El total del crédito del sistema financiero bancario al sector privado al 2 de junio de 2021 es de $ 3.518.794 millones, aproximadamente un 11% del PIB. De ese total se infiere que los créditos personales representan un 6% del PIB (créditos personales, tarjetas de créditos y líneas hipotecarias), cuando era el 22% del PIB en 1974 y en la década del 90 rondaban el 14 por ciento y, el total de préstamos de la economía representaba el 45 y 25% del PBI respectivamente, por ende es claro que el sistema es insuficiente para financiar a las personas y a las empresas. Muchas personas comenzaron a financiar sus gastos con la tarjeta de crédito. Por eso se transformó en una de las principales vías de endeudamiento, el saldo de las tarjetas de crédito se ha transformado en la principal vía de endeudamiento de las familias argentinas. En ese sentido, sostiene el BCRA en el informe de noviembre 2020, cabe aclarar que un 35% de todo lo adeudado corresponde a refinanciaciones de deudas anteriores.
Por eso existe otro endeudamiento, que en el caso de las familias, en medio de la pandemia, unas 6,1 millones de personas tomaron préstamos a tasas del 80% anual o más, por fuera de los bancos Se trata de préstamos contraídos con entidades identificadas como Otros Proveedores No Financieros de Crédito (Opnfc). Los datos recabados por el BCRA son a octubre de 2020, por un total de $ 195.000 millones. En promedio, cada deudor tiene a su cargo un monto de $ 31.706.-, con empresas emisoras de tarjeta de compra fuera del circuito bancario, con mutuales y cooperativas y, con fintechs u otras compañías de préstamos no bancarios, de las cuales casi la mitad de esas personas nunca accedió a un préstamo en una entidad financiera tradicional, según un relevamiento del Banco Central (BCRA) de noviembre de 2020, último relevamiento realizado hasta la fecha por la autoridad monetaria.
La mayoría de las financiaciones que otorgaron las OPNFC están a cargo de empresas emisoras de tarjetas por un total de $115.540 millones (60%), seguido de las venta de electrodomésticos con $21.639 millones (11%), las Cooperativas y Mutuales con $18.118 millones (9,3%) y las fintech1 con $8.519 millones (4,4%), entre otros.
En promedio, y a octubre 2020, cada deudor tiene a su cargo un monto de $31.706 con una tasa nominal anual promedio del 84%, tasa superior a la que ofrecen los bancos y entidades financieras tradicionales (que en ese mes era del 77% anual)
Enterado del problema y desde octubre de 2020, el Banco Central introdujo modificaciones significativas en la regulación que implican, básicamente, la obligación de registro como OPNFC para la mayoría de las empresas no financieras de crédito (aún cuando no reciban financiamiento de entidades financieras) y, el cumplimiento de disposiciones que otorgan mayor protección a la persona usuaria de servicios financieros.
EL VERDADERO PROBLEMA
El marco crediticio y monetario es adverso porque el sistema financiero legal argentino está muy concentrado, 10 bancos privados reciben el grueso de los depósitos2 y realizan la mayor parte de las operaciones, la principal es prestarle el dinero al BCRA y ganar una tasa segura y mayor que la que pagan ellos por los depósitos que captan que es del 37% nominal anual (tasa fijada por el BCRA), y los bancos le prestan al BCRA a una tasa acumulativa anual del 45% (formalmente del 38% anual para las Leliq que son a 7 días y se renuevan con los intereses y del 32% para los pases pasivos a un día), y esto es así por temor a que los bancos en lugar de captar depósitos y prestárselo al BCRA, hagan funcionar el sistema de interconexión con el mercado ilegal mediante las llamadas “cuevas de dinero”, y esos depósitos se convierten a dólares a un precio creciente y sin techo. Con lo cual amenaza automáticamente toda la estructura de precios internos de la economía argentina subordinada a la depreciación de nuestra moneda.
Paralelamente el problema se agrava con la pandemia en un marco de desempleo y freno del nivel de actividad de consideración. En ese marco de menor empleo y de trabajar menos horas, se hace más difícil cumplir con las obligaciones y deudas, por ende la morosidad es mayor y las perspectivas también son mayores.
Al menor ingreso de las familias se suma que, debido a los incumplimientos en los pagos, se genera una menor financiación y hasta cierre de cuentas para frenar las pérdidas. En tal sentido, un informe publicado por el Banco Central muestra que en lo que hace a los montos financiados por las entidades bancarias para el bimestre marzo-abril 2021, es decir los pagos por debajo del monto total que se difirieron en cada mes, treparon en forma sustancial, pues pasaron de unos $55.000 millones a $110.000, por lo que prácticamente se duplicaron en un año.
En tal sentido, para que se produzca una verdadera recuperación, se requiere un aumento del consumo, la inversión de las empresas y la compra de viviendas. Eso es, precisamente, lo que está en duda y el motivo es sencillo: La enorme deuda que pesa sobre las familias y las pequeñas y medianas empresas que incluso han financiado stock que no venden tomando deuda.
1 - La palabra se forma a partir de la contracción de los términos finance y technology en inglés.  Mercado Libre y Mercado Pago son fintech
2 - Bancos Santander-Río; Galicia, BBVA; Macro, Citi; HSBC, Credicoop; Patagonia; ICBC; Supervielle.