"Es evidente que Aldo no ha escuchado ni leído los planteos que han surgido, porque si hay algo que los ambientalistas hacemos es “escuchar razones” acerca de la conveniencia de instalar mineras (u otras) porque esas razones son expuestas innumerables veces en los grandes (y a veces también en los chicos) medios de comunicación, que como sabemos, son la voz de las grandes corporaciones" Juan Jofré, exconcejal de San Carlos (Mendoza) Publicada originalmente en Infobaires24*
Esta carta surge como una respuesta peronista y ambientalista a la carta que escribió el compañero Aldo Duzdevich y que publicara Agencia Paco Urondo en los primeros días de enero y se reproduce completa, al final de estas líneas. Para organizar la respuesta, voy a enumerar primero los muchos puntos de encuentro con el compañero Aldo, luego voy a intentar contraponer argumentos ante la subestimación de la posición ambientalista que el compañero hace, y como tercer punto voy a enumerar algunas de las alternativas que tiene la patria para no entregar la soberanía y desarrollarse. Puntos de acuerdo 1° El Compañero Aldo aclara el punto desde donde escribe, y comparto absolutamente la honestidad de hacerlo para no engañar a nadie. Él se considera militante peronista a secas, y yo soy muy húmedo en ese sentido, ya que me adhiero todos los agregados que quieran, porque además de peronista soy kirchnerista, cristinista, y si quieren también ambientalista. 2° Él aclara que no tiene cargos, aunque reconoce ser amigo del secretario de energía. Pues yo tampoco tengo cargo alguno, trabajo de la docencia, soy un militante al que le gusta escribir. 3° Dice Aldo en su carta: Sé que esta nota me va costar el enojo de muchos de mis amigos, y de otros que no lo son y cuando escribo sobre esto me tratan de vende-patria y otras lindezas. Pero los cuadros y militantes políticos estamos para comprometernos y decir lo que pensamos sin buscar estar siempre con el discurso políticamente correcto. Hace mucho rato que esto me viene pasando, por intentar dar algunos debates al interior de nuestra fuerza política. Esa será otra coincidencia con el querido Aldo. 4° Aldo hace una mención a Perón con la que también estoy de acuerdo: Perón definió unas grandes líneas donde basar la doctrina. Felicidad del pueblo y grandeza de la Patria. Independencia Económica, Soberanía Política y Justicia Social. Y dijo: “Las doctrinas no son eternas sino en sus grandes principios, pero es necesario ir adaptándolas a los tiempos, al progreso y a las necesidades (…). Es claro que esas “adaptaciones a los tiempos, al progreso y a las necesidades” son pensadas de modo muy distinto por Aldo y por mí. 5° También Aldo toma otra frase de Perón para hablar de economía, y concluye con una afirmación que es otro gran punto de encuentro entre ambas posiciones: El peronismo no está en contra del capital privado, ni del local, ni el extranjero. Absolutamente de acuerdo, el peronismo es productivista, genera riquezas y trabajo. 6° Absolutamente de acuerdo en que Greenpeace no tiene nada que decir de ninguna de nuestras políticas. Es una organización financiada principalmente por las grandes corporaciones mundiales que son las responsables principales del calentamiento global. No deberíamos ni considerarlo. Puntos en desacuerdo Lo primero a marcar acá, y es tal vez la tesis de mi carta, es que tanto Aldo como muchos compañeros subestiman los cuestionamientos ambientales y le ponen el rótulo de “gente que no piensa y reproduce acríticamente lo que dice Greempeace”. En sus razonamientos, esta premisa prejuiciosa es acompañada con lo que a mi modo de ver es una entrega de la soberanía y una mirada muy simplista que coincide con la de cualquier liberal: sigamos explotando los recursos, es el camino que nos queda. Hay que resignarse: estamos jodidos y la única que nos queda es poner la salvación de la patria en mano de las multinacionales. Empiezo a ampliar. Digo que nos subestiman, porque en la carta hay frases como que la lucha en Chubut “ha instalado un discurso ambientalista que no escucha razones y se opone a la minería, al fracking, a la energía nuclear, a las granjas de cerdos y ahora a la explotación petrolera de nuestra plataforma marina.” Es evidente que Aldo no ha escuchado ni leído los planteos que han surgido, porque si hay algo que los ambientalistas hacemos es “escuchar razones” acerca de la conveniencia de instalar mineras (u otras) porque esas razones son expuestas innumerables veces en los grandes (y a veces también en los chicos) medios de comunicación, que como sabemos, son la voz de las grandes corporaciones. También es falsa la segunda parte de la frase, ya que no nos oponemos a todo eso y así porque así, sino que también tenemos nuestras razones. Quizás a Aldo y a otros les haga falta escuchar más. Cuando yo me sentí