Generando cambio

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Escrito por Ediciones Agua Clara para NUEVO PAÍS   
Martes, 11 de Diciembre de 2012 00:00
LA BESTIALIDAD DEL PRODUCTO BRUTO. (P.I.B.)                                                                
Qué acierto la del producto bruto! Uno de los máximos aciertos del idioma, y no solo de nuestro español: Producto BRUTO. Interno de todos, bestialidad  globalizada, mundial.
Paso a paso, como si nos trabajara la sesera mientras caminamos observando, pausadamente, no vaya a ser que se nos vuelen los pajaritos, de menor a mayor.
La esquina de la verdulería! donde también venden frutas. Producidas unas y otras en Salta, Tucumán, o Río Negro y Mendoza, o el Litoral, viajan cientos o miles de kilómetros hasta llegar a Mercados Centrales, digamos Buenos Aires, Córdoba, o Santa Fe, y desde allí, a veces hasta alguna población del interior, como esta por la que nos damos el gusto de caminar. Si  casi todas las verduras y algunas frutas, se cultivaran en los alrededores del pueblo, el producto bruto mermaría muchísimo! Disminuiría el uso de combustibles, la fabricación de camiones, neumáticos, equipos frigoríficos, gases refrigerantes ¡Con el consiguiente daño a las Corporaciones  que por confiar en el país invirtieron miles de  millones! Para obtener, como corresponde  a quien confía y arriesga, muchos más. ¡Qué barbaridad! Se podría desatar un conflicto internacional!
La posibilidad de pararnos a observar nos permite apreciar los intensos aromas, la fruta y la verdura  llegan un poco amortiguadas, porque,  la refrigeración no da pa’ tanto. Precauciones se toman, por ejemplo se cosecha medio verde, para que no llegue podrida del todo. ¿Pero que culpa tiene la distancia si por un motivo u otro se interrumpe la cadena de frío?
Para eso se cultivan las variedades larga vida, que como las cosechadas pintonas (bah, verdes) no tienen gusto a nada, salvo un muy ligero resabio a  agrotóxicos, pero en aras del desarrollo expresado en el producto Bruto ¡hay que dejarse de buscar pelos en la sopa!
¡Se imaginan todo lo que se perdería si se comieran frutas y verduras recién cosechadas en los alrededores del pueblo! Además los pequeños productores de los alrededores rara vez pagan impuestos, son unos poligriyos, y aunque los más grandes  eludan el 90%, siempre es algo.
Sigamos caminando, felizmente el pueblo es chico, y al rato alcanzamos el horizonte abierto del camino. Hoy no tan abierto,  arriba abierto, el puro cielo más transparente que en las grandes urbes, a la izquierda, más o menos libre durante los  kilómetros que nos separan de un pueblo, todavía más chico que el nuestro, y con negocios más ranfañosos. A la derecha un camión volcado. ¡Se imaginan el incremento del producto BRUTO! El conductor  herido con todos los consumos que ello implica, remedios, inyecciones, trabajo de personal médico y paramédico, vendas, sondas, desinfectantes. Y eso recién empieza, lo más importante  para la familia es el herido, pero para el PIB son los gastos en la reparación del vehículo, y hasta la eventualidad de que haya que reemplazarlo por otro nuevo.  En aras del desarrollo hay que hacer sacrificios.
Olvidemos los sacrificios y tristezas, volvamos a la esquina de la verdulería. Es indudable que las frutas y verduras no se dan en todos los climas, aunque la mayoría de las verduras pueden cultivarse
en invernadero, y muchas frutas se dan en el 90% del país. No estamos dispuestos a restringirnos a productos estaciónales, queremos de todo y todo el año, aunque no tenga gusto a nada, o casi. Las
verduras y frutas autóctonas, aunque sabrosas, son muy difíciles de comercializar, lo que deviene en
incrementos de otros productos BRUTOS:
Y no hablemos de los gourmet que se deleitan con frutas y verduras importadas por barco y avión.
¿Cuándo llegará el transporte por cohete? En  lo que intervienen Importadores, Exportadores, Agentes
de transportes, Packaging o envoltorio como quiera decirse, depósitos fiscales concesionados, companías marítimas  poderosísimas como las del difunto Onassis, que compran miles de toneladas de combustibles, o aéreas al borde la quiebra, especialistas en sub y sobrefacturación, bancos, financieros, cambistas de monedas grossas, blancas, negras, “blue”, inspectores de aduana y de sanidad, y ya que hablamos de frutas,  a cambio de algún disfrute la vista gorda.
VIVA EL PRODUCTO BRUTO! Y plagiando, CUANTO MÁS BRUTO MEJOR!
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