LA ARGENTINA NO ENTRA EN GUERRAS, QUE NO RESPONDEN A LOS INTERESES DEL PUEBLODesde los albores del siglo XX nuestro país, se declaró neutral en ambos conflictos bélicos de carácter mundial. En la Primera Gran Guerra con Irigoyen y en la Segunda Guerra Mundial desde Castillo a Perón siguieron esa línea. Eran conflictos inter capitalistas por espacios de poder, que llevaron a la Humanidad a más de 60 millones de muertos. Tampoco aceptó Perón ser parte de la Guerra Fría, enarbolando una doctrina nacional e internacional de Tercera Posición, no equidistante de ambas, sino superadora, en donde el conflicto no se resolvía por la contradicción capital trabajo, sino por un proceso de Liberación Nacional de la dependencia de los pueblos y países.
Esa visión dio puntapié inicial al Congreso Africano en 1956 y a los países del Tercer Mundo, después No Alineados, en 1962. Tener una mirada propia, de identidad nacional y latinoamericana sobre la realidad mundial, ha sido para nuestra región un desafío a desarrollar, frente a las demandas y exigencias de EEUU, que nos considera “su patio trasero”, en una concepción colonial, propia del pensamiento anglo sajón. Esa situación provocó las mayores desgracias humanitarias sobre América Latina, en los siglos XlX y XX, por acciones militares, económicas y políticas, sobre nuestros países, con miles de muertos y dolor social profundo, junto al saqueo de nuestras riquezas, por injerencia estadounidense. Hoy en medio de la Pandemia se verifica otra lucha internacional de la misma intensidad, aunque más sutil en sus formas, pero que responde a los mismos patrones de conductas, llevadas a cabo por el capitalismo salvaje, depredador e inhumano, que denuncia Francisco. Es un guerra que se da en tres niveles: un esquema geopolítico de posicionamiento hegemónico; una batalla por el control de los mercados farmacéuticos por miles de millones de dólares y una encarnizada lucha por el control de las patentes de las vacunas, entre los Fondos de Inversión Buitres que todos conocemos. En el nivel geopolítico es claro que EEUU intenta por todos los medios: lawefare, golpes parlamentarios o militares, presiones o extorsiones, el control hegemónico de la región, impidiendo el avance de China y Rusia, como jugadores activos en el desarrollo de nuestros países. Este enfrentamiento no es sólo económico actual, sino estratégico por el control de los recursos naturales, los alimentos y el agua dulce, como lo denunció Perón en 1974 en su testamento: Modelo Argentino para un Proyecto Nacional. “Vendrá por ellos el imperialismo, con nosotros o sin nosotros y dependerá de la capacidad de los argentinos, para defenderlos”. El agua dulce comenzó a cotizar en Wall Street este año. El enfrentamiento de las farmacéuticas, es por el Mercado, el control de los precios, la cultura sanitaria de los pueblos, apuntalar el paradigma de la enfermedad y cronicidad como eje del tratamiento de la salud, en vez del paradigma carrillista, del apuntalamiento de la salud del pueblo, en la prevención y en la calidad de vida, antes que los medicamentos como recurso primario. El sistema nos necesita enfermos y crónicos, ni muertos ni sanos les servimos los seres humanos a sus intereses, porque sanos o muertos, no generamos lucro. El último esquema de ésta guerra patética, que pone a la Humanidad en vilo, discrimina a los países empobrecidos, condena a la muerte a millones de personas, se viene dando por la hegemonía de las Patentes, donde esos fondos de inversión supranacionales, sin rostro ni voz, intentan dominar al mundo, sin una sola planta de producción, determinando precios de un bien social, como son vacunas y medicamentos, arrojados a la impudicia del Mercado, como bienes negociables, lesionando el concepto solidario de la Humanidad, que tienen los Pueblos. Entonces nuestro país, cuyo pueblo ha determinado contar con un Gobierno nacional y popular, ha enfrentado la guerra pandémica en sus albores, con un concepto absoluto de cuidado de la vida, subordinando todos los demás aspectos de la gestión a ésta prioridad. Ha desplegado el Gobierno, instrumentos económicos de subsistencia que evitaron el hambre y los saqueos, una estrategia sanitaria, que no sólo reparó la destrucción neoliberal, sino que permitió enfrentar la crisis con recursos, que impidieron el colapso del sistema sanitario. Se desplegaron nuestros científicos en la obtención de nuevos instrumentos de combate: kits serológicos, kits moleculares, carpas de duplicación de respiradores, obtención de suero equino, plasma de suero recuperado, producción de respiradores, cuatro buques y trece vuelos cargados de insumos médicos desde China, precontratos de cinco vacunas, tres consolidados, logrando ser el 7° país del mundo en empezar a vacunar. Una épica de la Vacunación es la que se va a escribir en el país, como se escribió una batalla contra el virus. Miles y miles de voluntarios, agentes de salud, FFAA, equipos sanitarios, transportes, congeladoras, con Municipio dando la batalla junto a las fuerzas nacionales y provinciales, para vencer la Pandemia. Esas son las guerras que libramos los argentinos, junto al conjunto del pueblo. Las otras guerras, las del odio y los negocios, las libran los personeros del capitalismo salvaje o del colonialismo asfixiante, con múltiples voces políticas y periodísticas cooptadas, que actúan de manera criminal y canalla. No entramos en ese juego, nuestra responsabilidad está puesta en los intereses del conjunto del pueblo argentino, sin distinción, pero marcando a los enemigos de la Patria que ponen de rehenes a 44 millones de argentinos, jugando guerras ajenas. Como ayer querían enviar tropas a las guerras mundiales, hoy quieren ser parte de una batalla por las hegemonías materiales que no están dentro de las prioridades nacionales. No somos neutrales, somos soberanos, no somos pasivos somos actores construyendo Salud y Justicia Social. Somos movimiento nacional y popular, peronista, latinoamericano y parte de la Patria Matria Grande. PRIMERO LA PATRIA -www.lapatriaestaprimero.org
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