Escrito por Leon Guinsburg
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Miércoles, 20 de Junio de 2012 13:48 |
AMO DORMIR PORQUE SUEÑO Amo dormir porque sueño. Ese dulce relajar del músculo y el hueso, crepitar en paz girando historias en segmentos de memoria vueltos hueco.
Me gusta dormir porque la mente fabrica improntas en fantástico proceso de coctelizar las maravillas que borrachas suben desde dentro con formas y colores con rabias, sorpresas y deseos. Me gusta dormir porque me impulso a navegar inéditos amores en nubes y en florestas, en bordes blandos donde se aloja el pulso, en hondas fuentes que lavan los sentidos y apaciguan dolores. Amo el sueño porque sueño con niños que de hambrientos pasan a felices. De niños volátiles y puros, con muñecas y pelotas, sin andrajos y risas lanzadas en la plaza para regocijar al viento. Amo el descanso. Lo amo en emociones expandidas a la exótica raíz del propio imaginario que rueda entre lunas anhelantes con rostros de aquéllos que se han ido y me abrazan, ay, que bello instante. Quiero al sueño aún en pesadillas porque da argumento a mis escritos y a mi sangre le agregan más semillas que permiten desbilndar a la injusticia, con palabras, gestos, o a los gritos. Amo soñar desde el misterio de la música que ronda las hormonas y estrecharme a lo ínclito del tiempo y saber que el inconsciente esta poblado de viejos compañeros del Pueblo soldados, y amantes incondicionales que fueron o no fueron, soñadas o reales, ángeles sin duelo. Dejen que me despierte solo, sin reloj, sin ayuda. Y no reprochen que también sueñe despierto.
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