Generando cambio

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Larroque: "Hay un manoseo de un valor tan sublime como es el de la libertad" PDF Imprimir Correo
Escrito por Agencia Paco Urondo   
Viernes, 18 de Junio de 2021 13:38

El ministro de Desarrollo de la Comunidad de PBA mantuvo una extensa charla con AGENCIA PACO URONDO RADIO sobre diversos temas de actualidad política y social. El recuerdo del peronismo, la lucha por los derechos humanos y la disputa por el sentido de la libertad.- Por Martín Massad El ministro de Desarrollo de la Comunidad de la provincia de Buenos Aires y secretario general de La Cámpora mantuvo una extensa charla con APU RADIO (La Palabra Justa, domingos de 10 a 12, por FM La Patriada) sobre diversos temas de actualidad política y social. El recuerdo del peronismo, la lucha por los derechos humanos y las banderas que continúan en el presente. “Argentina tuvo el momento más cercano a la felicidad entre los años 1946 y 1955”, señaló. También conversó sobre la gestión nacional y provincial de la pandemia, el golpe que implicó para el deporte, bajo la órbita del ministerio, e invitó a homenajear a Diego Armando Maradona, a 35 años del mundial de México ’86: “Hay que recordarlo siempre”
Agencia Paco Urondo: ¿Qué reflexión le merece este nuevo aniversario sobre el fusilamiento de Valle y el levantamiento contra la Revolución Libertadora?
Andrés Larroque: Siempre hay que mantener presente esa memoria, poder comprender la historia de nuestro país, que la venganza y el revanchismo paradójicamente se ejercieran en nombre de la libertad. Palabra que también en el presente sigue siendo bastante manoseada. Argentina tuvo el momento más cercano a la felicidad entre los años 1946 y 1955, donde por supuesto, los sectores olvidados fueron puestos en el centro de atención de las políticas de Estado. Eso, sin duda, generó escozor en los sectores, no sólo internos sino también externos, que lamentablemente no comprenden que una sociedad para realizarse necesita incluir al conjunto, y que es fundamental, una mirada solidaria en términos económicos y una acción presente del Estado para poder desarrollar una sociedad que no tienda a la disolución y a la fragmentación. Por supuesto, todo el reconocimiento y el honor para aquellos que en 1956 trataron de levantarse para que Argentina no perdiera ni extraviara el rumbo. Lamentablemente, fueron masacrados pero la historia continúa y nosotros, en función de esa memoria, tenemos que ver cómo se interpreta ese espíritu y esas ideas en el presente, siempre.
APU: Con respecto a la palabra libertad, hoy vapuleada, cuando se ven las manifestaciones que piden por la libertad, donde se habla de infectadura en la Argentina…
AL: Hay un manoseo de un valor tan sublime como es el de la libertad. También, muchas veces, se ha puesto en tensión con otro concepto fundamental y central para el desarrollo de la sociedad, que tiene que ver con la idea de igualdad. La libertad no se puede comer a la igualdad y la igualdad no se puede deglutir a la libertad. Esa tensión es la que se ha expresado a través del siglo XIX y el siglo XX. En el siglo XXI, esto lo plantea el Papa Francisco y diversos pensadores. Tiene que ser el tiempo en el que a partir de una mirada fraterna se pueda encontrar un equilibrio entre esos valores, que son pilares para la construcción de cualquier sociedad.
APU: Esta semana fueron condenados a prisión perpetua cinco represores que cometieron crímenes de lesa humanidad contra militantes de la contraofensiva de Montoneros ¿Cómo recibió esta noticia?
AL: Sin dudas termina con la impunidad. Continúa esa línea histórica, que sostuvieron los organismos en soledad, durante la temprana democracia, y que después el Estado se termina haciendo cargo, a partir de la decisión política de Néstor Kirchner y continuada por Cristina en el presente. La mirada respecto a la defensa de los derechos humanos o a la resolución de las tremendas cicatrices que lleva nuestra sociedad, pero que golpean sobre aquellas personas y familias que padecieron de forma directa aquella represión. Requieren del ejercicio de la justicia. Por supuesto, que nosotros saludamos el fallo. En el caso de nuestra organización, Fernanda Raverta escribió una nota muy sensible respecto de lo que significó para ella este fallo, como para todos nosotros.
