Por Diego Moneta

En los últimos días desde el equipo de Javier Milei confirmaron a Luis “Toto” Caputo al frente del Ministerio de Economía de la Nación, así como la designación de su socio Santiago Bausili en el Banco Central de la República Argentina.

Era una de las principales demandas de Caputo, que también “exigió” la resolución de una causa judicial en la que estaba involucrado Bausili. No es el único escándalo que comparten los futuros funcionarios de La Libertad Avanza.
El legislador de la Ciudad de Buenos Aires Juan Manuel Valdés denunció un “negociado que hicieron” ambos con tierras públicas porteñas. Caputo y Bausili son socios en la consultora Anker Latinoamérica SA –fundada en 2020-, que junto a BSD Grupo Asesor, se quedaron con la explotación del Paseo Gigena. Allí pretenden construir oficinas, comercios y cocheras. El problema es el siguiente: alquilar en dólares mientras a la Ciudad le pagan un canon en pesos.
Según Valdés, la operación ya está dejando claras ganancias para los socios. El proyecto se desarrolla frente al Hipódromo de Palermo, a partir de un edificio de cinco pisos. Cuenta con oficinas y locales con vista al Rosedal, el Hipódromo y el Campo de Polo, y más de 250 cocheras. En total, el Paseo Gigena tiene unos 40 mil metros cuadrados. Además, la concesión es a quince años y con posibilidad de ser prorrogada por un lustro más.
No sólo Caputo ya ocultó tener participación en una sociedad off shore cuando era funcionario de Mauricio Macri, sino que recientemente –y tras la exigencia de su socio a Milei y al Poder Judicial-a Bausili le revocaron el procesamiento por negociaciones incompatibles, dado que fue secretario de Finanzas en el mismo período. Bausili había elegido para colocar deuda en 2016 al Deutsche Bank, su ex empleador. La decisión la tomó la Cámara Federal ayer. Su defensa está representada por Matías Cuneo Libarona, familiar del ministro de Justicia escogido por Milei. “La casta tiene todos los cargos menos el de conciencia”, ironizó el legislador porteño en sus redes sociales.
La trampa en la argumentación por parte de los ex y futuros funcionarios es que la licitación ya había sido adjudicada a BSD en junio de 2019. Luego, Caputo y Bausili dejaron la función pública a fines del gobierno de Macri y en 2021 se asociaron a actual negocio en el Paseo Gigena. El Gobierno de la Ciudad también asegura que no hay “ilegalidad alguna ni conflicto de intereses”, según expresaron hace unos meses en una nota a ElDiarioAR.