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Las revistas "independientes" agrupadas en ARECIA impulsan un proyecto de ley con el objetivo de resolver las necesidades y limitaciones del sector, que hoy funciona con las reglas de los principales medios privados.
Por Nahuel Placanica
La Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual habilitó la discusión sobre la necesidad de democratizar el sistema de medios audiovisuales. Ese proceso de debate concluyó con una ley que pretende desconcentrar la propiedad de los medios y abrir el juego a nuevos actores, privados y sin fines de lucro.
Como indica su nombre, la ley representa un avance extraordinario pero está restringido al ámbito de la televisión y la radio. Por ello, diferentes actores proponen un proyecto legislativo que aborde las limitaciones y problemáticas del sector gráfico, dominado por la lógica de los grandes medios. En este rubro, el nombre Clarín también emerge como una figura insoslayable.
Para resolver algunas de las cuestiones que afectan al sector, las revistas autodenominadas "independientes" decidieron agruparse alrededor de la Asociación de Revistas Culturales Independientes de Argentina (ARECIA) para trabajar “por el fortalecimiento de la edición cultural independiente” y “la defensa de sus derechos”.
Pero, ¿Qué es una revista independiente? Consultada por la Agencia Paco Urondo, Claudia Acuña de la Revista Mu, las define desde el vínculo medio-lector: “Las definimos en relación con otra palabra que es autogestión. Estamos hablando de revistas que expresan otro paradigma y que está vinculado a la relación con los lectores. Para nosotros eso es básicamente lo que entendemos como independencia, el estar atados a un vinculo social que te da un ancla como publicación. Es muy importante en estas revistas el rol que tiene el lector que es como el socio invisible porque es el que te sostiene económicamente, el que te lleva a crecer, el que te va marcando el camino y el que más paga el costo de la marginación”.
Entrevistada para este dossier, Ingrid Beck, directora de Barcelona, aportó su visión al respecto: “es una revista que no tiene dueños más que los que la hacen, que no tiene negocios paralelos más que el periodismo, que no vive de la publicidad oficial ni privada, que se mueve ideológicamente según sus convicciones no según criterios económicos”.
Desde ARECIA, elaboraron un proyecto integral que podría facilitar y dar solución a las necesidades de este tipo de proyectos editoriales. Se trata de la “Ley de Promoción de la Producción Independiente y Autogestiva de Comunicación Cultural por Medios Gráficos y de Internet”. “El impulso del sector pero a través de diferentes formas que no dependan del gobierno que esté en el poder” aseguró Beck.
En primer lugar, la nueva ley propone una serie de beneficios impositivos como: exención de impuestos a las ganancias, exención de IVA y una serie de beneficios para importación de insumos y exportación de publicaciones.
En negociaciones con un representante del Ministro Domingo Caballo, las revistas independientes lograron resistir hace ya varios años que les impusieran el pago del 21% de IVA, acordando un porcentaje de 10,5%. Acuña, relató aquella instancia: “Mantuvimos una reunión con el secretario de Ingresos Públicos del gabinete de Domingo Cavallo para resistir la imposición del IVA a las publicaciones periódicas. Nos dijo, como introducción: ‘Para mí no hay diferencia entre un zapato y una revista cultural’. Nuestra respuesta fue: ´Lamentamos mucho que tengamos que padecer su ignorancia´.
El proyecto de ley, también prevé la creación de un “el Fondo Nacional de Desarrollo para la Producción Independiente y Autogestiva de Comunicación Cultural Independiente con el objeto de realizar aportes de capital y brindar subsidios a mediano y largo plazo para inversiones productivas”. Para ello, se constituirá un fideicomiso a través del Ministerio de Economía y el Banco Nación por un porcentaje que no puede ser inferior al 20% presupuesto de la publicidad oficial destinado a pautar en medios televisivos, radiales y gráficos.
Además, propone bonificaciones de tasas de interés tendientes a disminuir el costo del crédito. Si bien el monto de estos beneficios, sería determinado en la reglamentación del proyecto, el proyecto señala que se debe favorecer con bonificaciones especiales a empresas sociales que se encuentren, por ejemplo, en regiones en las que se registren tasas de crecimiento de la actividad económica inferiores a la media nacional.
Las llamadas "revistas culturales" aportan pluralidad con sus propuestas de agendas alternativas, visibilizando discusiones muchas veces ocultas en los grandes medios, y disputan sentidos hegemónicos en la actual sociedad mass mediática. La discusión en torno a la democratización de la palabra, que atraviesa a la sociedad argentina a partir de la sanción de la ley de medios, debe abarcar al sector editorial, hoy dominado por una lógica en la que mandan las grandes empresas y una mirada estrictamente comercial.
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