EL GOBIERNO NACIONAL EVALUÓ Y APROBÓ LA INICIATIVA DE LA FEDERACIÓN DE SÚPER CHINOS
Lo afirmó Miguel Calvete, Director ejecutivo de la
Federación de Supermercados y Asociaciones chinas de la
República Argentina y Presidente del Instituto de Estudios de Consumo
masivo, quien impulsa desde hace más de cuatro meses la iniciativa
que acaba de aprobar por decreto el Gobierno de la Nación. Considera que
la medida facilita la universalización del medio de pago y su
transparencia. También asegura que ese plástico ya cuenta con seis o
siete millones de posibles tomadores de créditos.
El Ejecutivo Nacional autorizó ayer a Nación Servicios S.A., empresa
controlada por el Banco de la Nación Argentina, a instrumentar el Sistema Único de Boleto Electrónico (SUBE) para la
adquisición de productos en establecimientos comerciales y/o para la prestación de servicios en locales adheridos, así como para
el pago de peajes.
Calvete explicó que “desde la Federación que reúne a la
mayoría de las entidades que representan a
los autoservicios de origen chino en el país, junto a otras
organizaciones gremiales, destacan la medida porque “venían
solicitando desde hace más de cuatro meses que debía instrumentarse un
nuevo medio de pago para bajar las comisiones de las tarjetas de
crédito vigentes, tal como lo proponía el Ejecutivo nacional, pero no a
través de un nuevo medio como la Supercard sino
basándose en algún plástico preexistente y bajo la intervención del
Gobierno Nacional a través del Banco
Nación, para lograr así democratizar su implementación”.
“La tarjeta SUBE tiene más de once millones de plásticos
emitidos de los cuáles casi la mitad son
asalariados que ya utilizan tarjetas de crédito, con lo cual su
implementación sería mucho más rápida” y
agregó que “a lo que se apunta con la iniciativa que se le propuso al
Gobierno y que ahora pretende adoptar, es a que se deje de lado la
Supercard (que hasta hoy ha sido un fracaso) y que los siete u ocho
millones de pesos del fidecomiso que se destinaban a financiar la
Supercard se
direccionen ahora a los tenedores de la tarjeta SUBE para que funcione
como una herramienta de crédito y no sólo como un medio de
prepago”, explicó el especialista en supermercadismo.
Calvete desestimó las declaraciones de grupos
empresarios y otras entidades que consideran que la nueva modalidad "no
funcionará" por tratarse de un sistema prepago y aclaró que “lo que se
busca es precisamente que no sea sólo una
tarjeta prepaga sino que se amplíe a crédito para aquellos tenedores que
ya utilizan tarjetas y cuyo análisis de riesgo de
liquidez ya este cubierto”. A la vez, agregó que “si realmente se va a
inyectar dinero blando en el mercado es importante
también brindar un mínimo crédito para que aquellos que estén en el
marco de la economía informal puedan acceder a
este medio de pago”.
El especialista dijo que desde el Instituto de estudios
de consumo masivo “se realizó un sondeo entre entidades bancarias
y financieras y en todos los casos se observó interés de las mismas para
participar del financiamiento y para adaptarse a las normas que
imponga el Gobierno Nacional”.
En ese sentido, afirmó que “no hay que olvidar que la
ganancia de los bancos se basa en la comisión que le cobran
a los comercios, con lo cual cuanto mayor cantidad de plásticos haya,
mayor es la ganancia de estas entidades”. Por esto, Calvete dijo
que el Ejecutivo nacional debe permitir la participación de bancos
privados (para evitar las dificultades de emisión que se produjeron
con la Supercard), instrumentando condicionamientos relacionados con
bajas tasas de comisiones para comerciantes y compradores, y apuntando a
los
sectores más bajos de la pirámide de consumo.
Finalmente, Calvete aseguró que “lo novedoso de todo
esto es que ya habiendo seis o siete millones de potenciales
tomadores de créditos, se le pueda brindar a mutuales, cooperativas o
pequeños bancos privados la posibilidad de que puedan financiar a
sus miembros”.
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