Escrito por León Guinsburg
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Jueves, 03 de Enero de 2013 15:16 |
VUELCO Serpentea el camino hacia lo impío del misterio creado y no asumido por hartar de placer lo no creído pecando en el invierno y el estío. Tu buen pecado y el pecado mío, trascendiendo el gris de lo prohibido glorifica las ansias del sentido sin que el trueno ensordezca el albedrío.
Hemos de ser amantes de alto brío listo el tacto, el gusto y el oído sin renegar, por veda, a lo querido. Y en este firmamento, al rocío al calor de pecado nuestro nido haremos, aunque el Cielo siga frío.
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