Escrito por León Guinsburg
|
Sábado, 22 de Septiembre de 2012 11:46 |
TE DEJO MI TARJETA Al día siguiente, reflujo. Paraje árido, irresuelto, en un hotel de lujo. Miras detrás de las ojeras mis huesos desmadrados, y piensan en la borrachera tus recuerdos difumados.
Te miro como narcotizado, con la boca pastosa y tratando en vano de recordar quién eres. Que derrape de memoria… Navegamos juntos la resaca en una cama sin historia con la sangre alucinada. Te veo bella, pero igual, nada. Me miras pestañeando, absorta. No importa. Prosigamos el sueño interrumpido a pesar de la sorpresa y el vahído. Nos duele la cabeza, pero el sopor se impone. Durmamos algo más y sin abrazo. Si primero te vas, vete derecho y no te preocupes por la cuenta. Y si me voy mientras duermes, dejaré todo pago. No hace falta ni el adiós ni el hasta luego. No recordamos siquiera si hubo fuego. Lo nuestro fue tan vago… Si estás de acuerdo, te dejo mi tarjeta. Tal vez quieras que algún día no lejano tomemos otros tragos.
|