La Presidenta pidió a Irán respuestas sobre la AMIA y advirtió que el caso de la deuda argentina es un problema del mundo
En su extensa
exposición ante la asamblea general de la ONU, Cristina Kirchner reclamó
una regulación global de los mercados para la gobernanza mundial.
También celebró el acuerdo por Siria y se solidarizó con víctimas de
atentados.
Al hablar esta noche en la 68 asamblea general de las Naciones Unidas,
la presidenta Cristina Fernández de Kirchner volvió a cuestionar el
“doble standard” de países como Gran Bretaña que por un lado reclaman el
cumplimiento de normas internacionales, y por el otro rehúsan acatar
directivas del organismo internacional para iniciar negociaciones sobre las Islas Malvinas, al tiempo que “militarizan” la región.
Cristina inició su discurso expresando su “solidaridad” con las
víctimas del atentado terrorista en Kenia y señaló que lo hacía desde el
lugar de presidente de un país que sufrió dos ataques, como fueron la
voladura de la Embajada de Israel y de la mutual judía AMIA.
En ese sentido, recordó la reciente firma de un acuerdo con el Gobierno
de Irán para que se avenga a aportar datos para esclarecer el atentado
contra la AMIA, pero señaló que hasta el momento no se recibió respuesta
alguna.
“Lo cierto –advirtió- es que hay un nuevo gobierno” en el país
islámico, encabezado por el presidente Hasan Rohani, y “esperamos tener
una respuesta positiva”.
“Creo que pasó un tiempo más que prudencial para dar respuestas, que
las merecen las víctimas y lo merece la propia república islámica de
Irán, si quiere mostrarle al mundo que hay un gobierno diferente y hay
acciones diferentes”, señaló.
Por otra parte, la Presidenta abordó el problema argentino en torno a
los “fondos buitres” que demandan un pago excesivo de dividendos y se
preguntó si en la Argentina “somos víctimas seriales de esas reglas no
escritas de los lobistas, las calificadoras de riesgo, los derivados
financieros, que siguen especulando como buitres sobre países que caen
en default”.
En ese sentido alertó que hoy es el caso de “Argentina, pero podría ser la de cualquier otro país en muy poco tiempo”.
“Este –subrayó- no es un problema de la Argentina, es un problema del mundo”.
Tras destacar la permanente voluntad y cumplimiento de pagos de la
deuda, destacó que esa situación “debe ser reconocida” a menos que se
intente “instalar una doctrina de escarmentar , castigar a la Argentina
porque pudo salir del pozo, generar empleo, generar crecimiento, pagar a
los acreedores, sin las recetas que quería imponer el Fondo Monetario
Internacional”.
Por ello consideró la “necesidad de determinar una regulación global
del mercado y una intervención” porque “el mundo necesita una normativa
global para una gobernanza global”.
“De la misma manera que se pide respetar las resoluciones del Consejo
de Seguridad de la ONU –siguió- pedimos normativas y respeto a la
soberanía de los países, y fundamentalmente de los países que queremos
cumplir”.
Al abordar la cuestión política internacional, la Presidenta reiteró
que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha probado ser
“obsoleto” para resolver crisis como la que atraviesa Siria, y expresó
que “saludamos el hecho de que se haya podido arribar a un acuerdo en la
cuestión Siria”.
“No hay guerras justas, sólo la paz es justa”, afirmó y sostuvo que “la
paz y la seguridad no son conceptos militares, son políticos” y por
ello deben ser veladas por los dirigentes gubernamentales.
Volvió a cuestionar el “doble standard” de algunas potencias mundiales y
recordó que hubo “tantos discursos condenando a dictadores y genocidas”
pero cuando la Argentina, como Chile, en la década del 70, sufrieron
dictaduras, “nos hubiera gustado que hubieran venido a ayudarnos”.
“Es necesario –afirmó- acabar con el doble standard en torno a las
decisiones de este organismo multilateral, ya que estas se deben cumplir
a rajatablas, tanto para los débiles como para los fuertes, para los
grandes y los pequeños”.
Reafirmó que para su gobierno, la crisis en Medioriente reclama como
solución “el reconocimiento del Estado Palestino y el derecho a Israel a
vivir dentro de sus fronteras”.
A continuación mencionó que escuchó atentamente el discurso del nuevo
presidente del Irán y señaló que “hay una suerte de nueva expectativa de
cambio”
Tras recordar que la Justicia argentina acusó a cinco ciudadanos
iraníes de haber tenido participación en el atentado contra la AMIA,
señaló que en el mismo recinto de la ONU la Argentina viene reclamando
desde hace diez años a Irán su cooperación para el esclarecimiento del
ataque terrorista.
“Hace un año –afirmó- hemos recibido una respuesta de parte del
entonces canciller de Irán para entablar una conversación y arribar a un
acuerdo de cooperación,porque la causa está estancada desde hace 19
años”.
Destacó los cuestionamientos que esa iniciativa tuvo no sólo a nivel
internacional sino también interno, y afirmó con ironía que el acuerdo
con Irán no apuntaba a “generar una alianza estratégica para atacar a
Occidente, o para tener acuerdos nucleares, sino simplemente es para
destrabar una cuestión procesal y permitir tomar declaración a los
acusados”.
Recordó que el Congreso argentino aprobó ese acuerdo, y añadió que
“después de nueve años sin tener ninguna ratificación ni aprobación por
parte de las autoridades iraníes” ahora hay “un nuevo gobierno y
esperamos ahora que nos digan si se ha aprobado el acuerdo, que si no
ocurrió aún, cuándo se va a aprobar, para que pudiéramos tener una fecha
de conformación de una omisión de juristas y que el juez argentino
pueda ir a Teherán, porque no tenemos miedo, vamos a ir a Teherán porque
creemos en la buena voluntad de la gente”.
“Por eso –insistió- esperamos de todos acciones coincidentes, entre lo que dijeron que harían y lo que vayan a hacer”.
“No tengo dudas de que vamos a tener una respuesta positiva”, completó,
pero pidió que “no se confunda nuestra profunda convicción con las
normas de derecho internacional, o nuestra paciencia, con ingenuidad o
estupidez”.
“Creo –advirtió- que pasó un tiempo más que prudencial para obtener
respuestas, que las merecen las víctimas y lo merece la propia república
de Irán si quiere mostrarle al mundo que hay un gobierno diferente que
toma acciones diferentes”.
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