Braga Netto ha justificado el golpe militar que sumió por más de 20 años al país en una tiranía similar a otras del cono Sur. El nuevo titular de Defensa pide "comprender y celebrar" el golpe de Estado de 1964, el cual instauró una tiranía.
El nuevo ministro de Defensa de Brasil, Walter Braga Netto, recién nombrado por el presidente Jair Bolsonaro, recordó que los acontecimientos que llevaron al golpe de Estado de 1964, cuyo aniversario se cumple este miércoles, "deben ser comprendidos y celebrados" con contexto histórico.
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El 31 de marzo de 1964 quedó instalado un régimen militar en Brasil que se prolongó por 21 años en medio de movimientos en los cuarteles y la salida de Brasilia del presidente Joao Goulart, que a su vez había reemplazado al gobernante renunciante, Janio Quadros.
Las palabras de Braga Netto llegan en medio de una grave crisis política que derivó el lunes y el martes en el reemplazo de seis puestos ministeriales, entre ellos, el de la propia cartera de Defensa, y la sustitución de los tres jefes de las Fuerzas Armadas.
Braga Netto, en una "Orden del Día Alusiva al 31 de marzo de 1964" difundida anoche expresó que "los eventos ocurridos hace 57 años, así como todo acontecimiento histórico, solo pueden ser comprendidos a partir del contexto de la época", en un texto en el cual abunda que en aquella época la inestabilidad regional derivó en Brasil en un "escenario de inseguridades y grave inestabilidad política, social y económica", así como "una amenaza real para la paz y la democracia"
Según el titular de Defensa, "el Movimiento [que condujo al golpe] de 1964 es parte de la trayectoria histórica de Brasil. Por lo tanto, los hechos de ese 31 de marzo deben entenderse y celebrarse", añade el documento.
Braga no es el único: el actual gobernante, Jair Bolsonaro, capitán de la reserva del ejército, es un defensor de aquella dictadura militar y ya el año pasado, en el aniversario anterior dijo que se vivía un "gran día de la libertad"
Braga Netto, general en la reserva, reemplazó el lunes en la cartera de defensa al general Fernando Azevedo e Silva, quien fue sustituido en el cargo horas después de que anunciara su renuncia el canciller Ernesto Araújo.
Esa crisis política derivó en un reemplazo en otros cuatro puestos ministeriales del gabinete de Bolsonaro y, al día siguiente, fueron relevados los comandantes del Ejército, de la Fuerza Aérea y la Armada, según un comunicado oficial.