APU: Hay un tema que es difícil, que tiene que ver con la cuestión alimentaria en la provincia de Buenos Aires. Al principio de la pandemia, varios medios sectores mediáticos y políticos auguraban un estallido social en la provincia de Buenos Aires. Eso no sucedió. ¿Cómo se lleva adelante la crisis económica y social que trajo la pandemia?
AL: Hay una decisión política del Estado nacional y provincial de estar presente y de dar respuesta. Entender que la situación de adversidad es muy compleja. Argentina ya estaba muy mal cuando se inició el gobierno de Alberto, el de Axel, y luego vino la pandemia. Además, no se puede perder de vista que el Conurbano es una zona de la geografía nacional que aumentó exponencialmente su población en los últimos 50 años.
Tenía entre tres y cuatro millones de personas a mediados de la década del 70, cuando empieza la noche trágica vinculada a la dictadura genocida y la irrupción a sangre y fuego del neoliberalismo en Argentina. Hoy estamos hablando de una zona que tiene una población de 14 millones. Contrario a eso, los recursos con los que cuenta el Estado provincial han disminuido notoriamente por lo que significó la Ley de Coparticipación en los años ‘80. Seguramente, confeccionada con la mayor de las buenas voluntades y con la expectativa de repoblar el país en las zonas de donde eran oriundas muchísimas personas, que se acercaron al Conurbano, para encontrar algún tipo de actividad que les diera sustento. Eso demográficamente no ocurrió.
Lo que decidimos, a partir de la mirada del gobernador Axel Kicillof, fue reforzar la asistencia social y alimentaria. La asistencia a aquellos sectores más golpeados que en general, son los jóvenes, los niños y las niñas de la provincia, donde se observan los mayores niveles de pobreza. En el caso del Ministerio que me toca encabezar, el aumento presupuestario fue del 40% en lo que tenemos para este año y sobre ese aumento, Axel dictaminó un nuevo aumento, el 30 de abril, a partir de las nuevas restricciones, de casi un 50% más. Es decir, que los recursos están donde tienen que estar. Después, siempre falta y hay que redoblar los esfuerzos, pero esta decisión política, asociada a las definiciones que tomó el presidente Alberto Fernández, respecto a invertir 230 millones de pesos en la tarjeta alimentaria, ayudan a transitar esta situación tan compleja y difícil.
APU: ¿Cómo ve estructuralmente a la provincia de Buenos Aires?
AL: Se instaló como sentido común que la Provincia es inviable. De hecho, también se generó la idea de que en realidad quien gobernaba la Provincia de Buenos Aires lo hacía a los efectos de no de resolver las problemáticas que le tocan vivir a los bonaerenses sino como un trampolín respecto algún tipo de disputa de carácter nacional. En el caso de Axel y el nuestro, es todo lo contrario. Entendemos que hay que ir a fondo, que las transformaciones estructurales que requiere la provincia son muy profundas. La dificultad es que ese desafío nos toca en el marco de la pandemia con lo cual se complejiza muchísimo más. Es difícil en el marco de tanta incertidumbre, donde la propia vida y la propia gestión se han complicado tanto. Todo es tan azaroso, muy difícil de prever lo que viene, no ya en términos de meses, de trimestres o semestres, sino directamente es muy difícil prever qué va a suceder la semana que viene porque permanentemente nos vamos encontrando nuevas situaciones y desafíos.
