Generando cambio

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La salida del Corralito... PDF Imprimir Correo
Escrito por Julio César Chaillé   
Lunes, 30 de Julio de 2012 20:00

"El pago del Boden 2012 muestra que se puede salir de la crisis sin un ajuste"

El ministro de Economía analizó en profundidad la importancia de esta decisión, que implicará el desembolso de los últimos U$S 2300 millones del título ideado como un mecanismo para pagar la deuda.heredada . "Vamos a dar la última vuelta de página a la debacle del 2001-2002", subrayó el funcionario.
 Hernán Lorenzino explicó en un extenso reportaje concedido a Hernán Dearriba y Mariano Beristain, de Tiempo Argentino, la importancia política y económica de saldar el Boden 2012, el título público que va a pasar a la historia como una de las marcas registradas, la huella dactilar de una de las peores crisis de la historia.

En 2001 era el abogado en la provincia que se encargó de la operatoria de los Patacones (NdR: moneda paralela que se creó en el 2001-02 para poder afrontar los pagos en la provincia de Buenos Aires), que se dio en el marco de una infinidad de acuerdos entre  Nación y provincias. Lorenzino estuvo a cargo de la parte operativa de los Patacones y también se encargó del proceso de destrucción posterior de estos papeles.

–¿Cómo vivió el proceso de crisis que terminó con el estallido de la Convertibilidad y originó la deuda del Boden 2012?
–Uno de los recuerdos más importantes que tengo de esa época es cuando rescatamos el Patacón A. Había gente humilde que después de haber rescatado los patacones unanvez que se habían vencido los plazos para su recuperación venía y decía: "Me quedé con los patacones y ahora qué hago." La otra complicada era no tanto explicarles a los proveedores de la provincia que no se les iba a pagar, sino que se iba a emitir un bono y que necesitábamos que sigan proveyendo servicios. Me acuerdo mucho de eso porque una cosa es gestionar atrás de un escritorio y tener excelentes ideas y otra muy distinta es crear una norma y enfrentar las consecuencias de la misma, y una vez que se entiende el problema, tratar de resolverlo. En ese momento, el problema eran tanto los proveedores de la provincia como los hospitales o las escuelas, un momento en el que las redes de contención social estaban destruidas. No es lo mismo ahora con nueve años de  crecimiento. Eso me marcó mucho en términos personales y profesionales.
–¿Creía en ese momento que había posibilidades de cambiar esa lógica y transformar la realidad?
–La provincia de Buenos Aires anticipó los efectos de la crisis porque entró en default (cesación de pagos) antes que el gobierno nacional. Desde ese marco estaba claro que el entorno normativo económico no podía mantenerse.

-¿Qué significa hoy política y económicamente la cancelación del Boden 2012?
–Lo que hemos intentado hacer es convertir este pago no sólo en la cancelación de un instrumento financiero más en el pago de una cuota, como hace el Estado todos los días, sino darle el significado que creemos que realmente tiene. No sólo es la cancelación de uno de los dos servicios más importantes del año: el Estado va a pagar casi U$S 2300 millones pese a las "dudas" que todos los años los gurúes financieros instalan respecto de si la Argentina realmente va a pagar. Este año la versión vernácula de eso es si lo va a pagar en pesos o en dólares. Siempre hay un vivo que instala algún grado de incertidumbre para después aprovecharse de esas incertidumbres en el mercado, a través de las fluctuaciones de los precios de nuestros instrumentos financieros.  Lo que quisimos también es resaltar que esto puede verse también desde la óptica de dar vuelta una página en relación con las consecuencias de la crisis del 2001 y el 2002. El Boden 2012 fue parte de la salida de la crisis terminal que vivimos en 2001-02. En  este caso se trata de la deuda que el Estado tomó con los que estaban en el sistema financiero. Pero el Estado también aceptó y abordó la deuda con la crisis social. Esta es la deuda con los que estaban bancarizados y habían quedado atrapados con el inefable corralito. Creemos que no darle esta trascendencia nos impide ver los esfuerzos que los propios argentinos hicimos para salir de la crisis. No recordar que el Boden 12 implicó U$S 19.600 millones que el conjunto de los argentinos pagamos como consecuencia de lo que sucedió para salir de la crisis nos puede impedir ver la trascendencia de lo bueno y mucho que hicimos durante todos estos años, que nos permitió salir de ahí y hoy estar en una situación totalmente distinta.
–¿Cómo se le explica, a un joven que no vivió el 2001, por qué el gobierno está poniendo tanto el acento en el cumplimiento de este pago?
–Creemos que el pago de la última cuota del bono que representa al corralito implica recordar que de una crisis como la que tuvimos se puede salir, y se puede salir sin hacer recaer el costo y el sacrificio únicamente en los que menos tienen. Creo que uno debiera decirle, a alguien que no tiene conciencia del 2001-02 pero sin embargo está viendo la crisis que ocurre en el mundo hoy, que aquello no fue tan distinto. La gran diferencia es que nosotros pagamos el corralito y al mismo tiempo la tasa de desempleo bajó, la tasa de mortalidad bajó, hoy hay más empleo que hace nueve años, cuatro millones y medio de empleos se pudieron crear, hay Asignación Universal por Hijo y, entonces, hay una red de contención social para los más necesitados. Se pagó sin ajuste,  creciendo, hay una forma de salir que no tiene que ver con la receta que, pese a este ejemplo como el de Argentina, los organismos financieros siguen dando a países que afrontan problemas como el de nuestro país. Clausuramos una etapa muy negra para el país en términos de las consecuencias. En segundo lugar demostramos que se puede salir de una crisis sin hacer recaer el costo en los que menos tienen, sino al contrario, que se sale con mayor crecimiento y mayor inclusión y haciendo compartir los sacrificios a los tenedores de bonos, a los acreedores, al sistema financiero. La Argentina es el ejemplo de esta cuestión Hay economistas de distintas miradas que sostienen que ningún país progresista paga sus deudas, sino que las refinancia.

