Generando cambio

Generando cambio

Guiavícola: Congreso Panamá y mucho más... PDF Imprimir Correo
Escrito por Redacción Revista Nuevo País   
Jueves, 22 de Octubre de 2015 00:00

Panamá se prepara para el Congreso Nacional de Avicultura

El próximo 13 de noviembre se llevará a cabo en Panamá el XXVI Congreso Nacional de Avicultura y será una cita obligada para todos los integrantes de esta industria visitar esta muestra que se espera sea extraordinaria. Este Congreso de un día, como cada año congrega cientos de avicultores de toda la república de Panamá el Centroamérica, en donde acuden a escuchar las interesantes Conferencias que se preparan y a visitar los stands de todos los proveedores de la industria.
Las inscripciones son gratuitas y  se realizarán en el Hotel Sheraton a partir de las 7 am. Para mayor información puede comunicarse al correo electrónico Esta dirección de correo electrónico está protegida contra robots de spam. Necesita activar JavaScript para poder verla .
Informe: Siete Mitos sobre las Hormonas
por Jorge Alfredo Elías

A veces sale en una conversación con alguien que va sentado a la par tuya en un avión o en una reunión social o simplemente entre amigos. Si mencionas que estás involucrado en producción avícola, tarde o temprano la pregunta que te hacen es: ¿Por qué se agrega hormonas al alimento concentrado de las aves?
La forma de preguntar ¿por qué? En vez de ¿si?, enfatiza el grado de desinformación prevaleciente entre el público en general. Como aquellos que estamos en el sector y en especial los nutricionistas, sabemos, esto simplemente no es verdad.
A los alimentos concentrados para aves no se le añaden hormonas. Durante la última Exposición Internacional de Aves, en Atlanta, cerca de mil empresas exhibieron sus productos a la industria avícola. Entre los expositores no se encontraba ninguna empresa que promocionara o mercadeara hormonas para aves. Por lo tanto, podría cuestionarse en dónde el público en general saca la idea que estas substancias son parte integral de la producción avícola. Durante los últimos años algunos productores de aves han enfatizan en sus campañas publicitarias que ellos no utilizan hormonas.
Tal vez tales anuncios sean interpretados para implicar que los otros productores utilizan hormonas o que esto es una práctica común en alguna época pasada. Otra razón posible de sospechar la utilización de hormonas es que los pollos de engorde crecen tan increíblemente rápido que las personas que no están familiarizadas con la producción avícola podrían muy bien asumir que se necesitan cosas extras,”balas mágicas”. Cualquiera que sea el caso, el concepto equivocado de que se agregan hormonas a los alimentos concentrados para aves es, por supuesto, totalmente inexacto y desmerece la imagen que la industria avícola le gusta proyectar a los consumidores conscientes de la salud. Con el interés de refutar esta creencia, el propósito de las siguientes razones, no es simplemente negar el uso de hormonas, sino ir un paso más allá y brindar razones sólidas de por que las hormonas no pueden ser, y de hecho, no son utilizadas en la producción avícola.
Siete razones
1. El uso de hormonas es ilegal. En los Estados Unidos y en casi todo el mundo, existen controles extremadamente estrictos referentes al uso de hormonas y sustancias parecidas a las hormonas en alimentos concentrados animales. En ningún caso el suplementar con hormonas está aprobado para aves. Mientras que podría suponerse que el uso ilegal de hormonas podría practicarse ocasionalmente, como será aclarado después, no existe ninguna razón lógica para utilizar estos compuestos en la producción avícola.
2. Las hormonas no son efectivas. La administración de hormonas de crecimiento no conduce a incrementar el crecimiento en las aves. En un caso similar, inyectar hormona del crecimiento a humanos no va a conducir al desarrollo de un equipo campeón de básquetbol. El crecimiento es una combinación extremadamente compleja de funciones metabólicas, que dependen de una gran cantidad de funciones endocrinológicas.
