El 22 de octubre, el Comité Antidumping de la Unión Europea (UE)
resolvió recomendar la imposición de elevar los derechos antidumping a
las importaciones de biodiesel argentino. La medida fue solicitada por
la European Biodiesel Board (EBB), asociación que nuclea a las empresas
europeas del sector, sin contar con una base legal y factual
justificada.
La magnitud del perjuicio que ocasionará la medida a una industria que
se desarrolló recientemente de manera dinámica e innovadora en el país,
sumada a su naturaleza claramente proteccionista, no deja otra opción
para la República Argentina que el accionar inmediato bajo el
Entendimiento de Solución de Diferencias (ESD) de la OMC, tan pronto
como la misma sea puesta en vigor, de modo de asegurar la producción,
las ventas externas y el empleo generado por dicho sector.
A lo largo del procedimiento ante la Comisión Europea (CE), el cual se
desarrolló por más de un año, la Cancillería argentina intervino de
forma activa junto al sector privado nacional para la defensa de la
producción y el trabajo argentino. En forma conjunta, se aportó toda la
información requerida, brindando los argumentos legales que advertían
sobre las inconsistencias del procedimiento con las obligaciones de la
UE ante la Organización Mundial del Comercio (OMC).
La medida adoptada por la UE, de claro corte proteccionista, implica en
los hechos el cierre del mercado europeo para un producto argentino
elaborado de manera eficiente y altamente competitivo, cuyas
exportaciones a dicho destino tuvieron como pico máximo el año 2011, con
envíos por u$s 1.847 millones.
La República Argentina es en la actualidad uno de los productores de
biodiesel más eficientes a nivel global. La industria europea, en
contraposición, se encuentra ampliamente sobredimensionada, con empresas
que en general no cuentan con materia prima de calidad, no poseen la
escala de producción adecuada y carecen de la integración vertical
necesaria como para ser competitivas a nivel mundial.