de arriba ta permitido coimear. IV El mundo fue siempre así pa sufrir y pa gozar que me pueden reprochar si vivo y dejo vivir. La institución del coimeo se ajusta a la realidad lo que sacamos a unos otros lo van a pagar.
CANDOMBE DEL BEBÉ (del espectáculo “Tangoironías” 1979) El bebé quiere vivir el bebé quiere vivir. Aunque señales secretas en el seno de la madre le anticipen los peligros de este borde del abismo. Le anticipen los peligros de este borde del abismo. El bebé quiere vivir el bebé quiere vivir. Quiere vivirla quiere gozarla quiere sufrirla y apechugarla. El bebé quiere vivir el bebé quiere vivir. Y que lo abracen mujeres pa gozar de los placeres que nos depara la carne minga de infierno que arde! El bebé quiere vivir el bebé quiere vivir. Quiere vivirla quiere gozarla quiere sufrirla y apechugarla. El bebé quiere vivir el bebé quiere vivir. Y probar su propia suerte aunque las vueltas del globo nos obliguen a sufrir gambeteándole a la muerte. nos obliguen a sufrir gambeteándole a la muerte! El bebé quiere vivir el bebé quiere vivir el bebé quiere... el bebé quiere...
BALADA DEL PERDEDOR (Tangoironías” 1979) En las mañanas neblinosas la ciudad hormiguea de perdedores rutinarios que llevan su loca prisa hacia donde no quisieran. Y la ciudad amante eterna los cobija y los engaña ¿acaso no existen los Monzón Prode, batacazo y selección? Todos sueñan con llegar a campeón! Larga el oficio de pararrayos rajá de ahí, tomátela. Perdedor, palabra que trae yeta arruga como la mufa y amarga contagia como la peste la frustración. Quién? Yo perdedor? Si soy Gardel Napoleón y Martín Gil. En las mañanas neblinosas nadie se siente perdedor, avanza la jornada del día gris, sobre los hombros las horas pesan y el cansancio es un estado de ánimo. Estoy listo al borde del nocau como la manzana que va a caer y no me puedo detener a manotear el despertador antes del timbrazo final. Por las tardes neblinosas la ciudad hormiguea de perdedores presurosos que retornan a sus casa para consolar el fracaso. Y la ciudad amante eterna ya no los puede engañar. Que importan los Monzón Prode, batacazo y selección si me siento uno más del montón. Me creía Gardel Napoleón y Martín Gil y soy el último infeliz. Y la noche los engulle neblinosa para arrullarles el sueño. La noche es deschaveta repara las energías de nuevas mañanas neblinosas. En las mañanas neblinosas la ciudad hormiguea de perdedores rutinarios que llevan su loca prisa hacia donde no quisieran. ........................ Ánimo...ánimo...ánimo...
Ediciones Agua Clara
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