Escrito por Redacción Nuevo País
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Miércoles, 01 de Agosto de 2012 00:00 |
AMOR DEL CUATERNARIO Por tu amor del cuternario apenas puedo moverme. Ando enclenque e inerme, con moretones, mordido, el labio inferior partido y peligro de que enferme. Ya sé que da pena verme con todo el cuerpo molido, color desaparecido y dos tremendas ojeras, las rodillas para afuera y el paso como perdido.
Ya sé que soy bien querido y que me das hasta el alma, pero yo estoy con la palma de tanto ser sacudido. No soy desagradecido, por Dios, tomalo con calma. Ni un solo hueso me empalma y asì estoy, deteriorado. Ya sé que bien la he pasado porque sos dulce y fogosa pero viene mal la cosa para mi cuerpo cansado. Y aunque me digas sonado y me des con los tapones, no me quedan municiones. Pero me sabès muy macho, así que esperame un cacho.
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