Generando cambio

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Escrito por Ediciones Agua Clara - Para Nuevo País   
Sábado, 23 de Febrero de 2013 21:00

La suba de 2º C en la temperatura del planeta determinó merma en las lluvias del Chaco semiárido, esterilizando el trabajo de los campesinos.
A los amantes de la naturaleza  les proponemos leer las siguientes poesías de “Sentires” vinculadas al tema (libro publicado en nuestra página www.edicionesaguaclara.com.ar).

Ecológicas:

ROMANCE DEL ALGARROBO Y EL COYUYO (cigarra)

Con un hijo feo
Razón y sinrazón de la coyunda.
Hojas finitas como ñanduty
ramas pinchudas de la mucha sed
que después de largo trajín
saben dar fruto abundante y sabroso. Pero otro será el encanto
porque el bicho es de poco comer.
En atardeceres serenos y muy calientes
apreciará el árbol
el canto estridente
la serenata del coyuyo?

Apenas el viento aroma a tormenta
al primer relámpago
a las primeras gotas
se interrumpe el concierto
como sintiendo que el árbol
no lo ampare del agua fuerte.

Liberado el insecto volador
pequeños corazones caparazones
quedan prendidos a la corteza del amor.

EL ÁRBOL TRISTE
(En el Norte se dice árbol por algarrobo)
No ha florecido
vaya a saber que pena
amargó su savia.
Tal vez el fruto botado
pudriéndose en el monte.
O la tala porque sí
...total si crece solo.
Denantes
el árbol no se daba cuenta
era un familiar
que rebullía con la alegría de la
aloja.
Esas carnes y esas sangres
engordaron el suelo
y treparon por las raíces,
el árbol no se daba cuenta
que se iba quedando solo.

Pero no ha florecido
vaya a saber que pena
amargó su savia
y se han muerto las avispas
privadas del néctar dorado.
Tampoco consiguió brillar
con el banquete de las vainas
en el pelaje de los animales.

Algunos changos
correteando entre plantas
silvestres
extrañaran el dulzor
masticando aire.
Que va a hacer
el árbol está triste.

CONTEMPLACIONES
Las gramíneas semillan
eréctiles y gráciles
captan la energía
hasta su madurez ,
cuando agachan la testuz.
Otras penden graciosamente
como campanitas.
Por debajo acechan las leguminosas.
para extenderse por la tierra.

¿PARA QUÉ?

El sonajero verde del álamo carolino
el susurro de las acacias
ululan los pinares
cruje el eucalipto.
Cada hoja con su sonido,
escondido.
Uno con la brisa suave
otro cuando las ramas se agitan.
percusión vegetal
juego anterior, sortilegio del aire.

El monte se lavó la cara
y le saca lenguas verdes
al polvo aliado del viento
que empañan su brillo.
Como rayos emergentes
los chañares florecen de sol
prolongando la belleza.

El viento juega con las nubes
Dispara su flecha
y las dispersa.
Persiste el hálito
cola de cometas, tenue velo
plumón del cielo azul
rumbo de la nada.

La risa de los olivos en flor
el amor cubre la tierra de pétalos blancos
pequeñas esmeraldas crecen al amparo de las hojas.

Del mar verde
surgen multitud de bracitos
pidiendo auxilio
para asir sólido, repetir el fruto
continuar la especie.
Otras penden graciosamente

Se estiran los zarcillos...
tentáculos vivaces
que se revuelven como reptiles
a la conquista de prisioneros
atrapados en su destino de guías.

A través de la penumbra vegetal
retazos de luz iluminan la vid.

 

 

 
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