Generando cambio

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LA DEMOCRACIA IMPERFECTA PDF Imprimir Correo
Escrito por Jorge Rachid   
Miércoles, 28 de Julio de 2021 16:49

altLa historia de los pueblos demuestra la necesidad permanente de establecer normas y contratos sociales, que permitan la vida en Comunidad, con apego a los marcos de Códigos o Constitucionales de cada etapa histórica y las leyes emergentes de las obligaciones y derechos de las personas.
El Código de Hammurabi desde los tiempos inmemoriales de la antigua Mesopotamia, ya consignaba estas necesidades primarias del ejercicio de convivencia, sin olvidar su aporte a la preservación de a salud desde entonces, en un carrillismo anticipado. Pero como la historia la escribe Occidente, es Aristóteles y su influencia quien refiere que cada Constitución representa el tiempo político de las mayorías populares, en cada etapa institucional, lo cual demuele la consigna liberal de que las Constituciones son intangibles, inmodificables, pétreas, en su afán colonizador. La Democracia que es una organización social y política nueva, de sólo 200 años plenos, en la cual se han organizado los pueblos, de acuerdo a sus propias cultura, dando respuestas en algunos casos Parlamentarias, con o sin Monarquías tutelares, otras confesionales, algunas con votación obligatoria, otras optativas, en otros pueblos optan por partidos únicos con representaciones sectoriales, pero todas las variantes de conformación de mecanismos de expresión de los pueblos, hacia un funcionamiento social acordado.
Es esta descripción que nos permite penetrar en nuestra propia experiencia democrática, desarrollada en un marco de lucha política, basada en los triunfadores de Caseros, victoria lograda con el apoyo del ejército brasileño, país con el cual estábamos en guerra, conducida por Rosas que fue expulsado del poder en esas circunstancias. Pocos años después en 1853 se establece esa Constitución Nacional supuestamente inmodificable que nos acompaña, con modificaciones pero nunca estructurales, hasta nuestro días, con excepción de la Constitución de 1949 que inauguraba una etapa de derechos consagrados, en una Constituyente convocada en términos democráticos por el peronismo, que fue derogada por otra incursión armada, en éste caso el Golpe del 55, llevado a cabo a sangre, fuego y muerte.
Desde antes de ese episodio, en 1930 cuando la Corte Suprema avala en Golpe Cívico Militar contra Irigoyen, la decadencia de las instituciones sólo pudo ser reparada, por la irrupción protagónica del Estado popular del peronismo. Después siguieron los factores de poder, reemplazando la voluntad de los pueblos expresada en elecciones, con golpismo, dictaduras, desapariciones, proscripciones de las mayorías populares y manipulaciones mediáticas, con colonizaciones económicas y cercenamiento de derechos consagrados, avalados por un Estado al servicio del poder concentrado, hasta 1983.
Pero ésta etapa democrática, la más larga en la historia del país, se inaugura bajo el paraguas del Consenso de Washington que impone a los pueblos el Mercado como ordenador social y el Plan Brady, como método de endeudamiento y apropiación de los recursos naturales de los países latinoamericanos. Nuestro país no fue excepción de esta imposición, hasta que la reparación de identidad y memoria la ejercita el pueblo argentino, a través de Néstor y Cristina y la creación del UNASUR junto a Lula y Chávez, en un NO al ALCA de 1995 que cambió el rumbo, hacia un Estado al servicio de los intereses populares.
Pero el Imperio se movilizó en pos de recuperar sus espacios perdidos y no tuvo reparos en avasallar, una vez más con la colaboración de sus aliados internos en cada país, los mecanismos institucionales de cada colonización, en un ataque combinado de los medios hegemónicos, en general tributarios de los Fondos de Inversión buitres, la Justicia cooptada y corrupta y la agitación mediática del Lawfare, que permitió ir desplazando a los gobiernos populares, perseguir a sus líderes, instalar en la conciencia colectiva de los pueblos supuestas corrupciones, como excusas para ocultar los saqueos organizados de los Estados, con gobiernos neoliberales saludados como líderes de las instituciones, colonizadas por supuesto.
Entonces una democracia flexible para el poder y cooptada por intereses sectoriales, es una pálida expresión aún del voto mayoritario cuando es ejercido, como en nuestro país cuando un Gobierno popular asume, se le entregan los atributos formales, pero se les niega el ejercicio del poder, ya que el edificio colonial, construido por años se basa en sujeciones institucionales, destinadas a impedir que se desmonten los privilegios conseguidos por el poder concentrado, en especial el económico financiero que lubrican el funcionamiento corrupto del ejército burocrático colonial que cuida sus intereses, desde la Justicia hasta el Parlamento, bloqueando cualquier iniciativa que tienda a debilitarlo.
