Escrito por Agencia Paco Urondo
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Miércoles, 27 de Julio de 2022 00:00 |
"Hacia el año 2021 el 74,4% de quienes poseen una jubilación con moratoria son mujeres. Como dato adicional, en el mes de marzo de 2022, el 85% de mujeres que accedieron a una jubilación lo hicieron por vía moratoria". Por Carolina Fernández (CEPA)- Por Carolina Fernández*
El 23 de julio pasado vencía la moratoria previsional. Mediante un decreto, el Presidente Alberto Fernández definió su extensión hasta tanto se sancione una nueva ley de moratoria en el Congreso. La moratoria previsional resulta clave para garantizarle ingresos en su edad pasiva a quienes, cumpliendo con la edad requerida, no tienen los aportes necesarios para realizar el trámite jubilatorio. La urgencia de la aprobación de una nueva Ley radica en que en la moratoria actual el corte para la “compra” de los años faltantes es hasta el año 2003 en el caso de las mujeres y hasta 1993 para los hombres, períodos que deben ser actualizados. ¿Por qué consideramos imprescindible que la moratoria previsional continúe? Según datos actuales publicados por el Boletín Estadístico de la Seguridad Social de Anses (BESS) más de 1,5 millones de personas en edad jubilatoria no cuentan con los 30 años de aporte que exige la ley. De ese total el 60% cuenta con aportes –pero no los suficientes – y el 40% restante directamente no registra aportes. En este sentido, un informe publicado por el CEPA (Centro de Economía Política Argentina) analiza en detalle el impacto que tienen las moratorias previsionales en la vida de las personas trabajadoras. De allí se desprende que, de no continuar la moratoria previsional el panorama de las personas trabajadoras en edad de jubilarse es realmente preocupante: 9 de cada 10 mujeres y 7 de cada 10 varones no podrían acceder a una jubilación por no cumplir con el extremo legal de 30 años de aportes que exige la ley. La brecha de género está a la vista. En este sentido es relevante tener presente que el mundo previsional se constituye como un reflejo del mundo laboral. Es decir, todas las desigualdades estructurales presentes en el mercado laboral se trasladan hacia la esfera previsional y es allí donde políticas como la de moratorias previsionales se tornan una herramienta fundamental para mitigar por ejemplo, las brechas de género. Históricamente las mujeres han tenido una menor participación en el mercado laboral formal y quienes han logrado participar lo han hecho en peores condiciones (trabajos precarizados, poca carga horaria, mayor informalidad, etc.) Según el informe de CEPA, del universo de mujeres en edad jubilatoria solo un 6,6% cuenta con más de 25 años de aportes y el 46% directamente no registra aportes. En el caso de los varones, si bien los números son más alentadores no dejan de ser preocupantes: sólo el 16,05% cuenta con más de 25 años de aportes y un 17,67% de los varones en edad de jubilarse no registran aportes. Si sumamos datos del Ministerio de Trabajo tenemos que: hacia el año 2021 el 74,4% de quienes poseen una jubilación con moratoria son mujeres. Como dato adicional, en el mes de marzo de 2022, el 85% de mujeres que accedieron a una jubilación lo hicieron vía moratoria. Otro análisis interesante es el que se realiza por sector aportante. De allí surge que el sector privado, el sector público y los autónomos son los ámbitos con mayor cantidad de personas en condiciones de jubilarse pero sólo alcanzan 18%, 36% y 20% respectivamente. A la vez, se percibe la crítica situación para monotributistas, monotributistas sociales y trabajadoras de casas particulares donde sólo superan los 25 años de aportes 5,7% (11.922 casos), 0,06% (36 casos) y 0,1% (103 casos) respectivamente. En este sentido, es importante remarcar que las moratorias previsionales no solo contribuyen a cerrar brechas de género sino que además garantizan no penalizar dos veces a las personas trabajadoras informales o desocupadas quienes tuvieron que transitar su vida activa sin derechos laborales y por ende en su vida pasiva solo podrían acceder a pensiones por vejez que representan menos ingresos que las jubilaciones. Finalmente, otro punto relevante a la hora de hablar de moratorias previsionales es la discusión sobre si éstas políticas “quiebran” el Sistema de la Seguridad Social. De los datos analizados surge que, contrario a lo que manifiestan la voces críticas, la moratoria jubilatoria (11/2005) fue acompañada de una sensible mejora en cobertura del gasto previsional por Aportes y Contribuciones. Esto tiene su explicación principalmente en la recuperación del trabajo formal y el incremento significativo que experimentaron los salarios en dicho entre 2003 y 2015. En definitiva, lo que explica la sustentabilidad o no de nuestro sistema previsional es el equilibrio entre la cantidad de personas activas aportantes y la cantidad de jubilaciones que deben abonarse. En ese sentido, los datos muestran que durante la gestión de Cambiemos (2016/2019) la sustentabilidad del sistema empeoró a raíz de: la destrucción de puestos de trabajo formales, la caída del salario en términos reales y la promoción de la reducción de Contribuciones patronales. * Economista y analista económica de CEPA
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