en la contradicción, me fui a las asambleas, empecé a leer las razones de ambas posiciones, hasta visité El Hoyo en Chubut para conocer desde adentro antes de juzgar. Sigue la subestimación cuando en la carta se plantea lo de las cuentas del Estado y supone el autor que los ambientalistas no sabemos nada de eso. Dice Aldo que nosotros decimos “por qué le damos la concesión a privados si el Estado puede hacerlo”. Nos pone otra vez en el lugar de bobos. Quienes nos paramos en la posición de cuidar el ambiente, y además somos peronistas, sabemos que el Estado no es todopoderoso, pero tampoco queremos resignarnos a pensar en el Estado como un débil actor que debe aceptar arrodillado los designios que se nos imponen. Por eso le exigimos al Estado mayor participación y protagonismo, para no repetir lo que sucede hoy con las concesiones mineras y petroleras que aportan al fisco… ¡según lo que esas empresas declaran!!! O lo que pasa en nuestra hidrovía del río Paraná, donde el contrabando se lleva gran parte de las riquezas que genera ese “extractivismo” que Aldo defiende. ¿Es tan loco que un peronista se enoje ante esa situación? ¿No es comprensible nuestro cuestionamiento ante la sangría de nuestras riquezas? ¿No les parece que es muy de peronista oponerse a que entreguemos la soberanía a empresas que no apuestan al desarrollo del país? ¿Es imposible comprender las razones peronistas de no estar tranquilos ante la explotación de nuestros recursos cuando el Estado está tan débil para los controles? A mi modo de ver, Aldo cae también en otra falacia de simplificación cuando culpa a Pino Solanas por el uso de la palabra extractivismo. Querido Aldo, y querida militancia peronista, el extractivismo hace referencia a la primarización del desarrollo económico, a poner como centralidad del desarrollo la explotación de recursos naturales y exportarlos como comodity o como bienes primarios, sin agregar valor ni industrializar. Es un término mundial, al que Pino habrá contribuido, pero jamás podría ser culpable de nada. Se cae de maduro que el peronismo en los ’40-’50, en los ’70, y el kirchnerismo en el siglo XXI, nos propusieron industrializar y ahí estuvo la fuente de un crecimiento con inclusión, de un desarrollo económico con justicia social y redistribución de los ingresos. Aldo hace una pésima interpretación del concepto de “extractivismo”, dando por sentado que todo lo que sea “extraer” es “extractivismo”. Este punto me pareció una chicana de bajo vuelo a lo que no le dedicaré más, porque se resuelve con la simple aclaración de lo que el concepto significa. Hay otro punto de la carta que quisiera cuestionar. Cuando el autor describe que en Neuquén hay muchas familias viviendo bien por los bueno sueldos de Vaca Muerta, acepta y naturaliza la presencia de “bolsones de pobreza”. La centralidad del peronismo ha sido y debe volver a ser la distribución del ingreso, el reparto de la torta. ¡Ahí es donde debemos meternos los peronistas, a discutir la centralización de la riqueza que debe darnos vergüenza! Catamarca hace años que viene desarrollando la minería a cielo abierto. ¿Se acabó en esa provincia la pobreza? ¿y en San Juan?. Te comento Aldo, y a la militancia, que en 2016, Cornejo (radical y del pro) en Mendoza, le otorgó cientos de beneficios a empresas para hacer fracking. Les cuento que los 4 años de Cornejo como Gobernador terminaron con los peores índices económicos y sociales de los últimos años: único período en que la economía de Mendoza no creció, sumado a duplicar el porcentaje de desocupación, y aumentar en 13% la pobreza. ¿Las OFF SHORE terminarán con la pobreza en Mar del Plata? La última gran subestimación, suponer que quienes queremos cuidar la casa común no proponemos nada: “Lo que hay que hacer es industrializar en origen, los minerales, el petróleo, la soja, etc..” Claro… que bolu!… como no se nos ocurrió montar grandes fábricas. Pero, ¿con qué recursos? Bueno dirá el cuestionador bienaventurado: “No sé, eso pensalo vos…yo te di la idea”. ¡Genial! ¡Gracias! En síntesis muchachos “anti-extractivistas”. Coincidimos totalmente en la necesidad de industrializar en origen. Pero, para eso hacen falta capitales, que ustedes desconocen de donde sacarlos. Y mientras tanto “no toquemos nada” Ahí está querido Aldo quizás uno de los puntos álgidos: nosotros sí queremos “tocar”. Creemos que si el problema es que no hay capitales para desarrollar la industrialización en origen, pues ahí está la cuestión a tocar. Toquemos donde hay que tocar, rasquemos donde pica querido amigo. No tenemos porque se la fugaron: pues vayamos por ahí. No tenemos porque las finanzas están concentradas: pues vayamos por ahí. En lugar de resignarnos, aceptar que estamos jodidos, y seguir apostando a lo que nos trajo hasta aquí: primarización de la producción y concentración