Para no extendernos en el tiempo, analizaremos los 20 meses de funcionamiento, en donde hasta las decisiones del Senado de restituir dos jueces a sus ámbitos naturales, fueron impedidas por la Corte, lo mismo que las políticas sanitarias de cuidado de la Salud del pueblo, al rechazar los decretos de necesidad y urgencia en medio de una guerra pandémica, provocando una vez más, miles de muertos al judicializar criminalmente, las medidas de protección del pueblo.
Entonces retomamos el tema de qué democracia estamos transitando, si los derechos conquistados son conculcados, las instituciones funcionan de espaldas a los intereses del pueblo, si la presión mediática es suficiente para el linchamiento social, con una Justicia que avala y persigue, manipula y encierra a quienes se oponen al orden constituido, todos elementos de debilitamiento democrático, que lleva a situaciones de desbordes, incluso promovidos por los dueños del poder porque el caos es funcional a sus intereses.
De ahí que siembre el odio que lleva a la violencia que finalmente desemboca en situaciones descontroladas, en donde el poder siempre está mejor posicionado en la defensa de sus intereses.
Por esa razón la inteligencia debe superar la fuerza de la colonización, ya que la debilidad del poder se expresa en la construcción del relato único, de escasa profundidad y generalmente con titulares diarios de un solo objetivo: ocupar el espacio simbólico del pueblo con consignas acotadas y verdades escondidas.
Pero la conciencia y la realidad del pueblo, no pueden sustituirse con proclamas de supuestas moralidades, que jerarquizan a los ladrones profesionales del saqueo y condenan a la marginalidad social que ellos mismos provocan, en la exclusión y desamparo de las mayorías trabajadoras y humildes de nuestra Patria. Por esa conciencia popular fueron expulsados por el voto en el primer turno electoral.
La democracia es entonces una construcción moderna que ha sido cooptada por los factores de poder, sustituyendo la voluntad organizada del pueblo, por manejos oscuros, nunca visibles que como titiriteros manejan personajes públicos imbuidos de halos de protección mediática, que desde una construcción marketinera, actúan en política sin otro pudor que su financiamiento.
Si esta descripción es cierta, nos debemos un debate en el marco del pueblo, una militancia que reestructure las instituciones, que empodere la Comunidad Organizada constitucionalmente protegida, en una expresión de democratizar el poder y humanizar la política, que sólo puede darse en una nueva Constitución, recuperando los instrumentos básicos de la Soberanía Nacional, la consolidación de los derechos sociales y fortaleciendo la Planificación estratégica del país en Ciencia y Tecnología, que ya tenemos como país desarrollado, aunque nos quieran hacer creer que somos subdesarrollados y periféricos.
No lo somos, ni una cosa ni la otra, somos un pueblo que avanza en la construcción permanente de su identidad, fortaleciendo su memoria de Patria Matria Latinoamericana, que han intentado someterlo, colonizando sus instituciones, las cuales debemos desmontar con habilidad e inteligencia frente a un enemigo que presenta aún, una fortaleza impresionante.
Los reclamos revolucionarios precoces como nos decía Rodolfo Walsh: “las verdades dichas a destiempo llevan a las vanguardias a ser patrullas perdidas”. En esa idea la recuperación plena de la democracia popular se dará en los próximos 70 años de peronismo en su expresión de movimiento nacional y popular. A quienes no son peronistas les expresamos que el peronismo filosófico, escrito en sus formatos ideológicos, políticos y doctrinarios siguen dando respuestas a las demandas de la hora, que como otras construcciones del pensamiento permanecen en el tiempo, desde el marxismo al liberalismo.
La dimensión del pensamiento americano, mestizo, moreno, criollo y profundo es una expresión de paz y solidaridad al mundo, que es la que expresamos los pueblos como el argentino, que universaliza su filosofía biocéntrica de construcción y que vertebra en la naturaleza y los seres humanos, el modelo social y productivo, en ésta hora en donde la Humanidad está en peligro, por múltiples factores, desde el calentamiento global al hambre de millones de seres humanos, por desertización de la tierra y la agresión de los agrotóxicos.
Entonces ante una realidad de una democracia debilitada, imperfecta, debemos proponernos una democracia popular recreando las instituciones del país, al calor de la voluntad popular expresada, que en las elecciones deberá decidir entre dos modelos, no es una grieta que son dos labios de un mismo todo, en éste caso es una concepción de país y de integración latinoamericana con Justicia Social, Soberanía Política e Independencia Económica, frente al modelo colonizador y dependiente, que pugna por la entrega del país, desde el fondo de la historia relatada por Mitre.
PRIMERO LA PATRIA - www.lapatriaestaprimero.org

 
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