¡Repudiamos los bombardeos franceses en Siria! Ni barbarie imperialista, ni barbarie terrorista. La salida
está en la libre autodeterminación de los pueblos de Medio Oriente
Ayer, domingo 15, el Estado imperialista
francés comenzó a bombardear la ciudad siria de Al Raqqa, bastión del Estado
Islámico, en respuesta a los brutales atentados de Paris.
Desde la corriente
internacional Socialismo oBarbarie rechazamos
estos bombardeos, porque consideramos que ninguna salida progresiva a los
problemas de Medio Oriente puede venir de la intervención imperialista, que
además conlleva una “declaración de guerra” a su población. El legítimo repudio del
pueblo francés contra los brutales atentadosdel viernes 13, no debemos aceptar
que sea instrumentalizado por el imperialismo para sus propios fines. En este caso, los bombardeos
ni siquiera servirán para disminuir la capacidad operativa del “Estado Islámico”.
El mayor daño lo sufre la población civil, a través de los “daños colaterales”
–los incontables civiles muertos– y la destrucción de sus viviendas e
infraestructura. Los ataques del imperialismo han sido precisamente uno de los caldos
de cultivo para ganar apoyos a este grupo archi-reaccionario. La barbarie del Estado
Islámico puede y debe ser frenada con la resistencia de los propios pueblos de
Medio Oriente. Así es cómo los kurdos derrotaron en Kobane al bestial ataque de
los fundamentalistas religiosos, y lograron expulsarlos de una larga franja de
territorio en el norte de Siria. Por el contrario, en la
última década, el mundo entero vio cómo las intervenciones imperialistas en
Medio Orienteagravaron cualitativamente todos los problemas de la región. En
primer lugar, la invasión estadounidense de Irak en 2003, luego de causar un
millón de muertes y la destrucción del país, dio lugar al nacimiento del propio
Estado Islámico.Las intervenciones directas e indirectas de la OTAN en Libia y
en Siria en los últimos años, sólo contribuyeron a aumentar las fuerzas
del“jihadismo” y sentaron las bases, también, para que se puedan realizar
atentados como los que ocurrieron recientemente en París (atentados que, de
cualquier manera, deben ser repudiados de manera incondicional). Hollande pretende ahora
“apagar el fuego echando nafta”. Declara el “Estado de guerra” de su país con
ISIS, llama a la “unión sagrada” para acabar con las movilizaciones dentro de
Francia, medidas que apuntan a un giro reaccionario en la situación política de
ese país. Estas medidas no son la solución al drama del terrorismo jihadista y
la crisis en Medio Oriente. Las soluciones sólo podrán venir de la libre
autodeterminación de sus pueblos a decidir sus propios destinos, y de la
movilización independiente de la población en el país galo.
Llamamos a todos los
trabajadores y el pueblo de Francia, de Europa, de Medio Oriente y del mundo
entero a rechazar la intervención
imperialista y a movilizarse por una
salida de los propios pueblos, una salida que comience rechazando todo
intento de criminalización de la población inmigrante en la Unión Europea.
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