de las riquezas. Me preocupa la subestimación, porque además se traduce en una ceguera y sordera política. Si partimos de premisas falsas llegaremos a conclusiones falsas. Si creemos que las personas que protestan en Mendoza, Chubut o Mar del Plata son manipuladas por Greenpeace, estamos partiendo de un erróneo punto de partida que obviamente nos lleva a cometer errores como fuerza política, y no escuchamos esos reclamos, legítimos, que además ya Perón los anticipaba en su maravillosa carta de 1972 de la que solo les comparto el comienzo: “Creemos que ha llegado la hora en que todos los pueblos y gobiernos del mundo cobren conciencia de la marcha suicida que la humanidad ha emprendido a través de la contaminación del medio ambiente y la biosfera, la dilapidación de los recursos naturales, el crecimiento sin freno de la población y la sobreestimación de la tecnología, y de la necesidad de invertir de inmediato la dirección de esa marcha, a través de una acción mancomunada internacional" Algunas alternativas Tercer punto, para intentar contraponer a la acusación de Aldo, de que no proponemos nada. Para no hacer aún más larga esta carta, invito a leer una nota que escribí a principios del 2020, donde me refiero (al igual que acá) a las manifestaciones populares, a la sordera política y a las alternativas de desarrollo con inclusión que tenemos a mano. Las propuestas están escritas para la provincia de Mendoza, pero obviamente se pueden ampliar y mucho más enriquecer. Esa nota se puede leer aquí. Aquí les comparto un pequeño resumen de las líneas o áreas donde el peronismo, pero también otras fuerzas de la sociedad, debemos trabajar y profundizar: – las concepciones y las acciones individuales. Las acciones individuales cambian casi nada del mundo. Hay que empezar a pensar más colectivamente. Es tarea de la educación, de la cultura, de los medios de comunicación y de todos/as los/as ciudadanos/as que trabajamos con lo simbólico. – políticas públicas para el agua, los alimentos, y las energías: pensando integralmente esos elementos con participación y guía del Estado pero generando actividad privada. – poner el conocimiento al servicio del desarrollo: las ideas innovadoras y la industria del conocimiento. Hay cientos de proyectos surgidos en nuestras escuelas o espacios de producción científica. Es hora de prestarles atención. – el Banco Provincial (en referencia a Mendoza), o líneas de financiamiento. Como decía Jauretche “el que presta la plata es el que marca el camino” – la logística y transporte: Argentina tiene muchos puntos de salida al pacífico (vía Chile). Abandonar el porteñocentrismo que tanto mal nos ha causado. – las industrias de los residuos o economía circular. Con poca inversión se genera mucha mano de obra y muy buenos productos. – promover el asociativismo, porque cooperando encontramos siempre la forma de agregar valor en origen. – el arraigo y las oportunidades en todo el territorio. Con muy poco financiamiento, pero con intencionalidad política, lograríamos desarrollar pueblos que generen alimentos sanos y evitar seguir agrandando las ciudades inviables. Casi para el cierre, y como peronista que tiene origen en la militancia sindical, quiero contarle a Aldo y a la militancia, que desde hace años los movimientos sociales y sindicales que forman parte de la CTA de los trabajadores, venimos trabajando desde el concepto de TRANSICIÓN JUSTA como propuesta de los trabajadores del mundo frente a la crisis ambiental, cultural, económica y social. En un documento muy interesante podrán encontrar aún más propuestas para el desarrollo con justicia social de nuestros pueblos. Para finalizar, como la carta de Aldo fue publicada en la plataforma de la Agencia Paco Urondo, cierro con la invitación que el poeta nos hiciera, para no rendirnos ni resignarnos a los designios de las corporaciones mundiales, y tomar su invitación a hacer arder el amor y a no abandonar la utopía de un pueblo feliz en un mundo mejor. Arderá el amor; arderá su memoria hasta que todo sea como lo soñamos como en realidad pudo haber sido. * Profesor en Ciencias de la Educación, egresado de la Universidad Nacional de San Luis. Ejerce la docencia en nivel medio y superior desde el año 2007. Militante social en clubes de su pueblo, fue formador en divisiones inferiores, DT en primera división y después dirigente, incluso presidente del Club de Eugenio Bustos. Participó en asociaciones vinculadas a la cultura y la educación coordinando acciones de educación popular. Militante político. Fue Concejal de San Carlos desde 2014 hasta 2018, candidato a Diputado Nacional en 2017 por Unidad Ciudadana y Asesor del Senado de la Nación Argentina. Oriundo de San Carlos y militante en defensa de los bienes comunes desde siempre
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