3. La administración es demasiado difícil. Al igual que la insulina, que es utilizada en el tratamiento de la diabetes, la hormona del crecimiento es una proteína. Si cualquiera de estas hormonas se consumiera oralmente, éstas se digerirían rápidamente de la misma forma que una proteína proveniente de maíz o soya. Como bien es sabido, los diabéticos deben recibir inyecciones de insulina. Así, aún si se diera un efecto positivo, se necesitaría inyectar la hormona del crecimiento a las aves con frecuencia. La logística de inyectar a cientos de miles de aves con la hormona ilustra la imposibilidad de este escenario. La investigación indica que la liberación de hormona de crecimiento natural en aves es pulsátil, alcanzando su pico cada 90 minutos. Esto podría implicar que, si la hormona del crecimiento fuera suministrada efectivamente, la única forma factible de hacer esto sería a través de administración intravenosa frecuente.
4. Costo elevado. Debido a que la hormona de crecimiento para aves no se produce comercialmente, su costo sería extremadamente elevado. Si se administrara un miligramo de ésta a un pollo de engorde, el costo estaría por encima del valor del pollo mismo. Obviamente esto no tiene ningún sentido comercial.
5. Impacto negativo en el rendimiento de las aves. El pollo moderno ha sido seleccionado genéticamente para crecer tan rápidamente que ocasionalmente encuentra límites fisiológicos. Todos nos hemos familiarizado con los casos de hombres jóvenes quiénes, al momento de entrar a la pubertad experimentan un pronunciado incremento en la velocidad de crecimiento. Este “acelerado crecimiento” se acompaña usualmente por una inflamación de las articulaciones y otros problemas. De la misma manera, el pollo moderno vive literalmente al filo de su máximo límite metabólico. De hecho, la restricción alimenticia se recomienda ocasionalmente (ya sea por restricción física o por densidad reducida de nutrientes) con el objeto de reducir la velocidad del crecimiento y limitar la incidencia de cojera, ataques cardíacos y ascitis. En las regiones tropicales, un incremento en la velocidad del crecimiento casi seguramente duplicaría, triplicaría o posiblemente cuadruplicaría la velocidad de la mortalidad por estrés calórico. Además, sería altamente contraproducente el forzar una mayor velocidad de crecimiento en los pollos de engorde.
6. ¿Qué hay de los esteroides anabólicos? El abuso ocasional de los esteroides anabólicos por los atletas está documentado periódicamente en la prensa. No hay ninguna duda que su uso conduce a incrementar la masa muscular. Sin embargo, este efecto en los atletas sólo es posible cuando el uso de esteroides se combina con entrenamiento físico riguroso, tal como levantamiento de pesas. Lo que hace que el asunto de los esteroides sea aún menos probable es que la parte más valiosa de las aves – la pechuga – esté compuesta de músculos utilizados para elevar y bajar las alas. Los pollos no han volado desde hace varios miles de años. Sin ejercicio… no hay beneficio de los esteroides anabólicos.
7. Las hormonas simplemente no se necesitan. Es muy fácil explicar el extremadamente rápido crecimiento de los pollos sin tener que recurrir a las hormonas. Al revisar los registros de las distintas líneas genéticas, se notará que durante las últimas décadas las aves han alcanzado un mercado especificado de peso un día más temprano por año.
El reto para los productores avícolas es proveer alimento concentrado de alta calidad (proteínas, vitaminas, minerales, etc.) y un ambiente saludable en las casetas o galpones, incluyendo aislante de techos, ventilación y números adecuados de comederos y bebederos para alcanzar el prodigioso potencial genético de los pollos. Para los que están familiarizados con los aspectos técnicos de la producción avícola, el crecimiento rápido de los pollos modernos es una consecuencia lógica de pequeñas mejoras aunque consistentes en genética, nutrición, manejo y control de enfermedades durante los últimos años.


 
Joomla 1.5 Templates by Joomlashack