-¿Cuáles son los beneficios de cancelar esas deudas?
–Creo que es una de las tantas medidas trascendentes que ha tomado este gobierno, que se inauguró en 2003 y continuó la presidenta en 2007 tiene que ver con el pago al FMI, el punto basal junto con el canje de la política de desendeudamiento. ¿Qué implicó eso? Que todo lo que acabo de decir fuera posible. Que una política económica sin ataduras con recetas que viene de afuera se pudiera aplicar sin condicionamientos. No nos engañemos, a nadie se le ocurre que estando vigente un programa con el FMI la estatización de los fondos de pensión, la Asignación Universal, Pro.Cre.Ar, Argenta, la reforma del Banco Central, la movilidad jubilatoria, la ampliación de la cobertura previsional hubieran sido posibles. No nos engañemos, bajo un programa con el FMI, aun cuando sea el más flexible que exista, no hubieran sido posibles ninguna de estas medidas. Desde ese marco yo contestaría a esa cuestión haciendo referencia ni más ni menos que al contexto internacional. Fíjense lo que les pasa a los países que dependen del acceso al mercado para financiar sus gastos corrientes. Están pulseando permanentemente con el mercado, eso quiere decir que el mercado directa o indirectamente los condiciona. Es necesario hacer gestos para que el mercado les preste, pero esos pedidos del mercado, un eufemismo para decir los factores de poder internacional, normalmente están reñidos con los intereses de los que menos tienen.

–¿Por qué con los indicadores de deuda que tiene la Argentina, la tasa que debería pagar si saliera a buscar fondos a los mercados sigue siendo alta?
–Ahí hay cuestiones que no tienen que ver estrictamente con la robustez financiera de la Argentina sino con el alineamiento político del país, transitar un camino que no va en el sentido de los centros financieros, y hay un gran desprestigio de las calificadoras de riesgo que además está influenciado por la crítica feroz que la Argentina le ha hecho a las calificadoras. Una cosa es decir que las recetas del Fondo están mal, y otra es decir: las calificadoras de riesgo son parte del problema y no de la solución. Las dos impactan. ¿Cómo toman las decisiones las calificadoras de riesgo? Tiene unos manuales de procedimiento hermosos, pero cómo toman las decisiones no lo explican. Dicen que tiene una gran parte en términos objetivos, y otra menor es subjetiva. En la Argentina es absolutamente al revés, y sin embargo yo no puedo decirle cómo se toma la calificación respecto de la Argentina, porque no lo sé. ¿Para lo bueno y para lo malo, cómo se puede decir que las subprime eran triple A? Sólo porque se puso discrecionalidad sobre la mesa, de la misma manera que se dice que Argentina es B-, porque no hay lógica que resista que el país tiene esa calificación.