No obstante, eso, en el marco histórico que le toca vivir al país y a la provincia de Buenos Aires, en particular, nosotros estamos atravesando una etapa que tiene que ver con casi medio siglo de hegemonía del sistema financiero internacional y de las ideas del neoliberalismo. Esto ha golpeado muy fuerte en los conurbanos, pero centralmente en el Conurbano bonaerense. Eso requiere un cambio de modelo económico. Ese es el programa con el que el Frente de Todos llegó al gobierno. Nos encontramos en la pandemia y la aplicación de ese programa, naturalmente, se ha ralentizado producto de que debemos responder permanentemente a las urgencias que nos plantea la cuestión sanitaria y las complicaciones que seguirían de ese escenario y de las medidas que hay que tomar para cuidar a nuestro pueblo.
APU: El Ministerio de Desarrollo tiene bajo su órbita a la subsecretaría de Deportes. Hay un tema interesante allí porque los clubes de barrio son lugares donde muchos chicos encuentran algún tipo de lazo social que los convoca, los contiene y los hace crecer. ¿Cómo están los clubes de barrio?
AL: El área del deporte es una de las más afectada como el de la cultura. Todas las actividades que tienen que ver con aglutinar un determinado número de personas están sujetas a las propias restricciones que van dictando las autoridades en materia sanitaria. Más allá de eso, lo que se está tratando de hacer es alivianar una situación de mucho castigo, que percibieron a partir de la insensibilidad que tuvo la gestión anterior, encabezada por María Eugenia Vidal en la provincia, y por Mauricio Macri a nivel nacional. Por supuesto, que en función de permitir que el mercado, a partir de su insensibilidad, rigiera por igual a todos los sectores de la sociedad. Los clubes no escaparon a eso.
Dentro de los clubes hay diferencias, no todos tienen la misma envergadura. Por ejemplo, en la legislatura bonaerense, como iniciativa del diputado Facundo Tignanelli, se aprobó un proyecto que tiene como objetivo dinamizar los trámites que requieren las asociaciones civiles, y los clubes, en particular. Porque muchas veces para que el Estado pudiera ayudar y colaborar con esas instituciones, había ciertos desfasajes en materia administrativa que impedían que el Estado, por más que contara con los recursos, no pudiera asistirlas.
En el caso de la subsecretaría, a partir de la gestión de Javier Lodera, vamos viendo de qué manera acercar esa brecha y estar cerca de los clubes. No es lo mismo un club de la provincia que del conurbano, pero cada uno plantea su problemática y la subsecretaría tiene diversos instrumentos para poder, a través de subsidios y acompañamientos distintos, asistirlos y atravesar esta situación que nos toca transitar.
APU: Se cumplen 35 años de México 86’, que tiene a Diego Armando Maradona como estrella célebre de aquel momento. ¿Desde la provincia están preparando algún homenaje?
AL: Es el primer junio sin Diego presente, por lo menos, de manera terrenal. Nos parecía importante, en función de la decisión que tomó el gobernador de cambiar la denominación del Estadio Único y pasar a llamarlo Estadio Único Diego Armando Maradona, poder generar un homenaje en el marco de respeto a las medidas sanitarias y las restricciones, y realizar una ceremonia sencilla, que tiene que ver con instalar una escultura del artista Alejandro Marmo en el propio estadio. También diversos murales que grupos artísticos, vinculados a la figura de Diego, tienen pensado realizar. Con mucha sencillez y humildad, creemos que es un aporte para la memoria del más grande. Pensamos en el 22 de junio porque es el aniversario del partido con Inglaterra. El de los dos goles, pero sobre todo el segundo, que es naturalmente el mejor gol de la historia.
Yo creo que en un momento nos habíamos acostumbrado a que Diego era argentino y capaz que su partida nos vino a refrescar lo grande que era y lo agraciado que es el pueblo argentino de haberlo podido disfrutar, y seguir disfrutándolo, pero haberlo hecho de forma contemporánea y haber convivido con él, nos obliga a pensar que fuimos extremadamente afortunados. Por eso hay que recordarlo siempre y homenajearlo con la emoción que se merece.

 
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