Escrito por León Guinsburg
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Domingo, 29 de Julio de 2012 12:04 |
EN CABALLO DE INMENSOS COMPAÑONES Asaz palpitador de bronco empeño en lúdico quehacer de brujas noches un tanto profano, místico a veces. encuentra al sol la lenidad del bronce porque brillando va su derrotero. Fue guerrero, cantor y buen amante esculpiendo marismas en el viento por tozudo y provocador de entuertos cuando perdido todo parecía y pagaban fortunas por su cuero.
Apresado en su cuarto sin candiles por descuido cayó herido grave siendo blanco de chumbos y puñales victimado por varios en las sombras lo que nunca contaron al detalle. De a decenas, mujeres lo plañeron y su poncho fue testigo del desangre. Lo dieron por bandido y por patricio según sea la historia que relaten. Pero en vida, su trance no fue al vicio. Tan ecuestre lo hicieron, que su yunta lo plantó justo al cruce de avenidas en caballo de inmensos compañones. Lo dan contradictorio, según narran aunque nadie discute sus cojones. Traidor por unos, o el libertador, lo taimaron de heroico o de cuatrero y también de venderse al extranjero. Sus alianzas rompió, o bien fue aliado de los mismos que derrotó en Caseros. Su historia es historia de otra historia. Habrá que revisar sus entreveros.
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