El lugar escogido fue el Hotel Río Amazonas, ubicado en el norte de Quito. A las 09:00 el salón Galápagos, del décimo piso, estaba listo para el trabajo de 30 miembros del organismo. Sobre dos largas mesas se colocaron manteles blancos, encima había vasos y jarras con agua. En el fondo del salón fueron colocados un proyector y una pantalla grande para diapositivas.
La Presidencia del CNE, mediante un memorando, informó en la víspera a los cinco consejeros y 25 técnicos que este sería el lugar para la reunión. La cita serviría para determinar los pasos para la convocatoria a la consulta del presidente Rafael Correa.
A las 09:02, el presidente del Consejo Electoral, Omar Simon, arribó al hotel. Vestía un elegante terno azul y camisa celeste.
No adelantó ninguna resolución y sostuvo que en la reunión se definirían los procesos. Entre ellos: las fechas, presupuesto, publicidad, contratación de personal, diseño de papeletas, capacitación, sistema de escrutinios, organización en el exterior..
Simon reconoció que uno de los principales problemas para la organización es el tiempo. Se esperaba que el Ejecutivo emitiera el decreto a finales de mes, como lo había mencionado el secretario Jurídico de la Presidencia, Alexis Mera; pero eso no ocurrió.
La tarde del lunes pasado, el presidente Correa acudió personalmente al CNE para entregar el decreto. “Hemos ganado la primera batalla, mientras más rápido se realice (la consulta) mejor”, dijo el Jefe de Estado, durante su visita a la sede electoral.
Precisamente, los plazos para realizar la consulta preocupan al consejero Fausto Camacho. “Si la Constitución nos da 60 días para organizar este complejo proceso tomémonos todo ese tiempo. ¿Por qué reducirlo a 53 días?”.
Este lapso se cumpliría el 1 de mayo, que ha sido una fecha tentativa para el referendo. Él no cree que la convocatoria para ese día sea viable, porque se afectaría la calidad del proceso, porque el tiempo sería demasiado corto. Considera que una fecha adecuada sería el sábado 7 de mayo.
Ese plazo es compartido por su colega, Marcia Caicedo, quien también criticó la posibilidad de que la consulta popular se realice antes de los plazos establecidos.
“Tenemos la infraestructura necesaria, pero este proceso tiene sus etapas y fases y se deben hacer con normalidad, no hay razón alguna para apresurarse. Debemos cumplir los plazos y tomarnos el tiempo necesario para realizar una consulta y que no existan cuestionamientos ciudadanos”.
Incluso Simon reconoció que los tiempos impuestos por la Constitución, históricamente, son los más cortos para la organización de un proceso electoral.
Otro de los temas que se discutió en la reunión del Hotel Río Amazonas fue el diseño de la papeleta de votación. Una de las opciones que se presentó fue un diseño, donde 10 preguntas y los anexos están en un solo cuerpo.
En la sesión se presentó como alternativa que fueran por separado: las cinco preguntas que pretenden enmendar la Constitución y las otras cinco que buscan crear nuevas leyes.
“Lo más conveniente es que sea una sola papeleta que garantice que los ciudadanos expresen con claridad su voto”, sostuvo Simon.
Los costos de la consulta también estuvieron en la agenda. En las elecciones del 2009 el gasto ascendió a USD 28 millones y hubo 9 millones de empadronados. Para estas elecciones el número de votantes aumentó a 11 millones. Simon dijo que esto tendrá una incidencia en los costos, pero que se está analizando la mejor opción para el país.
La reunión terminó a las 19:00, pero no hubo decisiones. La cita seguirá hoy en la sede del CNE.
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