–¿Cómo queda el horizonte de vencimientos de la deuda ahora?
–Con el pago del Boden 2012 se despeja grandemente el perfil de vencimiento de servicios de la deuda de Argentina.
–¿Hay analistas que sostienen que la Argentina va a pagar el Boden 12 en dólares porque está pensando en volver a los mercados?
–Los que dicen eso es porque no entienden los beneficios de la política de desendeudamiento, los que acabo de mencionar, lo que implica que un país no tenga ningún condicionamiento por el lado financiero para llevar adelante sus políticas de todo tipo, económica y social. Son los mismos que decían allá por el año 2004 que el plan para salir del default está equivocado. Cito: “Frente al tipo de mensaje que manda Argentina, la visión en el mundo es que hay 150 países que hacen las cosas bien y uno que las hace mal, de conejito de la India hay que dejar que hagan otros.” (NdeR: la cita corresponde a declaraciones que el economista Carlos Melconian efectuó al diario La Nación). Eso decía uno de los que según el monopolio es uno de los respetados economistas de este país. Muchos de los que hoy hablan de lo errado de estas políticas son los mismos que nos llevaron a la debacle en 2001, o bien desde una posición importante en este gobierno se opusieron al fondo de desendeudamiento del Banco Central para el pago de deuda con reservas, cuestión que claramente ha demostrado la conveniencia de una medida así. Desde lo financiero nadie puede negar el costo de oportunidad de la utilización de las reservas. También desde el punto de vista político, lo importante que es contar primero con las políticas que llevaron a que haya reservas en el BCRA, porque en economía nada es casualidad; y luego la utilización de esas reservas para el pago de deuda.

–¿Usted puede decir taxativamente que el gobierno no tiene previsto salir a endeudarse para pagar ni deuda ni gasto corriente?
–De ninguna manera, volver al financiamiento de gasto corriente con deuda es volver a los '90. No ha sido, no es ni será la política de este gobierno. Financiamiento de infraestructura es lo que se ha hecho y lo que se seguirá haciendo, pero eso no es el acceso al mercado para financiar gastos, que es de lo que estábamos hablando.

–¿Usted cree que pueden llegar inversiones a la Argentina cuando se imponen restricciones al giro de dividendos al exterior?
–Explíqueme entonces cómo la empresa Vale invierte casi 30 mil  millones de dólares en la Argentina. Hay alguna inversión que no sea de mediano y largo plazo. Cómo se pueden explicar inversiones como la de Vale si no es porque hay un modelo consolidado que ha creado las bases suficientes como para que en el futuro, independientemente de cuál sea el gobierno de turno, no puedan ser modificadas. El modelo basado en la economía real ha calado tan profundo que parece muy difícil en el futuro, independientemente de quién esté a cargo del gobierno, cambiarlo por una vuelta al modelo de acumulación financiera, me parece muy complicado. Y eso, en definitiva, es un argumento muy fuerte para aquel que tiene que invertir. Una economía que crece al 7% promedio durante nueve años crea un mercado interno tal que es uno de los argumentos más fuertes para cualquier inversión, debe haber muy pocos lugares en el mundo donde se dé un escenario igual.

–¿Las medidas de pesificación de la economía son una complicación para la actividad económica?
–No, al contrario, creo que si tienen un impacto, es positivo.

Mejor segundo semestre
Hay una discusión académica respecto de la situación de la economía argentina, algunos analistas dicen que estamos en recesión y otros que afrontamos una estanflación. ¿Cuál es su perspectiva ?

–Creo que hay una situación internacional desfavorable que no le escapa a nadie, en un contexto donde hay variables macro muy relevantes para la Argentina como el precio de los commodities que son favorables. Creo que no existe una economía que no esté afectada por lo que sucede en el mundo. Pero a diferencia de otras épocas, la Argentina tiene las variables macro ordenadas. De tal manera que, merced a políticas activas, tenemos todas la herramientas para que esa crisis global no se convierta en una crisis local.

–¿Pero usted ve una recesión?
–No, para nada. Veo una economía  creciendo, lo hace a menor ritmo que el año pasado, pero sigue creciendo y tiene perspectivas de retomar los niveles de 2011 en el corto plazo.

-Hay economistas que prevén una recuperación para elsegundo semestre…
–Coincido en que el segundo semestre debería ser mejor que el primero, que las medidas tomadas en Brasil,  van a impactar positivamente en nuestra economía y creo que el segundo semestre va a ser mejor que el primero.

Última actualización en Martes, 31 de Julio de 2012 13:49
 
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