Escrito por Partido Solidario
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Martes, 06 de Abril de 2021 13:38 |
Autor: Leandro ManfredottiDesde el fin del mundo, hablar de nuestra querida perla austral es hablar de soberanía, del amor por el territorio argentino en toda su extensión, mirando como una madre amorosa a sus hijas e hijos arrebatados vilmente por piratas, con las heridas y el corazón atravesado por el sentimiento malvinero, que en la Provincia de Tierra del Fuego Antártida e Islas del Atlántico Sur, se vive, se respira y se anhela fuertemente con la lucha a flor de piel y la añoranza constante por el suelo argentino que soñamos algún día recuperar.
Por historia, por geografía y derecho, la Nación toda se une en un solo clamor y abraza la causa del pueblo. En nuestra memoria la Gran Malvina y la Isla Soledad están siempre presentes, ardiendo con llama viva y constante en nuestras mentes y en nuestros corazones. No solo ellas, en su compañía se encuentran los compatriotas que en las Islas nos esperan, jóvenes que desde allí nos claman fuerte y claro para continuar con la lucha y perpetuarla en las generaciones de niños y niñas que con sus voces elevan el reclamo siempre presente “¿Quién nos habla aquí de olvido, de renuncia, de perdón? ¡Ningún suelo más querido, de la Patria en la extensión” La causa Malvinas es una causa nacional, popular y antiimperialista que no podemos olvidar, una herida abierta que no puede sanar, es una injusticia difícil de mitigar. La importancia geoestratégica del archipiélago, el reclamo de territorio de continente antártico, los recursos naturales, energéticos e hidrocarburíferos hacen que Malvinas sean de vital importancia para la corona británica; son casi 190 los años que nos separan del inicio de la usurpación en el año 1833, el mundo ha cambiado, los límites, los países, la sociedad toda, pero el reclamo argentino se mantiene, y hoy la zona se encuentra altamente militarizada poniendo en riesgo permanente la paz en la región. En reiteradas oportunidades hemos tenido que sufrir traición de aquellos cipayos liberales que por sus propios actos beneficiaron a los intereses de las políticas foráneas en desmedro de los intereses de la Nación, y que derivaron en la claudicación nacional ante el usurpador británico que puede resumirse en esos “Acuerdos de Madrid”, “Foradori – Duncan” y de muchos otros acuerdos públicos, leyes, entendimientos, notas, etc, que no hicieron otra cosa más que reforzar el dominio colonial del Reino Unido sobre nuestras islas. Estos son días para reflexionar acerca lo que significa ser argentino, de los valores, de la diversidad, de las diferentes culturas y especialmente lo que significa para nosotros como argentinos y argentinas el sentimiento malvinero de lucha, de no resignación, de honor, de gloria, para poder gritar bajo el sol fueguino, con espíritu vivo y clamor eterno en nuestros rostros y corazones, para liberar nuestro grito al viento, con olor a sal y gusto a lucha, con el corazón grabado de blanco y celeste “… ¡Rompa el manto de neblinas, como un sol, nuestro ideal: "Las Malvinas, Argentinas en dominio ya inmortal"! Y ante el sol de nuestro emblema, pura, nítida y triunfal, brille ¡oh Patria!, en tu diadema la ARGENTINA perla austral...”. LAS MALVINAS SON y SERÁN ARGENTINAS Y FUEGUINAS.
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